viernes, 13 de febrero de 2009

La crisis financiera.La operación rescate y ¿Pagará Moya? (4 Oct.2008)

2008-10-04

LA CRISIS FINANCIERA

A raíz de uno de los tantos comentarios a mi "reflexión" que el hombre no aprende, escribí al amigo que me lo envió.

_______________COPIO MAIL MENCIONADO_____________________
Gracias amigo por darte el tiempo de comentar mi nota.
Veo que te manejas bien en eso de los fondos de las AFPs. FELICITACIONES POR EL CAMBIO AL FONDO D. Yo pensé, no una, sino varias veces, hacer una movida similar. Pero me resistí, esperando la recuperación. Con el desastre de hoy (que estimo se mantendrá mañana, y quizás pasado, aunque no es lo que deseo), ni te cuento lo que he perdido. Mis fondos de jubilación los tengo en el C, y la cuenta de ahorro en el A y C. Para colmo, tengo acciones...Un verdadero caos, por ahora. Pero como estas inversiones son a largo plazo, y se supone que no debería haber un cataclismo en que toda la economía mundial se desplome y quiebre en forma definitiva y para siempre, no me queda otra que esperar el momento de la recuperación.
¿Por qué tenemos que asumir todos los costos de la pérdida? Porque así es la lógica del sistema, a la cual no me opongo. Sino tendría que pagar Moya.
Un caso:
Compro acciones (o invierto en cualquier instrumento), esperando una razonable rentabilidad de mi inversión. Elijo una institución o empresa, confiando que manejarán responsablemente mi inversión. Pero estoy asumiendo un riesgo. Ahora, si donde invertí se va a la quiebra, he perdido todo. Así debe ser.
Uno de los puntos negros (causas) de la actual crisis, es que los inversionistas de Wall Street (y en muchas otras partes), por una parte se dedicaron a especular irresponsablemente, con la esperanza de obtener utilidades fuera de toda lógica. Por otro lado, los altos ejecutivos y principales responsables (CEOs y demases) se pagaban sueldos y bonos multimillonarios. Y en vez de agregar valor a su gestión, la llevaron a la quiebra. Sumémosle la falta de una regulación racional (no excesiva que termine por asfixiar al sistema) y un apropiado control, para llegar a donde estamos.
Mi punto: Estoy dispuesto a asumir la pérdida por el riesgo que concientemente acepté. Pero traicionaron mi confianza. Y los responsables, no sé si por incompetencia o por frescura (más creo en lo segundo), no se la pueden llevar gratis. Deberían responder con su patrimonio (eso en la práctica no resulta, pues si así fueran las reglas, pondrían todo el patrimonio a nombre de un familiar o una empresa de papel, e igual no responderían), y lo otro, responder judicialmente por el daño causado e ir a la cárcel.

La operación rescate. Unos dicen que no tiene porque el contribuyente pagar los platos rotos, y que favorece a las grandes empresas. Posición de varios demócratas (USA). Otros, que el Estado no tiene porque intervenir en los mercados. Posición de la mayoría de los republicanos (USA), dándole la espalda al presidente que es de su partido. Razones distintas, pero la cosa es que el proyecto fue rechazado hoy.
No concuerdo con ninguna de las dos posiciones. En primer lugar, si quiebra el sistema financiero, todos sufren las consecuencias. Se genera no sólo un problema económico, sino además social. Sólo algunos puntos (no estoy inventando nada nuevo, muchos lo han dicho antes que yo):
· Todos hemos sido afectados en nuestros fondos de pensiones. Si pensabas jubilar pronto y pensabas contratar una renta vitalicia (cosa que muchos saben no es una alternativa que me guste) ¡Olvídate! Vas a sacar una pensión bastante menor, pues tus fondos vienen disminuyendo desde Noviembre del año pasado. Con retiros programados puede no ser tan dramático, pues los fondos son de uno, y si la recuperación se da, se podrá recuperar por lo menos parte de lo perdido.
· Quienes ya jubilaron y tienen una renta vitalicia: ¿Han pensado que frente a una debacle generalizada, sus compañías aseguradoras pueden quebrar, y en este caso el Estado les asegura sólo una parte de su pensión, con un tope de 45 UF?
· Los créditos se reducen o se congelan (hoy prácticamente están así). Quienes esperaban comprar un bien raíz, un auto o cualquier bien, les será mucho más difícil (les pedirán muchas más garantías) y está claro: el préstamo le saldrá mucho más caro.
· En Chile (no sé el resto del mundo), la mayoría vive del crédito, en mi modesta opinión, ya bastante caros: tarjetas de crédito, Falabella, Ripley, Líder, Jumbo etc, etc. Van a pedir más solvencia (quizás a muchos les corten el crédito) o se lo van a encarecer.
· Bajará el consumo (ya está ocurriendo). Bajará la producción. Unas empresas recortarán costos (léase personal y por lo tanto despidos), y otras deberán sencillamente cerrar sus puertas. ¿Les suena familiar el escenario? Resultado: cesantía, la peor lacra de una sociedad.
· ¿Trabajas en una empresa que produce bienes o servicios prescindibles? ¡Alerta! Serán las primeras en caer.
· ¿Tienes algunos ahorros para el futuro? Estos han venido disminuyendo sistemáticamente, y podrían eventualmente desvanecerse, frente a una quiebra.
· ¿Créditos para estudiar? Difícil.
· Y no sigo....
Ahora: ¿Quién podrá defendernos? (Chapulín). Dios, creo, observa desde lejos, viendo las brutalidades de que somos capaces estos seres producto de su creación, y estimo que no tiene la más mínima intención de intervenir. Sólo queda mirar al Estado.
Y me parece bien que intervenga, no para salvar a las grandes corporaciones, si no a los pobres contribuyentes que no tienen a quien más recurrir, y que como dije, si colapsa el sistema, el costo para ellos (o sea, nosotros) sería mucho mayor. Ahora, que realmente la intención sea esa, no puedo asegurarlo.
Como todas las cosas, esta postura tiene un argumento detractor atendible: "Si actuamos así, estamos incubando la próxima crisis. Los irresponsables seguirán especulando, dejando aflorar su codicia (Bachelet lo dijo, algunos dicen no es un concepto apropiado al caso, pero yo creo que sí), y si el sistema colapsa, no importa, total el Estado nos salvará. Es un mal precedente. Pero en la historia, esto ha ocurrido en incontables oportunidades.
Para evitar esto, es lo que dije: no me atrevo a proponer la pena capital para los responsables, pero sí por lo menos la cárcel. Para que a futuro actúen con mayor prudencia y responsabilidad.
Víctor.

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