domingo, 24 de julio de 2011

HISTORIA IMAGINARIA DE UN FRESCO

Don Leovigildo es una persona entendida en negocios corporativos. Ha ocupado varios y altos cargos durante su vida, tanto gerenciales como en directorios, lo que le ha permitido tener una muy holgada situación económica.


En su último trabajo, ocupaba un alto cargo gerencial en la empresa chilena VELOFRESO S.A.C.I.

Como se estila en varias empresas importantes que requieren talentos para el éxito de su gestión, estaba bien remunerado: $20.000.000 mensuales. Para simplificar las cifras se hablará de dólares: 500.000 al año. Su contrato por 5 años, como en muchos casos similares, tiene una cláusula que en el caso de cesar sus funciones por decisión unilateral de la empresa antes de cumplirse el plazo, se le cancelaría su sueldo hasta el término de éste. Adicionalmente tendría participación de las utilidades anuales de la empresa, que se entregarían en acciones de la misma compañía. Condiciones similares de participación tenían los otros altos ejecutivos y los integrantes del directorio.

Don Leo, dados sus conocimientos y experiencia, encontraba que las condiciones pactadas eran justas.

La dirección de VELOFRESO ideó un sistema que si bien era nocivo para la empresa, significaría interesantes ganancias para los encargados de tomar decisiones. En sus ventas a crédito, iban a usar los intereses más altos permitidos y en el caso de mora, repactarían las deudas unilateralmente por intereses aún mucho mayores. Con ello lograrían que lo que normalmente es aceptado como cuentas vencidas incobrables (pérdidas), se transformaran en cuentas por cobrar (activos), aumentado significativamente en los balances y estados de resultados las utilidades (mejores bonos) y el patrimonio (solvencia) de la empresa. Es cierto que ello significaba adulterar los resultados financieros y engañar a quienes se guían por ellos para tomar decisiones (inversionistas y autoridades), pero era un detalle. Si se hacía bien, las probabilidades de ser descubiertos les parecieron bajas.

Todo iba sobre ruedas: en los estados financieros anuales, la firma auditora contratada siempre encontró que los balances reflejaban fielmente la situación de la empresa y las empresas clasificadoras de riesgo la mostraban como solvente y confiable. Ninguna autoridad reparó que podía haber alguna anormalidad, a pesar de algunas quejas de los clientes por el tema de las repactaciones.

Nuestro protagonista no fue el autor intelectual del sistema ideado, pero estaba en su conocimiento y le pareció que con ese esquema, podría decidir no trabajar más. A sus 62 años, la idea le resultó atractiva.

Como los resultados fueron año a año mucho mejores, las acciones se dispararon, multiplicando en ese lapso su valor por 3 (aumento de 73% anual). Tanto era el éxito de VELOFRESO, que entidades académicas empezaron a ponerlo como ejemplo de buen manejo empresarial.

Pasaron dos años desde el ingreso de Don Leo a la empresa. Además de su sueldo, recibió como participación de utilidades acciones por un valor nominal de US$ 300.000 el primer año y $500.000 el segundo.

Hace 4 meses, don Leo (y otros funcionarios en condiciones similares) decidieron vender sus acciones en la Bolsa de Santiago. Dado el aumento del valor de las acciones, obtuvo US$1.776.000.

Hace un mes se descubrió la estafa con gran revuelo.

Cuento corto: Las autoridades y varios afectados presentan querellas contra los responsables. Varios ejecutivos y directores son imputados por la Justicia, llevados a la cárcel Capuchinos y dejados en libertad bajo fianza hasta que se termine la investigación, por considerarse que no constituyen un peligro para la sociedad. Quedan con orden de arraigo.

En el caso de don Leo, no fue posible comprobar judicialmente su conocimiento sobre las prácticas usadas por la empresa, ni que la venta de las acciones fue malintencionada o usando información privilegiada y que no se tratara de una venta normal que puede hacer cualquier tenedor de acciones. La única alternativa legal era el sobreseimiento. Y al ser declarado no culpable, la empresa, que lo despidió, debía pagarle los 3 años que faltaban para terminar el contrato, al que había que honrar por tratarse de un compromiso contractual.

Pasado el mal rato, don Leo en la tranquilidad de su casa en La Dehesa, sacó cuentas:

• Ingresos por los 2 años trabajados……………US$ 1.000.000

• Compensación por 3 años no trabajados:……. US$ 1.500.000

• Ingresos por venta de acciones………………. US$ 1.776.000

• TOTAL………………………………………. US$ 4.276.000

Pensó: N´est pas mal, como dicen con tanta gracia los franceses.


NOTA: Los nombres y hechos narrados son imaginarios. El objetivo de la historia es mostrar una situación que no debiera ocurrir.

9 comentarios:

  1. ¿ Por que te burlas de Don Leovigildo ? ¿ Acaso no fue legal su accionar ? ¿ cuál es el límite entre lo legal y lo moral ? ¿ entre lo moral y lo ético ? Busca y encontraras ¿ qué cosa ? Muchos Don Leovigildo. ¡Ah y además varias Velofreso S.A.C.I.
    Un abrazo fraterno,
    Marco Antonio

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  2. Víctor: Muy Bueno, conozco varios de este tipo que salen incólumes de la justicia, esa estatua tan difundida pero con los ojos tapados que no sabe donde está el fiel de la balanza. Claro, pareciera que todo fuese legal, pero no siempre lo legal ha sido moralmente lo válido y como están de moda los Borgia, eran inmorales e injustos ¿Habrán pagado por algo?
    Aqui solo vale aquello de a rio revuelto ganancia de pescadores. Tenemos un país ejemplarmente corrupto, de la A a la Z.

    Gabriel

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  3. .....¡no sé por qué me pareció historia conocida!, ... ja, ja, ja, .....
    Jaime S.

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  4. gabriel: creo es demasiado drástico tu juicio sobre el país. Hay corrupción pero creo no está institucionalizada (espero estar en o cierto).
    Saludos.

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  5. "Historia imaginaria que se da en la realidad,donde los frescos emplean todas las estrategias abusivas y sinverguenzas por logros economicos muy elevados, vidas muy placenteras y que no tienen ningun tipo de castigo, saludos"
    Ana Gilda.

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  6. Buena la historia, es probable que refleje algún heho real o sea mera coincidencia.
    Ojalá escribas sobre la confabulación perversa (todos contribuyen a que el finado no muera), ver BBVA, Bonistas y accionistas (puede que se repitan los nombres), etc.
    Carlos V.

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  7. Hola Victor:
    Qué frescura. La verdad me hiciste enfadar, por todo el perjuicio que hacen estos inescrupulosos.
    Saludos, (espero el próximo sea más festivo y positivo)
    Mariano.

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  8. Buenas ideas las que escribes amigo, me agradaron mucho.
    Creo que intentare lanzar mi propio emprendimiento gracias a tus
    consejos.Saludos desde España

    Here is my web page; negocios rentables

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  9. Anónimo: eso lo escribí con sarcasmo por una situación que ocurrió en Chile.Si alguien copiara el accionar del protagonista, me sentiría profundamente defraudado.
    Saludos a España,donde nací.

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