lunes, 24 de noviembre de 2014

Reforma educacional: CAUTELA


     Hace cosa de un mes vi una larga entrevista en la televisión a Mario Waissbluth, fundador de  Educación 2020, dedicada ya por 6 años a analizar y hacer propuestas para mejorar la alicaída educación chilena. Encomiable esfuerzo al que le asigno el más alto valor.
 
 

     Me di en trabajo de hacer un extracto de sus declaraciones, por coincidir en gran medida con lo que opino respecto a la Reforma Educacional. En lo principal:

·         Que los proyectos presentados (fin al lucro, al copago y a la selección) son aspectos secundarios y se ha dejado de lado (por el momento dicen algunos)  lo vital y a lo que hay que darle primerísima prioridad: el mejoramiento de la educación pública y a la calidad del profesorado.

·         Con los proyectos enviados, se gastan parte de los recursos (reforma tributaria) en hacer el aporte que hoy hacen los padres o comprar colegios,  con cero efecto en el mejoramiento de la educación, restándole recursos a donde deben realmente ir: a la educación pública.

·         La reforma está mal respaldada, mal pensada, con dudas por todos lados, hasta para los entendidos como Waissbluth.

·         El apuro por presentar y llevar a cabo el proyecto carece de toda lógica, no permitiendo un razonable análisis para un proyecto de esa trascendencia y proponer los cambios (legislación) que permitan alcanzar los objetivos principales. Un Transantiago en educación sería un desastre mayúsculo.

·         Y lo hasta aquí visto: la Cámara de Diputados en un buzón (no sólo en este proyecto de ley) que aprueba las propuestas del gobierno sin mayor análisis, aprovechando la mayoría que legítimamente lograron en las urnas. Palabras del propio Waissblth: “Nadie escuchó a nadie”. Por ventura en el Senado parece reinar otro espíritu. En lo que a mí respecta, mandaría a todos los diputados a su casa y me quedaría sólo con el Senado, donde existe cierta capacidad de análisis y diálogo.  

     Mario Waissbluth es afín al gobierno. En una entrevista en un diario, y que ratificó en la televisión, indicó que a la Reforma no le ponía un cero, sino un menos 2.

      Su capacidad de analizar la situación educacional sin ideologismos, con los pies puestos sobre la tierra y con el norte de alcanzar en nuestra educación un estándar internacional, es la que me ha llevado a publicar este artículo.

     Ojala en el Senado tomen en consideración opiniones como la de “Educación 2020”, fundación sin fines de lucro, cuyo objetivo es ser un aporte para revertir el lamentable estado de la educación chilena.

 Las declaraciones de Mario Waissbluth (Extracto)

     Unos dicen que somos unos monstruos reaccionarios y otros dicen que nosotros estamos sentados en una oficina al lado del Ministerio de Educación diseñando la estatización de la educación.

     Lo que estamos haciendo respecto a la ley que salió de la Cámara es una nota de cautela.

     Nosotros hemos postulado 33 cambios a la educación escolar dentro de los que están el fin al lucro, fin al copago y fin a la selección.

     En mayo publicamos una columna indicando que el orden de los factores sí altera el producto.

     El programa de gobierno se parece mucho a lo postulado por Educación 2020, pero no nos parecía que había que empezar por ahí: que había que empezar por el fortalecimiento de la carrera docente, por el fortalecimiento de la educación pública y que algunos de los contenidos del proyecto de ley no nos parecía que estuvieran bien formulados.

     Cualquier error en un artículo de esta ley puede ocasionar complicaciones difícilmente reversibles. De ahí nuestro llamado a la cautela..

     La tendencia internacional es cada vez más a experimentar con cambios en la política gradualmente y cuando los cambios son muy radicales, se van haciendo de a poco, midiendo las consecuencias y después se va afinando la puntería.

     Con respecto al fin del lucro, y estamos de acuerdo con el fin del lucro, hay una serie de cláusulas que al fragor de las discusiones de la Cámara, establecen cómo terminar con el lucro y a qué ritmo. Nunca hemos visto cálculos sobre la mesa. Si las condiciones son razonables para los sostenedores. Los sostenedores están haciendo lo que la ley les permite y tienen que recibir una razonable compensación por transformarse de colegios con fines de lucro en sin fines de lucro. Nosotros no sabemos si como resultado de esto van a haber, en la exageración sicótica que algunos plantean en un 70% el cierre de escuelas, que lo transmiten por la radio, que es una locura mentirosa y una campaña del terror, o sólo se van a cerrar digamos 5 escuelas. En realidad no se sabe.

Pide al Gobierno, mirando a la cámara, lleven al Senado una muestra aleatoria de 200 sostenedores y se presenten las cifras de los impactos.

     Aquí todos se desquiciaron. La cosa ya se polarizó. Nosotros pedimos tranquilidad, se pongan las cifras y que el Senado pueda afinar las cláusulas de manera razonable.

     Nosotros no hemos visto cifras que avalen las fórmulas concretas puestas en el proyecto de ley.

     Se está legislando al vapor de la contienda política.

     Creemos es sano terminar con la mercantilización de la educación porque es intrínsecamente segregadora, pero hagamos las cosas bien.

      Respecto al fin del copago también tenemos preocupaciones por eso queremos cautela. Alguien se emocionó con que hay que terminar rápido con el copago. Creemos debemos terminar con el copago. Se indica que por ahí el 2016, todos los colegios que cobran hasta $25.000 van a poder ofrecer gratuidad, lo cual debe tener a muchos muy contentos.

     La educación pública, después de 30 años de demolición, no está en condiciones de competir adecuadamente. Podría haber una importante migración de alumnos de la educación pública a la subvencionada, ahora gratuita.

     Proponemos gradualidad, por ejemplo de $7.000 en $7.000 e ir midiendo el impacto.

     Con el fin de la selección también estamos de acuerdo, pero lo que está diciendo el proyecto es que de los más o menos 700 liceos que hoy seleccionan (salvo los emblemáticos), esos profesores están acostumbrados a enseñar a tripulaciones seleccionadas. No tienen las herramientas ni las técnicas para enseñar a una tripulación de chiquillos más mixta. ¿Por qué tenemos que hacerlo rápido? Podemos producir trastornos y enojos.

     La selección es un desquiciamiento. El sistema que tenemos en Chile es sicótico. Pero deben haber unos 14.000 profesores que lo único que saben es enseñar a niños que han pasado por un proceso de selección.

     En Finlandia pasaron por las mismas broncas que hemos tenido acá y fueron más virulentas. Pero decidieron transitar al fin de la selección en más de 5 años.

     Tenemos un país que creó una cultura en que se cree, cosa que no ocurre en ningún país avanzado, que el buen colegio es el que segrega y selecciona. Ese cambio cultural no lo vamos a lograr de un año para otro. Sin prisas pero sin pausas, hagamos las cosas bien y asegurémonos que sea una reforma que no tenga tropiezos y que nos dure 40 años.

     En la Cámara de Diputados se armó una tole tole, en que nadie escuchó a nadie.

     En los últimos 4 meses no hemos tenido diálogo de política educativa con el Ministerio de Educación. No nos han llamado ni cuando lo estaban diseñando ni durante la tramitación.

     Hubieron condoros comunicacionales que le dieron municiones a los terroristas. Hoy el discurso del Ministro ha mejorado notablemente.

     El Gobierno no ha sabido explicarle a los apoderados cuales son las consecuencias concretas para un colegio que transita de con fines de lucro a sin fines de lucro.

     Espero que cuando se promulgue la ley, con estas morigeraciones, actualizaciones y objetivizaciones, empecemos a discutir  lo más central: carrera docente y fortalecimiento de la educación pública.

     Queremos que todo lo que está en el programa de la Presidenta Bachelet se haga, pero que se haga bien.