sábado, 12 de julio de 2014

Mi clasificación de los políticos y algo más.

     La política no me es indiferente. Los destinos del país y las reglas por las que nos regimos las definen y administran los políticos. Y eso me involucra y compromete.
     Sigo con interés los debates, las entrevistas, sus opiniones y sus proyectos. Me entretiene y me hace estar al tanto de lo que se viene. Y prever como podría verse afectado mi proyecto de vida en el futuro.
     Al ver, escuchar o leer lo que dicen los políticos, no puedo evitar clasificarlos en dos grupos:

·         Los positivos: me parecen, hasta cierto punto, sensatos, creíbles, consecuentes  y con algún atisbo de vocación de servicio público. No excesivamente dogmáticos, con capacidad de escuchar las posiciones adversarias y con cierta predisposición a llegar a consensos (acuerdos). 
           Algo vital: que no tengan una actitud permanente de descalificación a las posiciones contrarias a su línea política.
     Hasta me atrevo a expresar, aunque algunos lo encuentren temerario, que a mi juicio son un aporte positivo a la política chilena.
      En fin, que cuando aparecen dando opiniones crean en mí la expectativa que pueden hacer alguna propuesta interesante de ser considerada.

·         Los negativos: Obcecados. Permanentemente atacando y ridiculizando las posiciones contrarias para obtener beneficios a su propia posición. De mente estrecha sin capacidad de negociar y entender que los términos medios pueden ser beneficiosos para el país, que todas las posiciones deben ser aceptadas y respetadas y que todos tenemos el derecho de pensar distinto y vivir armoniosamente en el mismo país.
      Creen que “la inmensa mayoría de los chilenos” están con ellos, aunque en las urnas se demuestre lo contrario. Uso frecuente de ironías hirientes que lo único que logran es hacer las posiciones sean antagónicas e irreconciliables.
    Su actuar, opinión nuevamente muy personal, le hacen un flaco favor a la democracia chilena y creo son en gran parte responsables de la mala evaluación que hace la ciudadanía de los políticos.

     Dicho esto, me he atrevido a hacer un listado de  20 políticos que tengo catalogados en cada una de las dos categorías mencionadas, haciendo absoluta prescindencia de la simpatía o no respecto a sus  posiciones políticas. Lo que considero es su actitud para hacer política.

Los políticos que respeto y catalogo como positivos

1.    Carlos Montes. PS, senador
2.    Hernán Larraín. UDI, senador.
3.    Camilo Escalona. PS, ex senador.
4.    Alejandro Guiller. Independiente pro Nueva Mayoría. Senador.
5.    Jorge Burgos. DC, actual Ministro de Defensa.
6.    Andrés Velazco. Ex Ministro de Hacienda y líder de Fuerza Pública.
7.    Andrés Zaldívar. DC, senador.
8.    Alfredo Sfeir. Ex candidato presidencial.
9.    Alberto Espina. RN, senador.
10. Hernán Larraín Matte. Evópoli.
11. Heraldo Muñoz. PPD. Ministro de RR.EE.
12. Marco Enríquez Ominami. Ex candidato presidencial, líder del PRO.
13. Eugenio Tuma. PPD, senador.
14. Ricardo Lagos Weber. PPD, senador.
15. Felipe Kast. Independiente pro Alianza, diputado.
16. Jorge Tarud. PPD. Diputado.
17. Cristián Monckeberg. RN, diputado.
18. Iván Fuentes. Independiente pro Nueva Mayoría, diputado.
19. Andrés Allamand. RN, senador.
20. Claudio Orrego. DC, Intendente Región Metropolitana.

Los políticos que tengo en la lista negra, por 

considerarlos negativos

1.    Alejandro Navarro. MAS, senador.
2.    Guido Girardi. PPD, senador.
3.    Jaime Quintana. PPD, senador.
4.    Pablo Lorenzini. DC, diputado.
5.    Ena Von Baer. UDI, senadora.
6.    Jorge Pizarro. DC, senador.
7.    Osvaldo Andrade. PS, senador.
8.    Cecilia Pérez. RN, ex vocera gobierno de Piñera.
9.    Manuel José Ossandón. RN, senador.
10. Hugo Gutiérrez. PC, diputado.
11. Marcel Claude. Excandidato presidencial.
12. Gabriel Boric. Independiente pro Nueva Mayoría, diputado.
13. Patricia Morales. Presidenta PRO.
14. Ricardo Rincón. DC, diputado.
15. Juan Antonio Coloma. UDI, senador.
16. Tomás Jocelyn Holt. Ex candidato presidencial.
17. Carlos Larraín. RN. Exsenador y presidente del partido.
18. Jimena Rincón. DC. Ex senadora y actual Ministra Secretaria General de Gobierno.
19. José Antonio Gómez. PRSD. Ex senador actual Ministro de Justicia.
20. Todos los dirigentes estudiantiles cuya postura sea: “O lo que digo y pido, o nada”.
Que me perdonen todos a los que no he mencionado: había que acotar el listado, ya bastante largo.

LOS PROYECTOS EMBLEMÁTICOS DEL GOBIERNO  HOY EN DISCUSIÓN

     Ya había hecho algunos comentarios en mis artículos de los meses de marzo y abril del presente año.

La Reforma Tributaria

     El Gobierno había sido cerrado y su proyecto de ley tenía un carácter casi sagrado: no se toca ni una coma. Muchos políticos (de los clasificados en la segunda lista) decían: “La reforma se aprobará como está, les guste o no. Tenemos los votos para ello”.
     En la Cámara de Diputados se aprobó siguiendo ese predicamento. Fue un mero trámite con cero aportes. “Lamentable”, pensé.  
     En los últimos días hubo un claro giro de las autoridades de Gobierno: se abrieron a que el proyecto no era perfecto, que había que escuchar argumentos y ponderarlos y que una reforma de esa envergadura era mejor que fuera avalada por la mayoría de los actores. Se firmó un acuerdo con las distintas fuerzas políticas del Senado para apoyar la iniciativa con modificaciones. Aplaudí lo logrado.



     Al primero que escuché abrir la puerta a una discusión razonable fue al senador Ricardo Lagos Weber, presidente de la Comisión de Hacienda.
     Pensé que había vuelto la cordura y sensatez.
     Pero ya salieron voces en la Cámara de Diputados, de la propia Nueva Mayoría, considerando que no habían sido consultados, que se estaba cambiando el alma de la reforma y ponían en entredicho su apoyo a la nueva ley. Muchos clasificados en mi segunda lista.
     Veremos que ocurre en los próximos días.

      Algo que no puedo dejar pasar ocurrido al principio de la tramitación de la ley: lo dicho por la Presidenta y el Ministro de Hacienda: que el costo de la reforma la pagaría el 1% más rico y no tendría efecto en la clase media. En los últimos días, se desdijeron: sí afectaría a la clase media y a las Pymes.
     Según mi modesto juicio, la reforma afectará a todos: tendrá efecto en la rentabilidad de los fondos de pensiones y no es descartable que parte de las menores ganancias de las empresas traten de compensarlas vía precios. O sea, algo pagará hasta el más modesto. Pero obviamente quienes tienen mayores ingresos, serán quienes mayormente aportarán a los 8.200 millones de dólares que se proyecta recolectar adicionalmente, lo que es de toda lógica.
     Me catalogo (casi todos lo hacen) como de clase media. No pertenezco al 1% más adinerado del país. Y la reforma me afectará en mis ingresos. Si son bien invertidos, sobretodo en educación y salud, haré el aporte con gusto.

La Reforma educacional

     Han salido voces, hasta dentro de la propia Nueva Mayoría, respecto a algo que comparto totalmente y que me parece de toda lógica: toda la inversión y cambios estructurales deben ir orientados a mejorar la educación pública, para que pueda  equiparar su calidad a la privada, con o sin aporte estatal.
     Me parecía un error de enfoque que, como se plantea en el proyecto original, parte de los recursos fueran destinados a eliminar el financiamiento compartido y hasta adquirir los colegios que no quieran o puedan transformarse en fundaciones sin fines de lucro. Pero, con el malestar de no pocos (sobre todo del movimiento estudiantil), parece haber posibilidades que se reconsidere la postura inicial del Gobierno.

Lo que pienso: educación para todos, garantizada por el Estado y de calidad, desde los 2 años hasta la enseñanza media. Y por ahora, quienes puedan aportar a la tarea de formación de sus hijos, que lo hagan. El Estado tiene recursos que siempre serán limitados, por más reformas tributarias que se hagan. Chile no es un país inmensamente rico y habrá que seguir haciendo grandes esfuerzos si queremos llegar al pleno desarrollo, destinando los recursos que se disponen donde sean realmente necesarios.
     ¿Qué incentivo habrá para que los padres efectúen un copago si la educación pública es de excelencia? Ninguno, con lo cual los colegios subvencionados morirán de muerte natural y no forzada, como parece ser la intención de no pocos.

Educación universitaria gratuita para todos: una brutalidad, mientras no se haya logrado superar los déficits de la educación pre escolar, escolar y media. Luego podremos hablar sobre el tema (en 20 o 30 años más).

Mi postura:
     Lo primero: que todos quienes postulen a una educación superior, lleguen en condiciones de preparación razonablemente equivalentes.
     Los alumnos que sean especialmente destacados por capacidad, voluntad y esfuerzo: becas del Estado. 100% gratuidad.
     Los que tengan méritos pero con problemas de financiamiento: créditos blandos que paguen una vez titulados y dispongan de los ingresos provenientes de su mejor preparación. Algo así se tenía contemplado en el anterior Gobierno y la reforma pretende borrarlo de un plumazo.
     Y los alumnos cuyos padres pueden financiar su educación: que la sigan financiando.

Conclusión

     Las dos reformas comentadas fueron mal concebidas y peor comunicadas al país.
     En los últimos días ha habido luces que permiten tener una razonable expectativa que Chile podrá seguir avanzando en la senda de las últimas décadas, basado en un análisis serio y no dogmático de la realidad, para tener una sociedad más inclusiva, equitativa y, por qué no decirlo, feliz.

Notas al cierre:

     La diputada del Partido Comunista, Camila Vallejos, refiriéndose al acuerdo en el Senado respecto a la reforma tributaria, indicó: “El acuerdo significa volver a la antigua política de los consensos, y para esto, no estamos disponibles”.
     No la incluyo en mi segunda lista por haber considerado cerrada su confección.
     ¿Podrán seguir conviviendo en la Nueva Mayoría dos ideologías tan disimiles  como la Democracia Cristiana y el Partido Comunista?

Algo más: si algún lector se ve tentado a solicitarme que le dé mi opinión respecto a  la diferencia entre las dos opciones que se crearán para la tributación de optar por utilidades atribuidas o devengadas, le pido que no lo haga. Por el momento no lo entiendo.

4 comentarios:

  1. Hola Víctor,
    En general muy de acuerdo con tus nombres. Tal vez yo habría cambiado de grupo a Allamand. Le encuentro de una ambición desmesurada y su rol como Ministro de Defensa no nos gustó a los militares.
    Un abrazo,
    RGA

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  2. Gracias Vitoco JB! siempre muy bien informado, claro ,ameno y coincido mucho con tu análisis!!!cariños!
    JFA

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  3. Estimado Víctor;
    Nunca he tenido el tiempo para analizar a fondo tus comentarios, sin embargo casi siempre los encuentro muy coincidentes con mi pensar.
    Agustín

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  4. Gracias Víctor.
    Opino que eres muy generoso con tus listas y quiero considerarlas como una muestra, porque los señores políticos me han creado la permanente interrogante: ¿Será verdad o será sincero en su planteamiento? ¿Qué habrá detrás de su juicio?, etc.

    Respecto a LA REFORMA TRIBUTARIA y lo que se pretende con la EDUCACIONAL, no tengo los suficientes antecedentes para opinar con base. ¿Qué consideraciones y/o antecedentes existen ( y que no son conocidos por los ciudadanos de a pie) para plantear la reforma educacional? ¿Qué planificaron? O no hay un estudio serio, al respecto y es solo un titular.
    Carlos V.

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