¿ LO DIGO O NO LO DIGO?
Hartas vueltas le he dado sobre si debo o no escribir estas líneas. Pero considerando que algunos amigos (as) algo en cuenta toman mis comentarios sobre la crisis y el sistema de pensiones, creo que la única manera de quedar tranquilo conmigo mismo, es hacerlo.
Ya saben que tengo un moderado optimismo respecto a que el sistema financiero y económico se recuperará, no de inmediato, pero más temprano que tarde. Y hasta me atreví a pensar que por lo menos el desplome, podría estar tocado fondo.
También me pareció que después de las caídas de las bolsas en septiembre y octubre del año pasado, considerar un cambio de las cuentas de pensiones a fondos de menor riesgo, era ya algo tardío.
Si vemos la rentabilidad del Fondo C de una AFP (la mía), en los últimos meses las rentabilidades reales han resultado un tanto tranquilizadoras. Todas positivas, con los siguientes valores:
Noviembre +0,63%
Diciembre +1,58%
Enero +2,18%
Febrero (al 16) +0,72% (pero al 24 ya era -0,49%)
He seguido un índice que no deja de preocuparme: la evolución de las 14 principales bolsas mundiales.
En lo que va del año, las únicas positivas y que podrían estar sustentando en alguna medida el resultado de los Fondos de Pensiones eran (al 13 de Febrero, antes de las fuertes caídas posteriores): Chile, Brasil, Argentina y Corea.
Las demás han seguido cayendo este año, en porcentajes que en muchos casos se acerca o sobrepasa los dos dígitos.
Además recordemos que en el Fondo C, casi la mitad de la renta variable está invertida en Chile, por lo que si Chile anda bien, esto tiene mucho peso en la rentabilidad del fondo.
Hago recuerdo que durante todo el año 2008, la Bolsa Chilena fue la que menos cayó (-22,13% frente a la mayoría que lo hizo por sobre el -40%).
Por otro lado, al ver que los innumerables paquetes de salvatage poco impacta en el comportamiento de los mercados, me pregunto: ¿Es que no creen que las medidas serán efectivas, por lo menos en el corto plazo?
Sigo pensando que el sistema chileno parece bastante confiable, y ojala no aparezca de repente un domingo 7. Espero que no.
Frente a la incertidumbre del futuro (no sobre si se va a recuperar, sino cuando), ayer sentí una baja en “mis defensas” y una menor tolerancia al riesgo.
Y en un arrebato emocional, me metí a Internet y moví mis fondos. Cosa que no se concreta en forma inmediata, sino que la solicitud toma entre 7 y 10 días en hacerse efectiva.
Esto es casi la confesión de un pecado, puesto que me había propuesto mantenerme estoico y aguantar, más que chaparrón, la tormenta.
Y me confieso:
· El fondo de jubilación, que lo tenía en el C, lo pasé 100% al E.
· Y la cuenta de ahorro, que tenía parte en el A y parte en el C, lo pasé 100% al C (lo que estaría indicando que aún mantengo cierta dosis de optimismo).
En todo caso, mi decisión no es de por vida. Espero tener una buena corazonada y en el momento oportuno volver a mi esquema original.
Lo que he planteado, no tiene otro objetivo que contar lo que hice. Y no sentirme como el Padre Gatica.
No pretendo producir reacción alguna en quienes lean mi confessión. Obedeció a un impulso que no está sustentado en ningún análisis más que el par de considerandos mencionados más arriba. Y me dije: “Lo hago y ya”. Y ¡El tiempo dirá!
En todo caso debo indicar que me he hecho el firme propósito que si metí la pata y todo empieza a mejorar mañana y me subo tarde al carro de la recuperación, no me amargaré por eso ni dejaré de dormir placidamente mis 8 horas (más la siesta). Solamente me diré: ¡Harto mala tu tincada!
Sobre Educación
Hace 13 años
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