martes, 28 de abril de 2015

ADIÓS AL BINOMINAL


     Se ha promulgado la ley que sepulta el sistema binominal para las elecciones parlamentarias.

     Me llama la atención las declaraciones de políticos de uno y otro lado, aplicable al binominal como a otros temas del acontecer nacional, que interpreto como un insulto a la inteligencia de los chilenos. Algunos ejemplos irritantes:

·      "Los gastos de la campaña fueron aprobados por el SERVEL, por lo que no existen irregularidades." Ese organismo no tiene como certificar que lo gastado se ajusta a la ley ni el origen de los recursos. Esa aprobación dista mucho de certificar transparencia.

·         “Se trató de un error involuntario”. O hablar de irregularidades cuando se trata de una abierta  violación de la ley.

·         “Las boletas emitidas corresponden a estudios efectivamente realizados”. Nadie ha mostrado esos estudios para disipar toda duda. Decenas de personas involucradas en su emisión a solicitud de sus jefes, han declarado lo contrario.

·         “Los aportes a campañas efectuados por la empresa se ajustan estrictamente a lo establecido en la ley vigente”. Habrá algunas excepciones, pero la realidad demuestra que no fue la norma.

·         La manoseada frase “Hay que dejar que la instituciones funcionen”. Nadie puede declarar, por lo menos públicamente, que desee otra cosa.

·         “Hay que mantener el principio de inocencia mientras no se demuestre lo contrario”. Cierto en el ámbito judicial, pero en el ámbito político y moral, cuando hay antecedentes suficientes para sustentarlo, cada cual puede hacer su propio juicio y considerar el punto como materia juzgada.

     En el tema de esta columna, se habla de “sistema electoral proporcional, democrático,  ciudadano, representativo e inclusivo”. ¿Qué se querrá decir con esa fraseología”? ¿Por qué ha de ser más democrático que el anterior?

     Otra consigna: “El nuevo sistema incentivará una mayor participación electoral”. Me parece aventurada una afirmación como ésa. Veremos en las próximas elecciones si realmente se da.

      Y algo que no hay que dejar pasar: “El nuevo sistema no tendrá costo para el Estado”. La declaración estrella para demostrar que están tratando a los chilenos como personas con capacidad mental disminuida.

     La proporcionalidad siempre es imperfecta y todos los sistemas electorales tratan de reflejarla. Con mayor o menor éxito. El binominal también lo era.

     Los sistemas electorales son convenciones que las sociedades se dan para definir como elegir a sus representantes. Y los hay para todos los gustos. Simplemente se trata de definir “Así vamos a operar”. Y es importante que a la mayoría de la población le parezca razonable el sistema y el binominal no tenía esa legitimidad. Por lo tanto, había que cambiarlo. El punto es por cuál se reemplaza.

     Un ejemplo interesante: las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Quien gana en un estado, aunque sea por un voto, se lleva la totalidad de los votos electorales. Permite que un candidato sea electo presidente aunque no tenga la mayoría de los votos totales. Ocurrió el año 2000 que dio por vencedor a George W. Bush ante Al Gore, que sacó la mayoría de los sufragios. Antes había ocurrido en 1888. ¿Es por eso un sistema anti democrático?

El vilipendiado sistema binominal

     Algo más claro que el agua: el ser humano, cuando se trata de defender una posición, entrega los argumentos que favorecen su postura, ocultando aquellos que le son adversos.

     En el caso de la reforma electoral, el siguiente argumento es otros de los insultos a los que me considero sometido:

     “El perverso sistema binominal hace que el voto de 2/3 valga lo mismo  que el de 1/3 (ambos eligen un representante). Era imprescindible abolirlo”. Es un caso hipotético.

     Mi contrargumento: El nuevo sistema, en aquellos distritos con 3 candidatos electos, si una lista saca el 50,1% de los votos elige a 2 diputados, y la otra lista, con 49,9% de los sufragios, elige sólo 1. Aquí 1/2 vale 2/3 y el otro 1/2 sólo 1/3. En ese caso el binominal era más equitativo. También un caso hipotético.

     Por otro lado, en aquellos distritos y circunscripciones que eligen a 2 representantes, el binominal se mantiene. ¿No era tan perverso?

     En la práctica, el binominal obligaba a los partidos políticos a agruparse en dos bloques. Si no, estaban electoralmente perdidos. Uno de los aspectos que me pareció relevante y positivo en la constitución de 1980.

    El antiguo sistema político de los 3 tercios (derecha, centro e izquierda) en el pasado, llevaron a Chile a un quiebre institucional y social y a un golpe de estado. Sin el binominal, esa proporción se habría mantenido (y creo se mantiene hasta el día de hoy). Por lo tanto, creo que el binominal fue un sistema apropiado que resultó un aporte para la estabilidad y gobernabilidad del país cuando se regresó a la democracia. Si hoy es mejor cambiarlo, hagámoslo, pero sin demonizar el sistema que nos rigió  por 25 años.

Cifras

     Se dice que el binominal forzaba a un empate en ambas cámaras. En teoría.

     Como ocurre en la mayoría de los casos, la realidad suele resultar más equilibrada.

     Si nos referimos a las últimas elecciones presidenciales antes del 2013 (2da vuelta), donde se enfrentaron los candidatos de los dos grandes bloques, las elecciones fueron muy reñidas (Lagos/Lavín; Bachelet/Piñera y Piñera/Frei). Y en el Congreso, las fuerzas también estuvieron equiparadas. Por lo tanto el binominal reflejó la preferencia de los chilenos cuando los candidatos se refieren a los dos conglomerados políticos mayoritarios.

     Y en las elecciones del 2013, donde hubo un giro a la izquierda, la presidenta Bachelet salió elegida con una amplia mayoría y el “nefasto” binominal le dio también una holgada mayoría en el Parlamento que le permite aprobar sin contrapeso la mayoría de las leyes en el Congreso.

     Por lo tanto, en la práctica, el binominal no produjo las distorsiones de representatividad que se le atribuye.

Le génesis de los sistema electorales

     No hay que ser ingenuo: quienes los redactan y aprueban velan por los intereses de sus tiendas políticas. Algo muy natural y humano.

     En la Constitución de 1980, el régimen militar se puso en el escenario que las fuerzas opositoras lograran un peso importante y el binominal cumplía con el objetivo de contrarrestar un posible desbalance. Lo que realmente no ocurrió.

     En la nueva ley, quienes ostentan la mayoría, definieron un número impar de cargos a elegir en aquellos casos en que saben tiene mayoría. Si son 3, ellos sacarán 2 y los contrincantes sólo 1. Muchas veces vulnerando la proporcionalidad de cargos respecto al número de electores. Muy conveniente para sus intereses.

     Por otro lado, los nuevos partidos emergentes apoyaron con entusiasmo el nuevo sistema: ahora tendrán una opción, algo remota a mi entender, de acceder a algún cargo parlamentarios. Con el binominal no tenían ninguna.

     Así que reitero: ese y otro tipo de leyes se hacen teniendo muy presentes los intereses propios. Algo que, reitero, me parece bastante entendible. Pero obviemos frases como “Todo se ha hecho pensando en el bien del país”.

    La nueva ley ha sido promulgada. Esperemos que logre representar lo que la ciudadanía manifieste en las urnas.  
        

3 comentarios:

  1. el cambio del sistema binominal tiene una lógica que está fuera de tu análisis. el nuevo sistema no sé si ser´mejor o peor que el actual. no me corto las venas ni por el binominal ni por el nuevo sistema.

    el problema del sistema binominal, asi como tantas otrs cosas, es ue fue impuesto en dictadura a su pinta y para asegurarse una sobrerepresentación que de alguna manera ha incidido en que estemos como estamos. para algunos bien, para otros mal; para unos vmos a peor, para otros a mejor. al menos ahora podemos meter la cuchara, no como antes, que si la metíamos, nos podía salir salado.

    lo mismo respecto del sistema de AFP que para unos es excelente, para otros no. fue impuesto en dictadura, cuando no podíamos hacer nada. y lo curioso es que el sistemita es tan bueno que las FFAA decidieron estar fuera de él. podemos afirmar que los políticos son unos frescos y los militares, los navales, los aviadores, los carabineros no?

    creo que se hace necesaria una reingeniería, esto es, resetearnos. trabajar con una hoja en blanco, sin imposiciones. mientras ello no ocurra seguiremos comiendo perdices.

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    1. Rodolfo: Siempre publico lo que comentan. No sé que pudo haber pasado.
      Respecto a como estamos: creo mejor ver la situación actual y si requiere cambios para ajustarse a los nuevos tiempos, independiente de su origen.
      Sobre las FFAA: totalmente de acuerdo.
      Saludos.

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  2. Cuando se dice:"Todo se ha hecho pensando en el bien del país", cabe la pregunta cual es su concepto de país. Podría ser el de un determinado sector de lo que muchos entendemos por país.

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