lunes, 17 de octubre de 2011

SISTEMA PREVISIONAL CHILENO. MITOS Y REALIDADES.Parte 1: Las rentabilidades.

     Quienes me conocen, saben que éste es uno de mis temas preferidos. Y que, en general, mi juicio sobre él es bastante positivo.

     Para tener una opinión sobre algún tema, es importante conocer y analizar tanto las posiciones de sus defensores como la de sus detractores.

En esta publicación, mi intención es analizar las críticas que se hacen al sistema previsional chileno, muchas de ellas lapidarias. No con el prejuicio de rebatirlas, sino para llegar a una conclusión respecto a qué críticas tienen asidero y cuales, no.

BASES DEL ANÁLISIS

     Las proyecciones de nuestro sistema previsional, se basan en ciertos supuestos sobre situaciones que se espera se den a futuro. Básicamente la rentabilidad de los fondos de pensiones. Y tratándose de supuestos, éstos son a gusto del consumidor. No es un buen punto de partida para mi propósito.
     Por lo tanto, en lo principal, me basaré en dos situaciones reales, que son parte de la historia. Con datos comprobables y demostrables. Sin suposiciones ni extrapolaciones.
     El análisis fue hecho considerando los datos reales mes a mes. Para ilustrar ciertas situaciones, me veré obligado a proyectar más allá de septiembre de 2011, en cuyo caso sí tendré que hacer supuestos, que espero sean razonables.

Se trata de dos varones, casados, ambos ya pensionados y cotizantes de AFP CUPRUM (todo mi análisis se basará en esa AFP). Sus trayectorias en el sistema previsional e identificación son las siguientes:

NN1: Inicia su vida laboral en 1972, a los 25 años. Hasta el años 1981, que se crea el nuevo sistema, impone en la Caja de Empleados Particulares (o sea, tuvo derecho a bono de reconocimiento). A partir de esa fecha y hasta septiembre de 2000 (54 años), cotiza por el máximo (60 UF). Luego impone en forma voluntaria hasta abril de 2006, por un sueldo de 21 UF. Impuso por un sueldo imponible promedio mensual (1972 a 2006) de 53,33 UF.
     Decide jubilar en forma anticipada el año 2006, a los 59 años, con la opción de retiros programados. Siempre se mantuvo en el Fondo C.

NN2: Su vida laboral se inicia en 1971. Hasta el año 1983, por trabajos en el extranjero y otras razones, no tiene cotizaciones reconocidas en Chile (sin derecho a bono de reconocimiento). Ese año, y hasta abril de 2001, cotiza por el máximo imponible de 60 UF. Deja de cotizar en esa fecha y vuelve a hacerlo entre Julio de 2003 y 2004 por 59 UF. A partir de esta última fecha, no vuelve a cotizar. En noviembre 2002 se cambia del Fondo C a E.
     Por lo expuesto, durante todo el período (1971 a 2011), cotiza un 45,9% de los meses, por un sueldo imponible promedio mensual de 27,98 UF.
     Jubila en octubre de 2011, al cumplir 65 años. Opta por retiros programados.

Nótese que ambos NN, fueron cotizantes que se alejan de lo que se podría considerar como normal.

CRÍTICAS A LA RENTABILIDAD

     Usaré publicaciones (las partes ilustrativas) que se encuentran en Internet para focalizar las críticas sobre este punto.

     Debo destacar que los juicios de los detractores del sistema, que son muchos, suelen ser taxativas y lapidarias. Hubiera deseado que se dijera, “esto está bien y esto, mal”. Normalmente el objetivo pareciera ser que hay que demoler y abolir el sistema.

Veamos:

A 30 años del mayor desfalco en la historia de Chile
Francisco Herreros, Red Digital

     Y encima, por ganar dinero con los recursos de los trabajadores, el sistema privado de pensiones les cobra comisiones abusivas y expropiatorias, progresivamente más gravosas mientras menor es el ingreso del trabajador.
     Pero por lo mismo, la tasa interna de retorno (TIR) de los depósitos se reduce a alrededor de la mitad de la rentabilidad promedio oficial alcanzada por el fondo de pensiones.

AFP: Subiendo la apuesta
Manuel Riesco CENDA Chile

    En efecto, la crisis ha demostrado que en el largo plazo los mercados financieros mundiales han estado a pérdida la mayor parte del tiempo y sus rendimientos promedio son inferiores al 1,6 por ciento anual real, lo cual no permite sostener un régimen de capitalización individual como el chileno, que se diseñó suponiendo un 4 por ciento de retorno real anual promedio.

El cumpleaños del Willy
Manuel Riesco CENDA Chile

     Lo más probable es que estos rendimientos más realistas se extiendan por varios años más. Hasta que el rendimiento de largo plazo de los fondos AFP - el tan cacareado 9 por ciento del Willy - se acomode a los rendimientos de largo plazo de los mercados financieros, que como se ha mencionado es inferior al 2 por ciento real anual.

AFPs: ¿quién ha ganado en estos 27 años?
Manuel Riesco CENDA Chile

     Considerando los aportes netos realizados a lo largo de 27 años y el fondo inicial y final, la tasa interna de retorno (TIR, ver Nº 2) resulta apenas 2,2 por ciento al año, bastante por debajo del 8,5 de rentabilidad promedio que exhibe el fondo de pensiones en el mismo período.

MI ANÁLISIS

La tasa interna de retorno (TIR)

     En muchos artículos, se menciona que la rentabilidad real de la inversión debe ser medida por la TIR y no por la rentabilidad medida por la variación del valor de las cuotas, que es la cifra que se maneja normalmente.

Esto es una verdad del porte de un buque.

     Razón: lo que invierte un trabajador para su pensión, no es sólo lo que va a su cuenta de capitalización, sino además la comisión cobrada por la AFP. En el período analizado, ésta era de 1,9% (bajó a 1,48% en julio 2009; ya hablaré de ello).
     Por lo tanto, por cada $1.000 que van a la cuenta de capitalización, lo que el cotizante tuvo que pagar fueron $1.190, Ésa es su inversión real (dejo de lado los seguros, pues no tienen nada que ver con la jubilación y la AFP opera como mero recaudador).
     La “rentabilidad de las cuotas” considera sólo los $1.000, pero el retorno (TIR) para el trabajador debe considerar los $1.190.

     Veamos las cifras para el caso de nuestro personaje NN1, desde que empezó a operar el nuevo sistema hasta que se pensionó. (Para ampliar el gráfico, haz “click” sobre él.


     Queda de manifiesto que al usar el concepto de TIR, la rentabilidad disminuye significativamente.

     Por lo tanto, concuerdo con el punto, en cuanto a concepto.

Rentabilidad real de del sistema vigente

     Veamos cuales fueron las rentabilidades reales para nuestros dos personajes, desde que se creó el sistema (1981), hasta la fecha (2011). Son 30 años de historia, lo que es un período no menor.

     Partamos por NN1, separado por período de cotización, de jubilación y total.



     Durante su cotización (1981 a 2006), su TIR fue de 7,96%, datos que ya vimos en gráfico anterior.
     Desde que jubiló (2006) hasta el presente año (2011), la TIR bajó a 3,59%, producto de la gran crisis financiera del 2008.
     Y en todo el período (1981 a 2011), la TIR ha sido de 6,65%.

Comparemos ahora NN1 y NN2.


     La TIR depende de varios factores: rentabilidad de las cuotas, tipo de fondo elegido y monto asociado a la oportunidad (mes) de la cotización. La diferencia entre ambos casos se justifica por lo dicho.

     Con estos dos casos de la vida real, que cubre un período de 30 años, no puede menos que sorprenderme que se hable de rentabilidades reales de 1,6% o 2%. La historia demuestra que no ha sido así.

MIS CONCLUSIONES

1. Para conocer la rentabilidad real de lo invertido para la jubilación, hay que usar el concepto de TIR, y no la rentabilidad de las cuotas.

2. Cuando las AFPs hablan de rentabilidades del 9%, se refieren a las cuotas. Como se demostró, la TIR, que es lo que importa, resulta menor.

3. En los dos casos analizados, la TIR ha resultado mejor que lo proyectado al diseñar el sistema previsional (4%).

4. Las críticas de los detractores, en lo que se refiere a rentabilidad de la inversión, resultan injustificadas, en lo que va corrido de vigencia del sistema (30 años).

5. Esa diferencia en las conclusiones, me resultan inexplicables, y me resisto a creer que sea debida a meros errores involuntarios de apreciación.

6. ¿Se mantendrán estas TIR en el futuro? Nadie puede decirlo. Yo creo que es poco probable, tan poco como que caigan a los valores mencionados en los artículos mostrados.
     El futuro siempre es incierto y, como dije, se pueden suponer escenarios futuros a gusto del consumidor.

1 comentario:

  1. Estimado Víctor: Aquí hay algo que puedo destacar en tu análisis: "tienes credibilidad", independiente a que yo pueda revisar la memoria de cálculo de lo expuesto.
    Generalmente, los que emiten opiniones lo hacen sin una buena base o condicionada a sus intereses, a veces creyendo firmemente en lo que postulan. Para evitarme caer en el juego, hago mis propios análisis sobre los temas que me afectan, lo converso con mi hijo y después tomo decisiones (malas y/o buenas).

    Saludos
    Carlos V.

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