domingo, 22 de noviembre de 2009

Chile, Perú y el espionaje.


Por haber dejado pasar demasiados días desde que surgió la noticia del presunto espionaje chileno a Perú, ya ha salido en la prensa los puntos que a mi parecer merecían ser comentados. Pero no por eso, voy a dejar de hacerlo.
Para empezar, recordemos que el gobierno peruano denunció haber sido objeto de espionaje por parte de su técnico de la Fuerza Aérea Peruana, Víctor Areza Mendoza, por encargo de Chile.
Veamos algunos ángulos del conflicto.

Lo de fondo: funciones de inteligencia de un Estado.

Siempre han existido, existen y seguirán existiendo. Claro, el punto tiene mala presentación, pero un Estado no puede vivir sin ellas y por lo tanto se consideran en los presupuestos de las naciones, normalmente como “ítemes reservados”.
Por un lado permite a un país ponerse a la defensiva frente a escenarios futuros posibles (no necesariamente probables) que considere lesivos a sus intereses; y por otro puede ser un freno a “aventuras arriesgadas” (por ponerle un nombre) por una de las partes al saber que la otra estará preparada para ello. Esta última sería la cara “blanca” de dichas funciones.
Pero se dirá: “Una cosa son las funciones de inteligencia, que no suena tan mal, y otra el espionaje, repudiado en forma bastante generalizada y especialmente por quienes son afectados”. A decir verdad, la segunda no es sino una de las herramientas con que cuenta la primera para lograr sus objetivos.
Vi la descripción en el diccionario de la Real Academia sobre espionaje y dice en una de sus acepciones: “Actividad secreta encaminada a obtener información sobre un país, especialmente en lo referente a su capacidad defensiva y ofensiva”. Realmente, la descripción no suena tan terrible.
Ahora, como eso del espionaje es tan mal visto, las funciones de inteligencia deben considerar un “Plan B” si son descubiertos. Que suele ser la identificación de chivos expiatorios que carguen con las culpas manteniendo al Estado, no digamos que libres de polvo y paja, pero menos afectados que si tuvieran que decir: “Sí, espiamos y qué”.
Y un espía sabe que esas son las reglas del juego; por eso se les paga bastante bien.
Dicho esto, veamos la reacción de ambos países.


La reacción del gobierno peruano.

De resultar cierta la acusación, cualquier gobierno en ese caso debe reaccionar en forma enérgica pero respetuosa y requerir de la otra parte acciones al respecto. Lo exige “la dignidad nacional” pero como ya se dijo, es una postura políticamente correcta pero que encierra un contrasentido (ellos seguro también espían).
El punto es que la reacción del presidente peruano Alan García fue histriónica, con exabruptos e insultante para el gobierno y el pueblo de Chile. Eso de “republiqueta” caló hondo pero está en línea con la forma de expresarse de varios presidentes latino americanos, para desgracia cada vez más frecuentes, y que habla muy mal de sus dotes de estadistas.
Primer aspecto a poner sobre la mesa: podría ser una estrategia para mostrar a Chile frente al mundo como un país bélico y poco amigable y así favorecer su postura en la demanda que presentó Perú contra Chile en enero de 2008 ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por una controversia de límites marítimos. No me imagino que un tribunal internacional pueda verse influenciado por algo que nada tiene que ver con la demanda, pero en fin…..
Segundo punto: estrategia para aumentar la aceptación del presidente García ante su pueblo, cuya popularidad está en niveles pobrísimos (he visto encuestas que fluctúan entre el 15% y el 28%). Dicen que en lo económico parece estar haciéndolo bastante bien, pero algo no funciona en Perú que ni así su pueblo lo apoya.
Y ya sabemos que por razones históricas, cualquier emprendimiento de Perú (y de Bolivia) en contra de Chile, es muy bien recibido por el pueblo y por lo tanto útil para conseguir su simpatía. Y el Sr. García está usando al máximo el recurso: primero con la demanda marítima y ahora con su reacción antichilena frente al hecho que se comenta.
Tercer punto: Dijo el presidente que Chile actuaba por envidia…… Absurdo y ridículo. Nunca he percibido ni remotamente un sentimiento parecido en Chile, pero sí en sentido inverso.

Reacción del gobierno chileno.

En uno de los aspectos, apropiada (opinión mía, que duda cabe): diplomática, no apasionada, últimamente diciendo que analizaría los antecedentes recientemente aportados por Perú. No respondiendo con el mismo tono insultante del presidente García. En pocas palabras, no echando más leña al fuego.
Pruebas al canto:
La presidenta Michelle Bachelet respondió el martes. "Las expresiones, que yo llamaría ofensivas y altisonantes, que hemos conocido ayer en nada contribuyen a la cooperación e integración que debe animarnos entre países vecinos".
"Si en verdad queremos trabajar por el bienestar de nuestros pueblos, lo que debe primar por sobre todas las cosas es el respeto", agregó.
Por su parte el canciller chileno Mariano Fernández indicó: "No las vamos a comentar. Hay un estilo de lenguaje que la jefatura del Estado de Chile estima perfectamente inconveniente de comentar".

Pero en lo que respecta al espionaje, creo no se fue lo suficientemente prudente (y ambiguo) como requiere toda respuesta diplomática.
"Chile no practica el espionaje. Descartamos la participación del gobierno chileno en cualquier actividad ilegal", aseveró el canciller de Chile. Arriesgado, si llega a demostrar lo contrario, lo que estimo dentro de los escenarios posibles. Y complicado que el Estado se vea obligado a tragarse sus propias palabras, a menos que el “Plan B” ya esté tan bien diseñado que permita salir airoso del atolladero.

Otras lecturas.

Lo anteriormente dicho no es otra cosa que mi actual evaluación de la situación.
He escuchado opiniones que vienen a equivaler a la segunda o tercera derivada de la ecuación. Pero dada mi baja capacidad para ver debajo del agua, especialmente si ésta tiene un alto nivel de turbidez, he decidido no comentarlas.

lunes, 16 de noviembre de 2009

La última de Chávez



El nunca bien ponderado presidente venezolano acaba de anunciar que debe ser prohibido el golf en Venezuela por tratarse de un deporte burgués y que además los campos ocupan demasiado espacio.

Punto 1: concibo a los países democráticos con los grados de libertad suficientes para que cada cual practique el deporte que sea de su agrado.
Punto 2: eso de llamar peyorativamente y en forma de descalificación “burgués” a algo, me trae recuerdos de un pasado que preferiría que no se repitiera (nunca más). El término se usaba como sinónimo de revisionista, reaccionario, antirrevolucionario y pro-imperialista. Términos que dicho sea de paso ya no se usan y por lo tanto forman parte del ayer.
Punto 3: Cuando ya se tiene cierta edad y el cuerpo ya no tiene la flexibilidad y capacidad de recuperación de antes, el golf es una buena opción para quienes se resisten a caer en la inactividad.
Punto 4: lo de burgués puede ponerse en duda. Muchos grandes golfistas se iniciaron como recogedores de pelotas (cadis). A continuación de la última foto, copio parte de un artículo aparecido en una revista de esa especialidad.

Chávez es un personaje de antología. ¿Pueden creer que Venezuela, gran productor de petróleo, está sumida en una crisis energética, con apagones y cortes?
Razón: Su presidente está más preocupado de su figuración personal y de exportar su modelo revolucionario hacia países que se han declarado sus seguidores, derivando grandes recursos que le proporciona el petróleo, que de satisfacer las necesidades de su pueblo.
En un escenario en que:
1. Si un medio de comunicación se le opone, no se le renueva el permiso.
2. Si una empresa es considerada contraria a los objetivos del gobierno, se expropia.
3. Se usan mecanismos para mantener la reelección del presidente en forma indefinida.
4. Si un deporte le parece mal, se declara fuera de la ley…..
Difícilmente habrá inversionistas de otras partes para financiar obras que el país requiere, por los altos riesgos involucrados. Y me inclino a pensar que podrían hacerlo con sus propios recursos, si éstos no se desviaran a financiar internacionalmente el proyecto bolivariano.

Por éstas y otras consideraciones, como primer requisito que pongo a los candidatos a la presidencia de Chile y su círculo más cercano para darle mi voto, es que hayan manifestado su nula simpatía por la política intervencionista de Chávez. Y de ellos, dos lo han hecho y de un tercero tengo mis serias dudas al respecto.



Detengámonos por un momento a pensar en los chicos que recogen las pelotas en los campos de práctica. Llegan y comienzan a juntar con entusiasmo las pelotas esparcidas. A poco de hacerlo adquieren la suficiente habilidad para recoger cientos de ellas en pocos minutos. Al mismo tiempo inician un jugueteo con algún palo de golf que está a su alcance. Miran e imitan los movimientos de quienes juegan mejor, haciendo un progresivo y permanente acopio de experiencias. Cuando pueden practican a escondidas o salen a jugar en los días que tienen asignados. Lo hacen para divertirse sin importar el resultado. Mejoran inventando e imitando tiros. Luego de algunos meses adquieren suficiente destreza como para dejarnos con la boca abierta. Aprendieron como lo hacen todos los niños, con ganas y sin importarles nada que no sea la alegría de jugar. Es una buena forma de aprender. Miremos a quienes se formaron de esa manera: Ballesteros, Trevino, De Vicenzo y muchos excelentes campeones de todas las épocas. En ellos se conjugaron factores esenciales: Juventud, entusiasmo, dedicación, perseverancia y un modelo a imitar.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tráfico en Santiago: una mierda.



Lamento usar una expresión poco académica. Pero es la más suave de las varias que se me ocurrieron.
Mi experiencia (digamos triste) en estos meses que llevo transitoriamente en Santiago, me ha llevado a esta lamentable conclusión.
A la salida del trabajo (digamos entre 18 y 20 horas) hay sectores que sacan de quicio hasta al más flemático. Y por desgracia, de flemático no tengo mucho.
Me han tocado embotellamientos en: Manquehue, Vitacura y ni hablar de Américo Vespucio (ésta última, la vivencia de hoy y que ya había tenido antes). Verán que me muevo en un radio reducido.
De la casa de mi hija a mi departamento, en horas no pick me tardo 7 minutos. Hoy tardé 55 (entre 18:30 y 19:30 horas) y comprenderán lo que me motivó a escribir estas líneas.
El punto que quiero destacar es que el atochamiento es causado principalmente por los semáforos. Bastaría una razonable coordinación entre ellos para superar en gran medida el problema. Pero no, cada uno anda a su aire, como dirían los españoles.
Cuando en una luz verde alcanza a pasar uno o dos vehículos (a veces ninguno) porque el semáforo siguiente está en rojo y la fila llega de semáforo a semáforo y no se puede avanzar….el ser más tranquilo se transforma en un energúmeno.
Agreguemos el hecho que algunos vehículos bloquean los cruces no permitiendo avanzar con luz verde y que no hay ningún carabinero que ponga orden y curse las multas que la ley contempla, para completar el cuadro de caos.
Entiendo en algunas universidades hasta existe la especialidad de “Ingeniería en Transporte” ¿Y?
Y las autoridades ¿están preocupadas del tema? A simple vista, pareciera que no demasiado.
Chile requiere con urgencia un plan de educación vial. Muchos conductores se comportan como verdaderas fieras enjauladas y hambrientas, con una conducta irresponsable y con absoluto desprecio por las reglas del tránsito. Muestras:
· No virar en U o no virar izquierda (bloquean una vía). Pues se dobla en U o vira a la izquierda. Lo veo a diario en Presidente Riesco con Manquehue. Y nunca me ha tocado ver a un carabinero controlando la esquina. Y el ser humano, sobretodo chilensis, si infringir las normas es más cómodo y ello no tiene sanción, las infringirá sin el menor cargo de conciencia.
· Hablar por celular y fumar mientras se conduce, está penalizado. Pero las muestras del poco caso que se hace a esta prohibición están a la vista a diario. He visto casos en que ambas cosas se hacen simultáneamente, lo que me parece la irresponsabilidad llevada al paroxismo.
· No bloquear los cruces de calles. Ya lo mencioné.
· Límites de velocidad: para muchos una curiosidad que a alguien se le haya ocurrido una idea tan sin sentido.
· No conducir bajo los efectos del alcohol. Quien esté libre que tire la primera piedra.

Sobre la falta de control de carabineros: quiero pensar que tiene una explicación. Una de las principales preocupaciones de la población es la delincuencia. Y la dotación policial es insuficiente. Como hay que priorizar los recursos disponibles, están ahí y el control del tránsito quedó relegado para cuando vengan tiempos mejores.
Y aunque no sea parte del tema, pero ya que mencioné la delincuencia: ¿Creerán que un organismo internacional cuyo nombre no retuve y que supongo de prestigio, clasificó a todos los países del mundo y Chile ocupó el lugar 20 de los más seguros a nivel mundial y el de mayor seguridad en Latinoamérica? Sólo cabe preguntarse ¿cómo estarán los otros si aquí todos tenemos la sensación que pueden asaltarnos a la vuelta de la esquina?


Esta segunda imágen no es de Santiago. Entiendo que es de Madrid. Lo que vendría a demostrar que en todas (o muchas) partes se cuecen habas.