martes, 24 de enero de 2012

¿Cómo estacionas el auto?

     Al observar las conductas humanas, a menudo se presenta la tentación de comentar algunos hechos a pesar de no tener la preparación académica ni las competencias para que éstos deban ser considerados seriamente. Este es un caso.


     El tema es como acostumbramos a estacionar nuestro auto. Si aculatado (aculatar es un término chileno, que significa “reculando”) o de frente.

ACULATADO

     En este caso, al entrar al estacionamiento, se tiene una completa visión del espacio antes de ejecutar la maniobra y al salir, que lo haremos de frente, tendremos la certeza que no hay nadie ni nada en el sentido que moveremos el vehículo. Me parece más seguro, pero requiere un mayor esfuerzo y concentración al momento de estacionarnos.


DE FRENTE

     Requiere menos esfuerzo inicial, pero será más laboriosa y requerirá mayor concentración la salida. Y el riesgo de no haber visto algo o alguien que esté detrás o algún vehículo que se aproxime en forma imprevista.


CARACTERÍSTICAS PERSONALES SEGÚN SU PREFERENCIA AL ESTACIONARSE.

     Este juicio es simplemente una “volada”
Los que lo hacen reculando o en retroceso

     Son los que prefieren un mayor esfuerzo hoy, para obtener un beneficio mañana.
Probablemente su personalidad tenga varias de estas características (no tiene porque ser todas):

• Visualizan el futuro y se preocupan por él.
• Son racionales y reflexivos.
• Viven el presente pensando en el mañana.
• Son previsores (quizás hasta ahorren en el APV).
• Sus gastos e inversiones son analizadas y meditadas antes de ejecutarlas.
• Lo piensa tres veces antes de endeudarse.
• Creen que su futuro dependerá básicamente de lo que hagan o dejen de hacer.
• No son en extremo dicharacheros ni se atreven a salirse de madre sin haberlo meditado antes.
• Sus decisiones no son espontáneas. Tienden a darle varias vueltas. Hasta pueden llegar a ser poco decididos.
• Son poco desinhibidos y con frecuencia, un tanto tradicionalistas.

     Basta con esto. Cada cual que complete la lista a su mejor parecer.

Los que lo hacen de frente

     Son los piensan que el presente es el que importa. El mañana nunca se sabe si llegará.
     Probables características:

• El futuro no es tema de especial preocupación.
• Son emocionales e impulsivos.
• La previsión está poco acentuada. El hoy está para disfrutarlo a concho.
• Corren el riesgo de gastar más de lo que ganan.
• Las tarjetas de crédito y los cheques a fecha son para ellos, instrumentos de valorada utilidad.
• El futuro no es previsible, por lo que no hay que prestarle más atención de la estrictamente necesaria.
• Suelen ser amigables, buenos para la parranda, simpáticos y extrovertidos.
• No les cuesta tomar decisiones.
• Están más dispuestos a quebrar reglas y hacer propuestas innovadoras y trasgresoras (no creo haber visto algún joven estacionarse de ese modo).

Como se estacionan en todo el Mundo:

     Así: unos de una forma y otros, de otra.


¿Y en Chile?

     Hoy tuve que ir al Alto Las Condes. Como sabía que iba a escribir sobre esto, observé el estacionamiento de 3 corridas por lado y lado. Total 235 vehículos.

     Resultado: El 29% estaba estacionado aculatado, y el otro 71%, de frente.

     Pregunta: ¿Cómo sueles estacionarte tú? Yo, aunque no es un paradigma a ultranza, prefiero hacerlo reculando. Y ahora, con los sensores de retroceso que traen los autos, me simplifican la maniobra.

¿Te consideras poco hábil para estacionarte?

     ¡Pero si es facilísimo! Es cosa que veas estos videos.
     En este primer caso, se demuestra la importancia de quedar a una prudente distancia de los vehículos cercanos.


     En este otro, las ventajas de los autos pequeños.


     Y finalmente, lo que no hay que hacer. ¡Hay que respetar a quienes llegaron primero y tienen menos experiencia que nosotros!


lunes, 16 de enero de 2012

¿LE CREE UD. A LAS CLASIFICADORAS DE RIESGO?

     Se han escrito miles de artículos sobre el tema del que voy a hablar.

     Standar & Poor´s acaba de bajarle la clasificación a 9 países europeos. Francia y Austria pierden su lugar en el club exclusivo de los países AAA. Estados Unidos ya lo había perdido hace unas semanas.

     La credibilidad de los mercados en lo que dicen las clasificadoras, me parece digna de una escena onírica.


     Partamos por Chile, con el bullado (y vergonzoso) caso de La Polar, y lo que decía una aseguradora sobre esa empresa del retail a fines del 2010 (acordémonos que el escándalo estalló en junio de 2011):

Feller-Rate
Strategic Affíliate of Standard & Poor’s
CLASIFICADORA DE RIESGO
INFORME DE CLASIFICACIÓN
EMPRESAS LA POLAR S.A.
Informe de Noviembre 2010.

Clasificación: solvencia A-, perspectiva estable.
Las clasificaciones asignadas a Empresas La Polar S.A. responden a su favorable posición competitiva en la industria de tiendas por departamento, particularmente en los segmentos socioeconómicos medios y medios bajos de la población, su exitosa propuesta comercial y sus relativamente elevados niveles de rentabilidad.

     ¿No es como para pensar que o no sabían sobre qué estaban hablando, o que había intereses oscuros ocultos?

     Otro caso bullado, que desencadenó la crisis del 2007, fue el desplome de Lehman Brothers, banco que las aseguradoras tenían con clasificación máxima hasta pocos días antes de conocerse la verdad.

     No tengo necesidad de buscar una redacción para ilustrar el caso. Basta con el apoyo de información que está en Internet:

Opinión sobre las clasificadoras de riesgo en Wikipedia:


     Desde el inicio de la crisis económica de 2008, que ninguna de las grandes agencias supo adelantar, están muy desacreditadas. Y es que estas agencias han demostrado sus carencias en crisis como la de Enron (su calificación permaneció en niveles normales 4 días antes de que la empresa fuera a la bancarrota, a pesar de que las agencias de calificación sabían de los problemas de la empresa durante meses), y en los primeros estadios de la actual, en donde Lehman Brothers tenía una buena calificación justo antes de su debacle.

     O este otro, lapidario respecto al papel jugado por esas agencias:

     Las dudas sobre la fiabilidad de las agencias calificadoras (S&P, Moody’s y Fitch) empezaron a aflorar con el colapso de Enron, a finales de 2001.


     Para muchos, las agencias de calificación son, junto a los grandes bancos de inversión de Wall Street, los villanos de la crisis financiera. En su expediente tienen el sobresaliente que concedieron a Bear Stearns, Lehman Brothers, AIG y a los paquetes de inversión estructurados con hipotecas basura. Y con el descalabro que no anticiparon, su credibilidad quedó en entredicho.


     Por eso la conclusión de la comisión de investigación es rotunda: fueron herramientas clave del caos financiero. En otras palabras: quizá la crisis no hubiera ocurrido si hubieran hecho bien su trabajo.

     Si a esto le sumamos:

• Que muchos países se han querellado contra las aseguradoras por el mal manejo que han demostrado en su quehacer (en Chile, la SVS lo hizo contra Feller Rate).

• Que sus clasificaciones tienen un impacto enorme en los países, dado que afectan las condiciones en las que pueden obtener créditos.

• Que las opiniones de esas agencias intervienen con sus clasificaciones en los mercados, pudiendo sacar un provecho ilegal (hay opiniones en ese sentido, pero yo no tengo constancia).

• Que los mercados les creen, afectando las bolsas de valores.

• Que sus ingresos son proporcionados por las mismas empresas y países a las que clasifican, lo que a simple vista resulta en un conflicto de intereses.

Que ningún organismo regula ni fiscaliza a las empresas aseguradoras.

     Se llega a un panorama con tintes surrealista.

     Por lo expuesto, debo declarar que mi credulidad sobre el trabajo de esas empresas, la sitúo en un rango entre bajo y nulo. Y tú, ¿qué opinas?

domingo, 8 de enero de 2012

TOME AGUA ALCALINA

     Recibí varios mails en que se planteaba los beneficios de tomar agua alcalina. Y su preparación casera consistía en un vaso de agua, el jugo de medio limón y un poco de bicarbonato de sodio (NaHCO3).


     Me pareció interesante, pues había leído varios artículos en que se exponía las bondades del bicarbonato de sodio para curar y prevenir el cáncer y para prevenir la acidificación del cuerpo a medida que pasan los años.

     En varios de ellos se indicaba que en algunos tratamientos actuales contra el cáncer (quimio, radioterapia), se adicionaba el uso del bicarbonato. Para unos, el objetivo era mitigar los efectos laterales del tratamiento, que son muy agresivos. Para otros, bastaría con el sólo tratamiento con bicarbonato, pero que no se hacía por ser “económicamente inconveniente”, pues se trata de un procedimiento de muy bajo costo. No me pronunciaré sobre el punto por no tener los elementos de juicio necesarios.

     Envié el mail sólo a mis familiares directos, pues soy poco dado a re-enviar correos “urbi et orbi”. Recibí comentarios y consultas, los que me hicieron pensar: “¿puedo responsabilizarme de alguna manera sobre lo que se está recomendando?” Obligado a hacer algunas indagaciones.

     Aunque todos lo sepan, no está de más decir que, si un líquido tiene pH 7, es neutro. Bajo ese valor, es ácido y sobre, básico o alcalino. Y que la escala es logarítmica: un pH 9 significa que tiene 100 veces más iones (OH-) que una solución de pH 7.

Las dudas

     Me asaltaron dudas químicas:

• Si se toma agua alcalina, ésta debe neutralizarse al llegar al estómago, cuyo ambiente es abiertamente ácido.
• En la receta casera para preparar agua alcalina, además de un vaso de agua y una pizca de NaHCO3, se recomendaba agregar el jugo de medio limón, cuyo jugo es de pH ácido. Un contrasentido.


La “investigación”

     Primer paso: la Internet, remedio infalible si se tiene la capacidad de discriminar entre lo creíble y lo absurdo (ella aguanta cualquier cosa, y la cantidad de chorradas que se publican, no es menor).
    Vi varios artículos al respecto. Aquí van dos a favor, por si alguien quiere ver algunas de las fuentes de información usadas:

http://www.aguaalcalina.es/00000099420d25b0a/index.html
http://www.medenergetica.com/articulos/suplementos/77-agua-alcalina-aliado-indispensable

     Este otro, de bicarbonato y cáncer:

http://www.medenergetica.com/articulos/suplementos/65-el-bicarbonato-de-sodio-y-el-cancer-1ra-parte

     Y el último, que dice que lo del agua alcalina es una estupidez y un negociado, dado que hay empresas que fabrican equipos para alcalinizar el agua (por lo visto, bastante caros), y otras, con un método más económico a base de pastillas que se agregan al agua.

http://www.cienciacierta.org/2008/04/agua-alcalina-una-gran-falacia.html

     Segundo paso: la experimentación. Necesitaba tiras para medir pH. Me dí vuelta por varias partes de Santiago, hasta que las encontré. La gracia me costó $16.000, pero en bien de la ciencia y la salud, bien valían la pena.

Resultados de la “investigación”

     Comprobé lo esperado, destacando que la escala de las tiras iba de 1 en 1, por lo que su resolución dejaba mucho que desear.
1. pH agua de la llave: 8 (debería ser cercano a 7, pero me pareció que era 8).
2. pH agua con una pizca de bicarbonato: 8 (sin variación)
3. pH agua con 3 pizcas de bicarbonato: 9 (ya había cambio)
4. pH jugo de limón: entre 2 y 3, o sea, bastante ácido, lo que ya todos sabíamos.
5. pH agua con una pizca de NaHCO3 y el jugo de medio limón, que era lo que se recomendaba para la preparación casera: 6. Químicamente lógico, y en este caso, lo que estamos tomando es una solución ácida y no alcalina, que era lo que se pretendía.
6. Por lo tanto, el agregar jugo de limón es contraproducente, y lo descarto.

     Respecto a la información recabada, destaco lo siguiente:
a) Dicen que la vejez y las enfermedades son un desbalance del organismo hacia la acidez.
b) A medida que envejecemos, nuestro cuerpo va perdiendo proporción de agua. Por eso, entre otras cosas, nos “arrugamos”.
c) Los tumores cancerosos tienen mayor acidez que las células sanas.
d) La sangre debe mantener un pH entre 7,35 y 7,45 (ligeramente alcalino) y éste no varía con el tiempo. Lo que se pierde con el tiempo es su capacidad de neutralizar el ácido del cuerpo por la pérdida de parte de los reguladores alcalinos de la sangre.
e) El bicarbonato es el principal buffer (tampón) sanguíneo para regular su pH. O sea, la sangre necesita de ese buffer.
f) Si se toma agua, por ahora digamos que alcalina, se produce la siguiente y sencilla reacción química (eso dicen los entendidos):

HCl + NaHCO3 = H2O + NaCl (sal común) + CO2

     En ese sentido la reacción se puede hacer en cualquier laboratorio. Pero en el inverso, dicen que sólo las células vivas:

H2O + NaCl + CO2 = HCl + NaHCO3

     Por lo tanto, interpreto que al tomar agua alcalina, baja la acidez del estómago (neutralización). Si el pH sube de 4,5 (dice un experto), el cuerpo tratará de recuperar su valor normal (4), y producirá HCl y NaHCO3, y sería este último el que entraría al torrente sanguíneo y no el que ingerimos directamente con el agua.

CONCLUSIONES

     Sólo puedo plantear lo que yo estoy haciendo, en base a mi mejor entendimiento. No recomendar nada, dado que quienes lean este artículo, tienen de sobra la edad en que cada cual debe tomar sus propias decisiones.

 Para los efectos perseguidos, me olvido del limón, por producir el efecto contrario al deseado.
 Ahora, si me gusta la limonada, me tomo una y punto.
 Trato de tomar, una o dos veces al día, un vaso de agua con una pizca de bicarbonato. No hay que abusar. ¿Por qué 2? Porque me parece suficiente, hasta que alguien me demuestre lo contrario. Y sobretodo: al agregar un poco de bicarbonato, el pH varía poco. Sin poder demostrarlo, la lógica me indica que si tomara agua sin ningún aditivo, dada la reacción que se produce en el estómago, el efecto debería ser parecido (disminución de la acidez por dilución). Por lo que las bondades de agregarle NaHCO3, las dejo dentro de un signo de interrogación, sólo por no tener los conocimientos para ratificarlo, pero teniendo en cuenta que muchos especialistas lo recomiendan.
 Sobre eso: 4 vasos de agua más. Eso del agua, es vital. Lo dicen muchos y lo dicta la lógica. El cuerpo es en gran parte agua, y hay que ayudarlo para mantener el balance natural.

     Al respecto, dos experiencias de las cuales puedo dar fe:

 Por años, fui poco aficionado a tomar agua. Tenía problemas de dolor en los codos. Cambié de hábitos y me impuse tomar agua, tuviera o no sed. Las molestias casi desaparecieron.
 Si siento acidez estomacal, tomo agua. Nada de pastillas. Y a los minutos, ésta desaparece. De toda lógica química: al beber agua, de pH neutro o casi neutro, la acidez estomacal “se diluye”.



LO DEL BICARBONATO, SE LO DEJO A CADA CUAL.








LO DE TOMAR BASTANTE AGUA, LES RECOMIENDO QUE LO PIENSEN.




Nota al pié de página: Si mis amigos (y lectores) médicos tienen algo que decir, agradeceré mucho sus comentarios. Y si he dicho alguna barbaridad, háganmelo saber.
Nota de Enero 2013: dado los numerosos comentarios que he recibido de lectores en el sentido que el limón dentro del cuerpo tiene un efecto alcalino y no ácido como dicta el sentido común, dejo sin efecto mis aprehensiones respecto al limón. Por lo tanto, póngale limón además del bicarbonato.

jueves, 5 de enero de 2012

PSICOLOGÍA HUMANA, CONDUCCIÓN Y CELULARES

     Hay comportamientos del ser humano que resultan incomprensibles. E indignantes.

     La falta de respeto y consideración de muchos conductores hacia sus semejantes y hacia las normas que ha establecido la sociedad para una convivencia medianamente civilizada, es uno de ellos.

Utilizaré algunos adjetivos algo fuertes, que puedan ser dichos a toda audiencia, como un mecanismo para descargar mi frustración y stress.
     Si alguien quiere poner en riesgo su vida, es su prerrogativa. ¡Pero no involucren a los demás en su idiota acción, poniendo en riesgo la integridad de terceros!

    En Santiago, una cantidad apreciable de conductores se meten las reglas del tránsito en la parte que tú sabes.
     En la esquina de mi casa, de Los Militares y Manquehue, hay un letrero de no virar a la izquierda. Para muchos, es como si no estuviera.
     Y en la peluquería que va mi esposa, hay un pasaje estrecho de un solo sentido. Un letrero “NO ENTRAR” indica la prohibición. Como si no existiera. En muchas oportunidades, al tratar de salir, un coche, siempre conducido por una mujer (es zona de peluquerías), me franquea el paso, en dirección contraria. En esos casos, la caballerosidad queda en el olvido; me bajo, la increpo y la obligo a dejarme el paso, haciéndole ver su infracción. No precisamente en forma amable.
     No sé si es ceguera, distracción o que concientemente la regla es: “Si una disposición me incomoda, simplemente ésta debe ser violada”. Total, las probabilidades que me sorprendan son mínimas, pues carabineros está preocupado de otros temas de mayor relevancia, como los asaltos, los robos, los narcotraficantes y controlar las protestas callejeras. Y los recursos son escasos para cubrir todas las áreas de su quehacer.

     Pero el tema es CONDUCIR Y HABLAR POR CELULAR SIMULTÁNEAMENTE.

     Digamos que el hecho está penado en la Ley del Tránsito y se clasifica como “falta grave”. La multa: entre 1 y 1,5 UTM (más claro: $39.000 a $58.000). Una ganga.
     Los “manos libres” están permitidos.
     Quienes redactaron y aprobaron la ley, o no profundizaron suficientemente en el tema (sus consecuencias), o padecen de lagunas mentales severas (actividad neuronal cerebral desminuida).

     El ideal es que el hombre actuara responsablemente, en conciencia, con ética y respeto hacia sus congéneres y el medio que nos permite la existencia. Pero parece ser una utopía. Entonces, tenemos que llenarnos de leyes y mecanismos de control para evitar que nos salgamos de madre. Pero si esas leyes establecen que infringirlas nos sale “barato”, sumado a la escasa probabilidad de ser sorprendidos, la invitación a hacer caso omiso de ellas resulta demasiado tentador para muchos.

     Si se hurguetea en artículos que tratan el tema, las conclusiones son lapidarias.

     Algunos datos ilustrativos:

• Conducir y hablar por celular aumenta en 4 veces las probabilidades de un accidente.
• Universidad de Utah: sólo 2,5% de la población puede hacer ambas cosas sin problemas.
• David Strayer de la Universidad de Utah: Las conversaciones reducen la actividad cerebral del conductor a la mitad en áreas claves del cerebro necesarias para atender las condiciones del tráfico.
• British Medical Journal: Caso manos libres: No es marcar el número lo que más distrae, sino la conversación misma.

Manos libres: no es tan inifensivo como algunos creen
     No es necesario darle más vueltas. Cualquier actividad que distraiga la atención de la conducción, puede tener consecuencias fatales. Para el imbécil que conduce y para inocentes que pueden verse afectados por su irresponsabilidad.

     La chispa que me decidió hablar del tema (lo tenía en carpeta): hace 2 días, varios peatones cruzamos una esquina, con luz verde. Un energúmeno dobló y casi nos arrolla a 4 personas. ¿Qué cree que venía haciendo? Claro, hablando con el celular en una mano, la otra en el manubrio y su cabezota puesta en cualquier parte menos en una conducción cuidadosa. Me acordé de la madre que lo parió y toda su parentela. A viva voz, con el apoyo de uno de los otros 3 casi arrollados.

¿Crees que esta mujer ha visto a la mamá con el hijo en brazos?
     Caso personal que no necesariamente es aplicable a otros: Cuando dicen que el hombre no puede caminar y mascar chicle al mismo tiempo, me siento plenamente identificado.
     Cuando conduzco y tengo una conversación amena con mi acompañante, con frecuencia me doy cuenta que mi atención en la conducción se ve disminuida, y me recrimino por mi descuido.

     Decididamente no estoy entre el 2,5% de personas que pueden conducir y hablar por celular (y no lo hago). ¿Y tú?

¿Dónde crees que tiene la atención puesta este conductor?
Hasta el mono lo mira con desaprobación

¿Estará preguntando por los niños o poniéndose de acuerdo con las amigas para tomar tecito?

De todo lo dicho, al que le venga el sayo, que se lo ponga.

Evitemos esto