He escrito varios artículos sobre el
proceso venezolano. Porque lamento lo que está viviendo ese pueblo y porque el
modelo de sociedad que ha instaurado y pretende consolidar el gobierno, es
contrapuesto a mi ideal.
El último es del 7 de diciembre de 2013 y
mencionaba el parecido con el proceso de desintegración que vivió Chile hace
más de 40 años:
El país caribeño está en llamas y
probablemente al borde de un colapso.
Un país dividido en dos bandos
irreconciliables enemigos. Con el odio a flor de piel (como en el Chile de
antaño). Sin capacidad alguna de diálogo ni de llegar a consensos.
El gobierno trata a los opositores de
vende patria, contrarrevolucionarios, reaccionarios, lacayos del imperialismo, fascistas….
La oposición, por lo menos una parte, dice
no hay posibilidad de diálogo que no pase por la renuncia del gobierno (democráticamente elegido) y la
nominación de un gobierno de transición….
Pero mi preocupación también está centrada
en las repercusiones que pueda tener en Chile el modelo bolivariano. Ya las ha
tenido claramente en Argentina, Ecuador, Nicaragua y Bolivia, en mayor o menor
grado.
Hoy escuché tres entrevistas en CNN que me
dejaron pensativo.
Una del senador Tarud, del PPD, hombre
reconocidamente de izquierda, que catalogó al régimen de Venezuela como anti
democrático y adoptar medidas dictatoriales.
También habló el senador Coloma de la UDI,
cuyas opiniones contrarias al proceso venezolano eran de esperar, pues
pertenece al espectro político opuesto.
Mi preocupación está basada en la postura
del senador Alejandro Navarro
del MAS, quien encuentra que la constitución venezolana es la más democrática
de toda América Latina y del mundo, que
el proceso de Venezuela es un ejemplo a seguir y que los problemas que vive ese
país son causados por la oposición y la CIA, que tratan de crear el caos y la
desintegración por medio del boicot y el acaparamiento de los bienes que
requiere la población para subsistir.
El desabastecimiento que se viene arrastrando por largos meses va unido unido a una inflación galopante, como no se ve en ningún otro país
del mundo (hasta donde sé) y un dólar en el mercado negro 7 veces mayor que el
oficial.
Un país en que los poderes militar,
judicial y legislativo están controlados y a las órdenes del gobierno; sin independencia
ni contrapeso entre los poderes del estado; donde el mandatario obtiene poderes
para dictar leyes sin pasar por la aprobación del congreso (otorgado por este
último); el presidente “ordena” expropiar por medios televisivos empresas,
terrenos o clausurar medios de comunicación por no ajustarse a lo que se supone
son las reglas imperantes (sin pasar por un proceso judicial como ocurre en
cualquier país civilizado)… ¿puede llamarse democrático?
Si hubiera en Chile varias voces como las
del senador Navarro, lo consideraría una seria amenaza para la estabilidad
política y social de nuestro país.
El senador Navarro tiene todo el derecho
de admirar y sentirse atraído por la revolución bolivariana creada por el ex
presidente Chávez. Tanto como el que tengo yo para declarar mi absoluta
discrepancia con su postura.
Yo creo que muchos de los que vivimos la experiencia chilena del proceso revolucionario sabemos lo que los venezolamos están sufriendo hoy, ojalá nosotros no caigamos nuevamente en lo mismo. El Sr. Navarro podría irse a Venezuela a disfrutar su ideología y las bondades, que existen, claro que para la cúpula del regimén dictatorial de Maduro.
ResponderEliminarCreo tendrán que vivir la experiencia y llegar a una decisión, como pueblo, creo no van quedando muchos espacios y la gran masa adictos y oposición sufren las consecuencias.
ResponderEliminarSolución ...... Por ahora una gran incógnita ?
Afectuosos saludos,
Mariano