Este fin de semana (viernes 7 y sábado 8 de octubre), se ha hecho un llamado a plebiscito por el tema educación (y otro que nada tiene que ver con ella).
Para quienes estén interesados, el llamado, bases y formas de votación los pueden encontrar en:
http://www.votociudadano.cl/
Se podrá votar por Internet o en los locales que se están dando a conocer.
El proceso está siendo liderado por el movimiento estudiantil y el Colegio de Profesores, y se les han unido otras organizaciones como la CUT y la ANEF.
Dado que el tema ha dado mucho que hablar (lo seguirá dando por mucho tiempo), y que el sistema educacional chileno está fuertemente cuestionado, no sin razón, el impulso a hacer algunas consideraciones, me ha resultado imperativo.
El tema de los plebiscitos vinculantes
No estoy a favor ni en contra de ellos, sino todo lo contrario (planteamiento absurdo que suelo utilizar a menudo, cuando la disyuntiva es del todo confusa).
El hecho de consultar a la ciudadanía sobre temas importantes, pareciera ser el ejercicio de la democracia en todo su esplendor. Teóricamente impecable.
Pero en la práctica, tiene muchos bemoles. Veamos algunos.
• Materias complejas son difíciles de dilucidar con un sí o un no. Hay muchas derivadas y considerandos que no pueden ponerse en una simple pregunta.
• La confección de las preguntas, aún que impere la mejor intención, suelen tener más de una consideración. Si estoy de acuerdo con una y no con otra, ¿qué respondo?
• Riesgo: que quienes no entiendan bien el problema o se sientan lejanos a él, opten por no participar. Y en consecuencia, el resultado sea poco representativo, pero de consecuencias, por ser vinculante.
• Las preguntas pueden ser orientadas en forma tal, que favorezcan el resultado deseado por quienes las elaboran.
• Y sabemos de plebiscitos que se hacen para doblar la mano a una institucionalidad vigente, saltándose los pasos definidos por las leyes, aprovechando la existencia de mayorías circunstanciales. Sólo mencionaré el caso de Venezuela: en un plebiscito, Chávez sale derrotado. Hacen un segundo plebiscito, sobre el mismo tema, pero cambiando la forma y oportunidad, y en ese caso, el gobierno venezolano logra su objetivo. Sí, ya sé que Venezuela es un mal ejemplo de democracia, pero son casos que pueden darse.
• Los resultados de una consulta pública pueden estar fuertemente influidos por estados de ánimo que no tengan directa relación con el tema. Por ejemplo, castigar a un gobierno, a los empresarios o algo similar.
• El uso reiterado de plebiscitos puede llevar a un país a la ingobernabilidad. Razón: es difícil imaginar que los votantes, en su mayoría, puedan evaluar las consecuencias de un mandato plebiscitario en toda su profundidad. Y me incluyo entre ellos. ¿Cómo se financia su costo? ¿Cómo puede afectar el desarrollo y competitividad del país? ¿Qué implicancias internacionales pueden haber? ¿Cuáles serán las consecuencias en el largo plazo?
Dejémoslo ahí.
Los temas importantes, que son los que podrían ameritar una consulta popular, requieren un profundo análisis. Y para ello la sociedad establece el estamento que debe hacerse cargo de ellos: los políticos. Pero me temo que muchos piensen: “Como los políticos están desacreditados, resolvamos los problemas vía plebiscito”. De ser así, el problema al que estamos enfrentados sería aún más gordo que el mismo tema educacional.
La voz del pueblo tiene que ser escuchada: sus problemas, sus aspiraciones, sus propuestas. Pero hay otros mecanismos. Por ejemplo, reuniéndose con las organizaciones sociales o con las encuestas. Las que se han hecho sobre el tema de la educación, ya nos han hecho saber qué piensa la gente.
¿Qué de nuevo se va a obtener con este plebiscito? Quizás la intención sea decirle a la autoridad: “Como Ud. no quiere hacer plebiscito, entonces lo haremos nosotros”.
Voy a copiar las preguntas del plebiscito mencionado, con algunas reflexiones mías:
1. ¿Está usted de acuerdo en que exista una Educación Pública gratuita y de calidad en todos sus niveles, garantizada por el Estado?
Varias de mis dudas se reflejan en esta pregunta.
a) ¿Se refiere sólo a la existencia de una pública, (entiendo no se objeta otra privada 100% sin aporte estatal), o podría coexistir con una tercera mixta con aportes del estado? Porque quizás el Estado no tenga los recursos para hacerse cargo del 100% de la educación.
b) ¿Y si estoy de acuerdo con algunos “niveles” y no con otros?
c) Garantizada por el Estado: ¿significa que garantiza la calidad o solventar enteramente su costo y asumir íntegramente la responsabilidad?
No sabría qué responder.
2. ¿Está usted de acuerdo con que las escuelas y liceos sean desmunicipalizados, volviendo a depender del Ministerio de Educación de forma descentralizada, participativa y autónoma?
¿Si estuviera de acuerdo, pero no con que fuera en forma autónoma? Además, tengo mis serias dudas sobre qué se quiere decir con “participativa” y “autónoma.
3. Está usted de acuerdo que el lucro con fondos públicos deba ser prohibido en todos los niveles de la educación chilena?
De nuevo: ¿si creo que sí, por ejemplo, en la pre-escolar, básica y media, pero no en la profesional y universitaria? Me quedo sin respuesta.
4. ¿Está usted de acuerdo con la necesidad de incorporar el Plebiscito vinculante, convocado por los ciudadanos, para resolver los problemas fundamentales de carácter nacional?
a) Esto es poner un tema que nada tiene que ver con la consulta principal. Pero como fue uno de los temas que son caros por los convocantes (como lo fue en su momento, la nacionalización del cobre o la reforma tributaria), deben haber pensado: “Hagamos la pregunta para mantener el tema en primera plana”.
b) ¿Cómo van a convocar los ciudadanos el plebiscito? ¿Con 100.000 firmas? ¿Con 2 millones?
c) ¿Cómo y quién definirá cuales son los problemas fundamentales de carácter nacional?
Demasiadas dudas para adoptar una posición responsable, sin correr el riesgo que la historia, luego, me demuestre que he cometido un grave error.
Palabras finales
Me llamó la atención que en la televisión, uno de los voceros (que no conozco), haya solicitado que no votaran más de una vez. ¿Quién me asegura que quienes están fuertemente comprometidos en las movilizaciones y desean un resultado favorable (y votarán en forma masiva), no lo vayan a hacer (algunos, obviamente no todos). Ese riesgo pone en duda la representatividad de los resultados.
Definitivamente, les creo más a las encuestas elaboradas en forma técnicamente correcta.
¿Desean un pronóstico? Cerca (si no más) del 90% de quienes participen en la consulta, responderán afirmativamente a las preguntas.
Sobre Educación
Hace 13 años
Mi hermano, profesor de la Universidad politécnica de Madrid, dijo:
ResponderEliminarExcelente análisis Víctor, totalmente de acuerdo contigo.
Caer en un asambleísmo barato, en donde se mezclan las cosas como el
dichoso punto 4 que aquí no pinta absolutamente nada, puede ser
extremadamente peligroso.
Aunque tengan razón en que la educación chilena (especialmente la
universitaria) es muy cara y no existe una oferta adecuada para estratos
sociales bajos e incluso medios, salvo el consabido endeudamiento de por
vida, cosas como ese punto 4 indican a las claras hacia dónde tienen
orientado su objetivo estos grupos.
Y bajo mi punto de vista eso ya desacredita su reivindicación, por muy
justa que ésta sea.
Y lo dice quien trabaja en la educación superior en España, en una
universidad pública, como la gran mayoría de universidades en nuestro
país.
Lástima que hayan ido por esos derroteros; simplemente no me gusta. Como
decimos en España, se les ve el plumero.
Buen trabajo, saludos.
Jorge
http://www.lpsi.eui.upm.es/~jramio/
Estimado Víctor:
ResponderEliminarTienes mucha razón en lo planteado, pero siempre hay más. Sobre todo con las verdades parciales ( que esconden una mentira) y que entienden los votantes (normalmente tenemos contextos de obviedad diferentes, incluso acomodaticios, dogmáticos o estrechos), cómo analizan lo que les presentan, tienen claras todas la variables o factores, son rugurosos en el análisis, son objetivos dentro de la subjetividad?
Generalmente no contesto encuestas por lo que tu planteas, te encasillan y no hay opción distinta (tendenciosas).
Perdí la credibilidad porque todos tratan de hacerte comulgar con ruedas de carreta.
Gracias por enviarme tus comentarios.
Carlos V.
Penoso su post.
ResponderEliminarIncreíble el miedo que tiene la oligarquúia de este país (que controla todo, captura todas las rentas, roba impuinemente sin ir jamas a la carcel, evita la compwetencia economica, etc, etc) de perder el control de el más nimio aspecto.
Tiene miedo. Porque sabenm quie la educacion es solo la punta de lanza. Y que despues vendran las AFP, que mas temprano que tarde deberan ser expropiadas porque el sistema hace agua por todos lados, las isapres, las leyes laborales y una infinidad de etcéteras.
En este pais no hay democracia. Lo que hay es una elite corrupta que hace lo que se le da la gana sin dar explicacion alguna.
Y esa es la opinion de la mayoría de los chilenos.
Es válido que consiere penoso mi post. Yo también considero penoso (no criticable) que haya personas cuya postura sea ¡ABAJO TODO! por reemplazarlo por algo que no se sabe exactamente que es. Demuestran una gran insatisfacción y frustración y sus razones tendrán para ello.
ResponderEliminarChile ha logrado grandes avances, sin que por ello quiera decir que no tenemos problemas e injusticias.Hay que denunciarlos y corregirlos con fuerza y decisión. Pero de ahí a postular que todo está malo, hay un largo trecho.Mi postura es: "Cuidemos Chile".Prefiero tener una mirada optimista, positiva y constructiva de Chile.
Y aclaro:no me considero en absoluto parte de la "oligarquía" que menciona.
Gracias por sus comentarios.
y donde estan los avances yo veo solo corrupcion
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