jueves, 16 de julio de 2015

¡GOL DE BOLIVIA!


     Sí, con un pase del Papa Francisco durante su visita a ese país.


     Una cosa era cierta: el presidente Evo Morales iba, sí o sí, a aprovechar la ocasión para  resaltar el tema de la aspiración boliviana de salida soberana al océano Pacífico, como lo hace recurrentemente. Lo hizo abiertamente. Y lo seguirá haciendo en el futuro, al igual que todo presidente que en el futuro lo suceda.

     Había en Chile la esperanza que el Pontífice soslayara el tema. El Vaticano había anunciado que su visita era netamente pastoral. Una luz de esperanza, que se apagó ya en su discurso después de la misa en la catedral de La Paz. “El diálogo es indispensable. Estoy pensando en el mar”. Fervorosos aplausos de la audiencia boliviana.

      En alguna etapa de mi vida aprendí que el silencio es un buen compañero en muchas circunstancias. Era el mecanismo para evitar un tema escabroso. El Papa no optó por él, sino entrar en la polémica. Independiente de cual sea su postura personal (que puede tenerla), su intervención la catalogo tanto política como diplomáticamente incorrecta. Una intromisión indebida. Una tomada de postura gravosa para la posición de Chile.

     No conforme con ello, en una entrevista en el avión que lo llevaba de regreso desde Paraguay a Roma, sobre el tema indicó que la aspiración boliviana “no es injusta”. Aunque no sea estrictamente correcto, algo que no es injusto pasa a ser considerado como justo. Así lo interpretaron en el país vecino, con gran beneplácito.

     La actitud papal me parece impropia de quien conduce espiritualmente a 1.200 millones de católicos distribuidos por toda la faz de la Tierra. Se debe a todas las ovejas del rebaño y no sólo a algunas.

    En mi época de estudiante en un colegio católico (jesuita), me enseñaron que en materias de fe el Papa era infalible. Pero que en temas terrenales, podía equivocarse.

     Y dentro de los desatinos de la visita papal al país altiplánico, imposible no mencionar el regalo de Evo Morales de Cristo crucificado entre la hoz y el martillo (símbolo comunista), tallado en madera. ¿Cuál es el mensaje? Se dice que el Papa comentó que eso no estaba bien.
 

La reacción de Chile

     Oficialmente se trató de bajarle el perfil a la gravedad de la situación. Apoyándose en parte de la intervención que podía servir a ese fin, la cancillería chilena hasta llegó a decir que las palabras de monseñor Bergoglio fueron sabias. Un paso en falso del Ministerio de RR.EE.

     Yo gobierno, hubiera optado nuevamente por el silencio, con una sola y escueta declaración: “El gobierno de Chile no se referirá a ese hecho”. Punto. Una forma diplomática de expresar el disgusto.

     En la copa América le ganamos a los bolivianos 5 a 0. En el tema marítimo, en lo que se refiere al aspecto mediático, el marcador es el mismo pero a favor de los bolivianos.

     El episodio me deja un sabor amargo.  

Un pensamiento impropio

     La situación limítrofe con el país altiplánico quedó zanjada por el tratado de 1904. Fue aprobado por ambos gobiernos y ratificado por ambos parlamentos. Chile retribuyó económicamente a Bolivia, construyó el ferrocarril pactado y dio libre tránsito por puertos chilenos, lo que tuvo, tiene y seguirá teniendo un alto costo para el país.

     Si Bolivia objeta el tratado en la parte que le conviene, ¿por qué nosotros debemos honrarlo? Pongamos como condición para seguir otorgando las regalías actuales a su desistimiento de pretender desconocerlo exigiendo una salida soberana al mar.

     Obviamente no es esa mi posición. Sería echar por tierra el argumento jurídico chileno. Pero no por ello he dejarlo de pensarlo.