sábado, 21 de noviembre de 2015

Disquisiciones sobre dos óperas


     Acabo de regresar del ver “El Barbero de Sevilla” (Gioachino Rossini) presentada por la Municipalidad de Las Condes en el Parque Araucano, al aire libre y en forma gratuita con libre acceso. Elenco nacional del Teatro Municipal de Santiago. Recinto lleno, lo que es gratificante.

     Algo que había notado hacía tiempo, pero no publicado por ser de nulo interés para la mayoría de quienes tienen la paciencia de leer mis publicaciones, ahora, con la euforia espiritual que produce haber visto nuevamente una gran obra operática, lo hago. Digamos que como una mera entretención.

      Sé que estoy en deuda: debo comentar el informe de la Comisión Bravo sobre la propuesta para modificar el sistema de pensiones. Ese es un tema espinudo, que requiere leer, analizar, hacer juicios…y no he estado de ánimo para ello. Pero lo haré más temprano que tarde.

     Mi “descubrimiento operático” dista mucho de ser tal. Sin duda cientos, si no miles, de musicólogos y analistas del género del “bel canto” deben haberse dado cuenta de ello mucho antes que yo. Pero como no lo he leído en ninguna parte, para mí fue un descubrimiento.

     La otra ópera que mencionaré es “Las bodas de Fígaro” de Mozart, que para mí ocupa el primer lugar entre mis compositores favoritos. Por lo tanto lo que diga, no tiene nada de crítica, sino la detección de una curiosidad que no creo sea producto del azar.

     Las dos obras pertenecen al género de “óperas bufas”, que son una gozada.

     La repetición de los nombres de los personajes en ambas óperas parecen insólitas, y sus papeles son en general parecidos aunque la trama dista de ser la misma.

    En los dos casos la acción transcurre en Sevilla.

Pruebas al canto de personajes comunes:

·        Fígaro, aunque en las bodas no es un barbero.

·        Conde de Almaviva. Héroe en “El Barbero” y más bien villano en “Las bodas”.

·        Rosina. Esposa del conde. Huérfana a cargo de un tutor enamorado de ella en la obra de Rossini y ya condesa en la de Mozart. El conde conoció a Rosina, en ambos casos, por intermedio de Fígaro.

·        Don Bartolo. Médico y además abogado en “Las bodas”.

·        Don Basilio. Profesor de música.

·        Marcelina: no es un personaje en “El barbero” ´pero se menciona, como un personaje distinto: hija de Don Basilio.

     La ópera de Mozart tiene muchos más personajes y el argumento es bastante más intrincado y lleno de equívocos.

     En las dos óperas, en situaciones distintas, se encuentran:

ü Matrimonios frustrados.

ü Matrimonios realizados.

ü Misivas amorosas ocultas y a veces prohibidas.

ü Engaños con fines amorosos y a menudo, “non sanctos”.

     Curiosidad: No existe ni nunca existió un conde de Almavida. Toda mención en Internet se refiere a ambas óperas. Ni tampoco una ciudad o región de España que lleve ese nombre.

     ¿Quién copió a quién? Mozart estrenó su obra el año 1786, y Rossini el 1816. Mozart inventó la trama. Dicho sea de paso, el autor italiano nació (1792) justamente al año siguiente del fallecimiento del músico austríaco.

     ¿Rossini es un copión? En absoluto. Los genios pueden darse ciertas licencias, como la que se dio el propio Mozart en “Don Giovanni” al poner un trozo de un aria justamente de “Las Bodas de Fígaro” con el comentario del protagonista de “Esta música la conozco”.

     Para parecer entendido (que no lo soy): Muchas de las arias de Rosina me hicieron recordar a las de “La Cenerentolla” (la Cenicienta) del mismo autor. “El barbero” se compuso y estrenó un año antes. No es de extrañar, en un autor que componía entre 2 y 4 obras por año. Y otra volada de Rosinni: en “La cenicienta”, la madrastra es un padrastro y el hada un “hado”: Alidoro.

     Me entretuve escribiendo sobre estos dos fenómenos de la música. Y de eso se trataba.
Mozart


Rosinni

 

viernes, 25 de septiembre de 2015

Caso Caval: otra “genialidad” de Dávalos


     En su reciente nueva comparecencia ante la Fiscalía por el caso en cuestión, Sebastián Dávalos declaró que “se había enterado de los negocios de su esposa, Natalia Compagnon, por la prensa”.

     No deja de sorprender, dado que Dávalos ostentaba el cargo de Gerente de Proyectos de la Empresa, cargo que todo parece indicar desempeñaba de muy mala manera.

     Notable rol cumplen los medios de comunicación nacionales, pues Doña Michelle, nuestra Presidenta, también se enteró por la prensa del escándalo por la compra de los terrenos en Machalí, cuando se encontraba gozando unas merecidas vacaciones en Caburga.

 

Reflexiones:

·        Sóplame este ojo, Sebastián.

·        Para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado.

·        Es como estar en un pantano: mientras más te mueves (hablas en este caso), más te hundes.

·        ¿No tienes la sensación que perdiste una preciosa oportunidad de quedarte callado?

·        Su comportamiento, no sólo el que aquí se menciona, lleva a la conclusión que al hombre le falta la chaucha pa´l peso (dicho chilensis de muy, pero muy antigua data).

lunes, 7 de septiembre de 2015

La deslenguada Doctora Cordero


     Hay personajes que escucharlos es todo un panorama. No por lo que dicen, sino por la forma descarada, irrespetuosa y poco atinada que lo hacen. Como ver un programa humorístico.

    Dos casos notables fueron el fallecido ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y nuestro almirante José Toribio Merino Castro (los martes de Merino).

     Un caso actual, en otro ámbito pues no detenta un cargo de poder, es la doctora María Luisa Cordero.

 
     El otro día venía escuchando en la radio (creo El Conquistador) un programa en la que ella es comentarista habitual. Habló pésimo de carabineros de Chile, indicando que no es institución que le merezca admiración, haciendo una diferencia entre los carabineros hoy y lo que eran antaño, más cercanos a los ciudadanos.

     No es mi intención analizar sus juicios, sino destacar uno que decía algo así:

“Cuando dan explicaciones, adoptan un aire de superioridad, usando un lenguaje ridículo. Lo primero que haría sería enseñarles a hablar en la forma que lo hace cualquier chileno normal”.

     Me hizo sentido pues en varias oportunidades, me había parecido que usaban un vocabulario un tanto rebuscado.

     Ese mismo día, viendo las noticias de la noche, se dio a conocer el triste caso de un pequeño de 3 años (Adrián), en Arica, cuya madre lo tenía semi abandonado por su adicción al alcohol, y que el pequeño se estaba alimentando de la leche de una perrita, Reina.

    El capitán de carabineros que dio la noticia dijo textualmente:

     “Se encontraba en una evidente condición de abandono a raíz de que se encontraba con su torso desnudo y se encontraba suplantando la ingesta de leche materna con un animal canino”.

     No pude evitar reírme pensando en el comentario de la doctora.

jueves, 16 de julio de 2015

¡GOL DE BOLIVIA!


     Sí, con un pase del Papa Francisco durante su visita a ese país.


     Una cosa era cierta: el presidente Evo Morales iba, sí o sí, a aprovechar la ocasión para  resaltar el tema de la aspiración boliviana de salida soberana al océano Pacífico, como lo hace recurrentemente. Lo hizo abiertamente. Y lo seguirá haciendo en el futuro, al igual que todo presidente que en el futuro lo suceda.

     Había en Chile la esperanza que el Pontífice soslayara el tema. El Vaticano había anunciado que su visita era netamente pastoral. Una luz de esperanza, que se apagó ya en su discurso después de la misa en la catedral de La Paz. “El diálogo es indispensable. Estoy pensando en el mar”. Fervorosos aplausos de la audiencia boliviana.

      En alguna etapa de mi vida aprendí que el silencio es un buen compañero en muchas circunstancias. Era el mecanismo para evitar un tema escabroso. El Papa no optó por él, sino entrar en la polémica. Independiente de cual sea su postura personal (que puede tenerla), su intervención la catalogo tanto política como diplomáticamente incorrecta. Una intromisión indebida. Una tomada de postura gravosa para la posición de Chile.

     No conforme con ello, en una entrevista en el avión que lo llevaba de regreso desde Paraguay a Roma, sobre el tema indicó que la aspiración boliviana “no es injusta”. Aunque no sea estrictamente correcto, algo que no es injusto pasa a ser considerado como justo. Así lo interpretaron en el país vecino, con gran beneplácito.

     La actitud papal me parece impropia de quien conduce espiritualmente a 1.200 millones de católicos distribuidos por toda la faz de la Tierra. Se debe a todas las ovejas del rebaño y no sólo a algunas.

    En mi época de estudiante en un colegio católico (jesuita), me enseñaron que en materias de fe el Papa era infalible. Pero que en temas terrenales, podía equivocarse.

     Y dentro de los desatinos de la visita papal al país altiplánico, imposible no mencionar el regalo de Evo Morales de Cristo crucificado entre la hoz y el martillo (símbolo comunista), tallado en madera. ¿Cuál es el mensaje? Se dice que el Papa comentó que eso no estaba bien.
 

La reacción de Chile

     Oficialmente se trató de bajarle el perfil a la gravedad de la situación. Apoyándose en parte de la intervención que podía servir a ese fin, la cancillería chilena hasta llegó a decir que las palabras de monseñor Bergoglio fueron sabias. Un paso en falso del Ministerio de RR.EE.

     Yo gobierno, hubiera optado nuevamente por el silencio, con una sola y escueta declaración: “El gobierno de Chile no se referirá a ese hecho”. Punto. Una forma diplomática de expresar el disgusto.

     En la copa América le ganamos a los bolivianos 5 a 0. En el tema marítimo, en lo que se refiere al aspecto mediático, el marcador es el mismo pero a favor de los bolivianos.

     El episodio me deja un sabor amargo.  

Un pensamiento impropio

     La situación limítrofe con el país altiplánico quedó zanjada por el tratado de 1904. Fue aprobado por ambos gobiernos y ratificado por ambos parlamentos. Chile retribuyó económicamente a Bolivia, construyó el ferrocarril pactado y dio libre tránsito por puertos chilenos, lo que tuvo, tiene y seguirá teniendo un alto costo para el país.

     Si Bolivia objeta el tratado en la parte que le conviene, ¿por qué nosotros debemos honrarlo? Pongamos como condición para seguir otorgando las regalías actuales a su desistimiento de pretender desconocerlo exigiendo una salida soberana al mar.

     Obviamente no es esa mi posición. Sería echar por tierra el argumento jurídico chileno. Pero no por ello he dejarlo de pensarlo.

domingo, 17 de mayo de 2015

Farmacias y precio remedios en Chile


     He escrito varios artículos al respecto. Y abundan en Internet. Pero cada vez que tengo antecedentes sobre el tema, por haber sido directamente uno de los tantos afectados, el impulso de denunciar públicamente el hecho me resulta irreprimible.

Datos: para muestra un botón

     Daré sólo 2, pero la situación se repite en prácticamente todos los fármacos.
 

     Por el GES, las Isapres tienen pactado con alguna de las cadenas de farmacias, un precio. No es dable pensar que ese precio no tenga incluida una cierta utilidad para la farmacia. Si comparamos esos precios pactados con el precio de lista que es lo que cobran a los clientes no beneficiarios del GES, queda de manifiesto que el margen de utilidad considerado para todo público es exorbitante.

Valaplex de 160 mg (Valsartan)

Precio GES: $5.310. Precio de lista: $12.990. Insólito.

Jeringas para insulina de 100 UI (10 unidades)

Precio GES: $722. Precio de lista: $1.790.

     En ambos casos, el recargo sobre el precio GES es casi 150%. Algo fuera de toda lógica y ética.

     Sobre el precio de lista, cada cadena tiene descuentos para clientes que estén asociados a Isapres, cajas de compensación o tarjeta vecino de alguna comuna, que suelen variar entre el 6% y el 12 %. En nada cambia el panorama.

Comentarios

     La cantidad de farmacias, por lo menos en Santiago en las zonas de mayor poder adquisitivo, sorprende a cualquiera. Entiendo que en eso somos líderes mundiales.

     Donde vivo, a una distancia de 2 cuadras, tengo 7 farmacias a disposición. Lo curioso: todas ellas tienen un alto flujo de compradores. ¡Qué manera de enfermarnos los chilenos!

     Otras llaman la atención: en Gerónimo de Alderete con Las Hualtatas, zona donde no transita nadie por la calle y es un sector de casas, hay dos una frente a otra: Salcobrand y Ahumada. Cuando paso por ahí en auto para comprar pan en “La Chocolatine” (es buenísimo), las veo vacías. ¿Dónde está el negocio?

     Un dato conocido: coticen remedios en las 3 grandes cadenas. Todas tienen prácticamente los mismos altos precios. Hubo un juicio por colusión. Las multaron (multas ridículamente bajas comparado con lo que ganaron con ese mecanismo; así de absurda es la legislación chilena cuando se trata de penalizar los delitos económicos). Esa similitud de precios indica que están de acuerdo y que todo sigue igual.

     Otro dato a tener en cuenta: al país que se vaya, inclusive Europa, el precio de los remedios es significativamente menor que en Chile. Algo no está funcionando.

     En la ley de fármacos postulado en el anterior gobierno (¿se promulgó?), se habló de vender remedios no sujetos a prescripción médica, en góndolas no sólo de farmacias sino en supermercados. No prosperó por razones obvias (lobby). Podría haber sido un factor efectivo de competencia. Digo “podría” porque varias farmacias pertenecen a los mismos grupos controladores de supermercados lo que introduce una duda respecto a una real competencia de precios. Pero hay supermercados que no caen esa categoría por lo que se abre un “podría ser”.

Las razones de mi denuncia

·         Abusar de los compradores en materias tan sensibles como la alimentación y las enfermedades, como dice un programa de televisión, “Eso no tiene nombre”.

·         Los conceptos de emprendimiento, libre competencia y libertad para elegir, deberían operar bien si se unen a la ética y la conciencia social. Casos como el indicado desprestigian y prostituyen el sistema, dándole razones fundadas a sus detractores para denostarlo.

     Una duda: ¿no será que el ser humano lleva en su ADN, como consecuencia del instinto de conservación que ha permitido no sólo la permanencia de la especie sino su evolución, el imperativo de velar por su propia subsistencia y bienestar, relegando cualquier consideración de renuncia al beneficio propio en beneficio de los demás congéneres? Tema para otro artículo.

jueves, 7 de mayo de 2015

Chile y Bolivia: Litigio en La Haya


     Estamos en plenos alegatos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) respecto a la impugnación de Chile sobre la competencia de ese tribunal para tratar la demanda boliviana de una salida soberana al océano Pacífico.
     Me parece oportuno hacer un análisis desapasionado de la situación.

Impugnación de Chile

     Hubo un debate interno sobre la conveniencia de usar ese recurso. Muy entendible.

     Si no se utilizaba, era desperdiciar una posibilidad (remota a mi parecer) de un fallo favorable a Chile, en cuyo caso no se seguía el proceso. Bolivia seguiría en el mismo pie de antes de presentar la demanda: seguir insistiendo en otras instancias, pues para ellos es un mandato constitucional y un sentir arraigado en lo más profundo del alma nacional. En ese caso el tribunal no se pronunciaría sobre la legitimidad de la demanda, sino simplemente que estaría fuera de su jurisdicción tratarlo.

     Por otro lado, si se iba directamente al asunto de fondo, un fallo favorable a Chile debilitaría desde ya la postura boliviana en sus intentos futuros de volver sobre el tema, a los que sin duda no renunciarían. Pero el fallo podría ser contrario a Chile, lo que comentaré más adelante.

     Se optó por la primera alternativa: impugnar la competencia.

 

Los argumentos de las partes

     Chile argumenta que los límites definitivos fueron acordados en el “Tratado de Paz y Amistad” de 1904, en que Bolivia cedió a perpetuidad los territorios ganados por Chile en la Guerra del Pacífico, a cambio de medidas mitigatorias (pago en dinero, ferrocarril de Arica a La Paz, libre tránsito y uso de puertos chilenos en condiciones especiales, entre otras). Acceder a una salida soberana al Pacífico por parte de Bolivia significa modificar los límites establecidos en el tratado de 1904, lo que es un acuerdo formalmente suscrito por las partes, que Chile ha cumplido y que se mantiene en plena vigencia.

     Y el Tribunal de La Haya, según el Pacto de Bogotá del año 1948, no tiene jurisprudencia en materias que hayan sido resueltas con anterioridad a esa fecha.

     La postura parece impecable. Chile dice que no tiene materias pendientes con Bolivia.

     Bolivia, por su parte, sostiene que sí las hay. Que Chile ha reconocido en reiteradas ocasiones que el tema de la mediterraneidad de Bolivia era un punto sobre el que estaba dispuesto a conversar. Y ahí nos pisamos la cola y hace que tenga serias dudas respecto a lo que pueda determinar la CIJ no sólo en este pre-juicio de impugnación, sino en la materia de fondo.

     De los contactos entre los países, antes y después de 1948, me referiré a dos que parecen ser los de mayor relevancia, y que son parte de la postura de Bolivia que ese tema está pendiente. No hay que menospreciar el argumento.

 Año 1950     

     Entre 1947 y 1950 hubo conversaciones entre Bolivia y Chile para iniciar negociaciones con el fin de otorgar una salida al mar a Bolivia, por medio de un corredor terrestre situado al norte de Arica, a cambio de una serie de compensaciones no territoriales a Chile.

     El 1 de junio de 1950, el embajador de Bolivia en Chile, Alberto Ostria, dirigió una nota al canciller chileno Walker, proponiendo lo siguiente:

“Que los gobiernos de Bolivia y Chile ingresen formalmente a una negociación directa para satisfacer la fundamental necesidad boliviana de obtener una salida propia y soberana al océano Pacífico, resolviendo así el problema de la mediterraneidad de Bolivia sobre las bases que consulten las recíprocas conveniencias y los verdaderos intereses de ambos pueblos.”

     El 20 de junio de 1950, Chile respondió con una nota, donde expresó lo siguiente:

“El gobierno de Chile, junto con resguardar la situación de derecho establecida en el Tratado de Paz de 1904, ha estado dispuesto a estudiar, en gestiones directas con Bolivia, la posibilidad de satisfacer las aspiraciones del Gobierno de Vuestra Excelencia y los intereses de Chile. En la presente oportunidad, tengo el honor de expresar a vuestra Excelencia que mi Gobierno será consecuente con esa posición y que, animado de un espíritu de fraternal amistad hacia Bolivia, está llano a entrar, formalmente, en una negociación destinada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al océano Pacífico, y a Chile obtener compensaciones que no tengan carácter territorial y que consulten efectivamente sus intereses.”

     Sin embargo las conversaciones  quedaron estancadas tanto por la negativa recepción en la opinión pública de ambas naciones como por la negativa de Perú a otorgar su beneplácito a la utilización de las aguas del lago Titicaca.

Año 1975. El acuerdo de Charaña

     La mayoría de los lectores de este blog eran ya mayorcitos en esa fecha y se recordarán del hecho.

     Fueron tratativas y acuerdos entre los presidentes Banzer y Pinochet, ambos militares y con visiones afines.

     Se trataba de un canje territorial. Chile entregaría una franja de terreno ubicada al norte de Arica y a lo largo de toda la frontera con Perú, como se muestra en el siguiente mapa:


     Por su parte Bolivia entregaría a Chile una superficie compensatoria equivalente como mínimo al área de tierra y mar cedida a Bolivia.

     Por el Tratado de Lima de 1929, cualquier cesión a otra parte de territorios que hubieran pertenecido a Perú antes de la guerra, debía contar con su aprobación. El principio de acuerdo fue objetado por Perú por lo que quedó en nada.

     Nótese que el fallo de la CIJ respecto al diferendo marítimo con Perú, en esa alternativa afectaría ahora a Bolivia. Lo mismo que el triángulo terrestre que tanto Chile como Perú  reclaman como propio, hubiera caído en territorio boliviano.

     Por esas razones, Bolivia indica que el tema de su mediterraneidad es un tema pendiente y solicita al tribunal un fallo que obligue a Chile negociar una salida soberana al Pacífico.

     Como suele suceder el todo litigio, ambas partes creen tener la razón. Siempre hay argumentos a favor y en contra. Y es el tribunal quien debe dirimir. Por lo tanto, no cabe abrigar un abierto optimismo ni sumirse en un pesimismo que lleva a la inacción. Todo puede pasar.

Posibles escenarios: resolución competencia del Tribunal

     Resulta poco probable que en las audiencias preliminares (impugnación de competencia), con los antecedentes entregados, la CIJ se defina en uno u otro sentido.

     Existe una opinión bastante generalizada que lo esperable es que la Corte decida ver el asunto de fondo, con todas las cartas sobre la mesa, y ahí decidir si la demanda boliviana se enmarca dentro de su jurisdicción. De llegar a la conclusión que no está dentro de su competencia, caso cerrado. Y si lo estuviera, se abre un amplio abanico de fallos posibles (matices) sin llegar a una solución definitiva, pues es algo que no se solicita sea dictaminado por el tribunal: sólo se pide la obligatoriedad de negociar.

Escenarios sobre el tema de fondo

     Dependerá de cómo se desarrolle el juicio. Se podría especular pero considero sería tiempo perdido.

     Hay sí algunas consideraciones que pueden traerse a colación:

·         El sólo hecho de haber presentado la demanda, muestra al gobierno boliviano honrando un mandato constitucional y liderando el sentir nacional.

·         El Tratado de 1904 es un acuerdo que Bolivia lo suscribió formalmente en su oportunidad, pero que con el correr del tiempo trató de ponerlo en entredicho (objeción al punto del Pacto de Bogotá que luego tuvo de levantar para poder presentar su demanda en La Haya). Ese es un acuerdo.

·         Ahora postula que su demanda en nada interfiere con el Tratado de 1904, lo que a todas luces no tiene sustento pues una salida soberana significa alterar los límites establecidos en dicho tratado.

·         Chile se ha allanado a negociar el tema con Bolivia, como se ha dicho. Quizás para abrir canales de integración que se han visto permanentemente entorpecidos. O, como en el caso de 1975, que puede haber sido un intento de poner una barrera a los litigios que se veían venir en ese entonces con Perú, al dejar de tener frontera con el país del norte.

·         Como sea, las aperturas chilenas fueron intentos de llegar a una solución a la aspiración boliviana, pero en ningún caso debieran ser consideradas como acuerdos. No es lo que sostiene Bolivia.

·         Si el fallo acogiera lo solicitado por Bolivia y se remitiera solamente a sentenciar que las partes deben negociar una salida soberana al mar, dejaría abierta la posibilidad que nunca se llegue a un acuerdo. Negociar no significa necesariamente llegar a acuerdo. Cada parte postulará sus aspiraciones; de existir algún punto en que ambas se satisfagan razonablemente, el acuerdo es posible. De lo contrario, se trataría de negociaciones fallidas.

·         Si el fallo además estableciera lo solicitado por Bolivia en el sentido que sean “negociaciones de buena fe”, podría darse origen a una serie de litigios con una de las partes aduciendo que la otra está actuando de mala fe al pedir retribuciones inaceptables. Podría ser un cuento de nunca acabar.

·         Y finalmente, si la CIJ definiera un plazo para la solución del conflicto estableciendo medidas punitivas en caso de no cumplirse (como nominar un árbitro arbitrador sin ulterior recurso), el asunto adquiriría una complejidad adicional.

     Todo pareciera indicar que lo más probable es que nos encontremos ante un proceso de largo aliento, costoso y desgastador para las partes y con resultados inciertos.



Notas del 8 de mayo de 2015

     Notas a favor de Chile:

1.      No resulta cierto que Chile ha creado expectativas a Bolivia, iniciando conversaciones pretendiendo no llegar a nada. Lo demuestra los casos mencionados de 1950 y 1975: se avanzó en una solución, fallida por la oposición de Perú.

2.      El tratado de 1904 obviamente puede ser modificado de común acuerdo por las partes. Pero no parece lógico que sea un tribunal el que obligue a negociar basado en la buena voluntad de Chile de satisfacer la aspiración boliviana considerando intereses mutuos de ambos países.

3.      Llama la atención de muchos que cuando se llegó a un mayor avance de las negociaciones (1975), haya sido cuando ambos países eran gobernados por militares de derecha y no durante gobiernos democráticos.

Nota del 8 de mayo de 2015 P.M.
Un amigo me mandó un artículo en que se establece que los territorios ganados por Chile a Bolivia fueron vendidos por Bolivia a precio de oro. Y sigue pagando por los beneficios otorgados a perpetuidad. Es lo que quedó reflejado en el Tratado de 1904.  Había escuchado ese comentario a un abogado chileno que entiendo fue juez en la CIJ, pero no le presté demasiada atención.
¿Desde cuándo el país ganador de una guerra compra a los perdedores el territorio conquistado? ¿Por qué ese es un tema poco conocido y difundido? ¿Por qué ese no ha sido un argumento esgrimido en La Haya?
En ese escenario, que los bolivianos ahora pidan la devolución de un territorio que no sólo perdieron en una guerra (que no fue declarada por Chile) y que además vendieron, parece de una osadía y falta de pudor sin nombre.
Quién se interese en al artículo puede pedírmelo. 
 

martes, 28 de abril de 2015

ADIÓS AL BINOMINAL


     Se ha promulgado la ley que sepulta el sistema binominal para las elecciones parlamentarias.

     Me llama la atención las declaraciones de políticos de uno y otro lado, aplicable al binominal como a otros temas del acontecer nacional, que interpreto como un insulto a la inteligencia de los chilenos. Algunos ejemplos irritantes:

·      "Los gastos de la campaña fueron aprobados por el SERVEL, por lo que no existen irregularidades." Ese organismo no tiene como certificar que lo gastado se ajusta a la ley ni el origen de los recursos. Esa aprobación dista mucho de certificar transparencia.

·         “Se trató de un error involuntario”. O hablar de irregularidades cuando se trata de una abierta  violación de la ley.

·         “Las boletas emitidas corresponden a estudios efectivamente realizados”. Nadie ha mostrado esos estudios para disipar toda duda. Decenas de personas involucradas en su emisión a solicitud de sus jefes, han declarado lo contrario.

·         “Los aportes a campañas efectuados por la empresa se ajustan estrictamente a lo establecido en la ley vigente”. Habrá algunas excepciones, pero la realidad demuestra que no fue la norma.

·         La manoseada frase “Hay que dejar que la instituciones funcionen”. Nadie puede declarar, por lo menos públicamente, que desee otra cosa.

·         “Hay que mantener el principio de inocencia mientras no se demuestre lo contrario”. Cierto en el ámbito judicial, pero en el ámbito político y moral, cuando hay antecedentes suficientes para sustentarlo, cada cual puede hacer su propio juicio y considerar el punto como materia juzgada.

     En el tema de esta columna, se habla de “sistema electoral proporcional, democrático,  ciudadano, representativo e inclusivo”. ¿Qué se querrá decir con esa fraseología”? ¿Por qué ha de ser más democrático que el anterior?

     Otra consigna: “El nuevo sistema incentivará una mayor participación electoral”. Me parece aventurada una afirmación como ésa. Veremos en las próximas elecciones si realmente se da.

      Y algo que no hay que dejar pasar: “El nuevo sistema no tendrá costo para el Estado”. La declaración estrella para demostrar que están tratando a los chilenos como personas con capacidad mental disminuida.

     La proporcionalidad siempre es imperfecta y todos los sistemas electorales tratan de reflejarla. Con mayor o menor éxito. El binominal también lo era.

     Los sistemas electorales son convenciones que las sociedades se dan para definir como elegir a sus representantes. Y los hay para todos los gustos. Simplemente se trata de definir “Así vamos a operar”. Y es importante que a la mayoría de la población le parezca razonable el sistema y el binominal no tenía esa legitimidad. Por lo tanto, había que cambiarlo. El punto es por cuál se reemplaza.

     Un ejemplo interesante: las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Quien gana en un estado, aunque sea por un voto, se lleva la totalidad de los votos electorales. Permite que un candidato sea electo presidente aunque no tenga la mayoría de los votos totales. Ocurrió el año 2000 que dio por vencedor a George W. Bush ante Al Gore, que sacó la mayoría de los sufragios. Antes había ocurrido en 1888. ¿Es por eso un sistema anti democrático?

El vilipendiado sistema binominal

     Algo más claro que el agua: el ser humano, cuando se trata de defender una posición, entrega los argumentos que favorecen su postura, ocultando aquellos que le son adversos.

     En el caso de la reforma electoral, el siguiente argumento es otros de los insultos a los que me considero sometido:

     “El perverso sistema binominal hace que el voto de 2/3 valga lo mismo  que el de 1/3 (ambos eligen un representante). Era imprescindible abolirlo”. Es un caso hipotético.

     Mi contrargumento: El nuevo sistema, en aquellos distritos con 3 candidatos electos, si una lista saca el 50,1% de los votos elige a 2 diputados, y la otra lista, con 49,9% de los sufragios, elige sólo 1. Aquí 1/2 vale 2/3 y el otro 1/2 sólo 1/3. En ese caso el binominal era más equitativo. También un caso hipotético.

     Por otro lado, en aquellos distritos y circunscripciones que eligen a 2 representantes, el binominal se mantiene. ¿No era tan perverso?

     En la práctica, el binominal obligaba a los partidos políticos a agruparse en dos bloques. Si no, estaban electoralmente perdidos. Uno de los aspectos que me pareció relevante y positivo en la constitución de 1980.

    El antiguo sistema político de los 3 tercios (derecha, centro e izquierda) en el pasado, llevaron a Chile a un quiebre institucional y social y a un golpe de estado. Sin el binominal, esa proporción se habría mantenido (y creo se mantiene hasta el día de hoy). Por lo tanto, creo que el binominal fue un sistema apropiado que resultó un aporte para la estabilidad y gobernabilidad del país cuando se regresó a la democracia. Si hoy es mejor cambiarlo, hagámoslo, pero sin demonizar el sistema que nos rigió  por 25 años.

Cifras

     Se dice que el binominal forzaba a un empate en ambas cámaras. En teoría.

     Como ocurre en la mayoría de los casos, la realidad suele resultar más equilibrada.

     Si nos referimos a las últimas elecciones presidenciales antes del 2013 (2da vuelta), donde se enfrentaron los candidatos de los dos grandes bloques, las elecciones fueron muy reñidas (Lagos/Lavín; Bachelet/Piñera y Piñera/Frei). Y en el Congreso, las fuerzas también estuvieron equiparadas. Por lo tanto el binominal reflejó la preferencia de los chilenos cuando los candidatos se refieren a los dos conglomerados políticos mayoritarios.

     Y en las elecciones del 2013, donde hubo un giro a la izquierda, la presidenta Bachelet salió elegida con una amplia mayoría y el “nefasto” binominal le dio también una holgada mayoría en el Parlamento que le permite aprobar sin contrapeso la mayoría de las leyes en el Congreso.

     Por lo tanto, en la práctica, el binominal no produjo las distorsiones de representatividad que se le atribuye.

Le génesis de los sistema electorales

     No hay que ser ingenuo: quienes los redactan y aprueban velan por los intereses de sus tiendas políticas. Algo muy natural y humano.

     En la Constitución de 1980, el régimen militar se puso en el escenario que las fuerzas opositoras lograran un peso importante y el binominal cumplía con el objetivo de contrarrestar un posible desbalance. Lo que realmente no ocurrió.

     En la nueva ley, quienes ostentan la mayoría, definieron un número impar de cargos a elegir en aquellos casos en que saben tiene mayoría. Si son 3, ellos sacarán 2 y los contrincantes sólo 1. Muchas veces vulnerando la proporcionalidad de cargos respecto al número de electores. Muy conveniente para sus intereses.

     Por otro lado, los nuevos partidos emergentes apoyaron con entusiasmo el nuevo sistema: ahora tendrán una opción, algo remota a mi entender, de acceder a algún cargo parlamentarios. Con el binominal no tenían ninguna.

     Así que reitero: ese y otro tipo de leyes se hacen teniendo muy presentes los intereses propios. Algo que, reitero, me parece bastante entendible. Pero obviemos frases como “Todo se ha hecho pensando en el bien del país”.

    La nueva ley ha sido promulgada. Esperemos que logre representar lo que la ciudadanía manifieste en las urnas.