viernes, 13 de mayo de 2011

HIDROAYSÉN

     La reciente aprobación del proyecto Hidroaysén, que contempla una potencia de generación de 2.750 MW y una inversión de 3.200 millones de dólares, tiene al país convulsionado.

Los primeros estudios para aprovechar el potencial hidroeléctrico de los ríos Baker y Pascua, datan del año 1961.

El estudio de impacto ambiental, sometido a las autoridades competentes, constó de 3 etapas. En la primera (2008), la CONAMA formuló 2.698 observaciones. En la segunda (2010), 1.114. Y finalmente, en la última, a fines del 2010, fueron 199.

El proyecto fue aprobado por la Comisión de Evaluación Ambiental el 9 de mayo, con 10 votos a favor y 1 abstención.

Las declaraciones públicas, más que aclarar las dudas, a mí me confunden. Para tomar una posición informada, tendría que ver un debate extenso, con todos los antecedentes y argumentos que disponen tanto defensores como detractores, lo que hasta el momento, no me ha tocado ver. En Internet, hay declaraciones de uno y otro bando, cada cual planteando el tema desde su óptica, con acusaciones de manejos turbios y financiamientos indebidos.

El punto que quiero tocar es el dilema de cómo satisfacer los requerimientos crecientes de energía de Chile. El tema es de muy difícil solución y todas las alternativas tienen costos asociados, que son necesarios evaluar y optar, en este caso, por el mal menor.

Si no queremos:

• Centrales nucleares, que antes de Fukushima, me parecía una alternativa a ser considerada y evaluada, pero ahora creo que la mayoría tendemos a descartar la opción, por las características altamente sísmicas de Chile. Japón genera el 30% de su energía con esa tecnología, pretendían llegar al 50%, pero hoy están cuestionando seriamente dicho incremento.

• Generación termoeléctrica, ya sean a carbón, con combustibles fósiles o a gas, que contaminan principalmente el aire que respiramos y agudizan el fenómeno invernadero.

• Represas, requeridas para la generación hidroeléctrica, una de las más amigables con el medio ambiente (no consume combustibles y no genera gases que se descargan a la atmósfera). Las llamadas “centrales de paso” tienen una capacidad de generación muy inferior a la obtenible por medio de represas. Debo decir que no conozco la Patagonia, pero pasé unas vacaciones en Rapel, en el lago que generó el proyecto hidroeléctrico del mismo nombre, y me parece que en vez de destruir el paisaje, creó un centro turístico que recibe gran cantidad de visitantes.

¿Qué nos va quedando? Las energías renovables no convencionales: eólica, solar, geotérmica y mareo-motriz.

Pero, hoy por hoy, son caras. En los siguientes gráficos muestro los costos de los distintos tipos de energía, obtenidos de una presentación hecha por la Comisión Nacional de Energía el año 2005. No encontré datos más actualizados (que seguramente los hay), pero para efectos de comparación, cumplen con mi objetivo.






     Las energías renovables son el futuro del mundo, hay que prestarles atención y apoyo, como se está haciendo. Pero están lejos de suplir en un alto porcentaje los requerimientos de mediano plazo. Y tienen una gran “pero”: su generación es discontinua, lo que implica tener grandes y costosos acumuladores de energía, o tener generación combinada, con un complemento de generación contaminante, generalmente termoeléctrica.

     Tiendo a pensar que hoy, se requieren tanto las unas como las otras.

     Hasta donde llega mi entendimiento (que puede que no llegue demasiado lejos), la energía geotérmica no me parece que tenga un potencial de generación demasiado alto. Y eso sí que significaría “matar” El Tatio en forma definitiva.
     La solar, que cuenta con todas mis simpatías, tiene todavía un elevado costo, y al igual que la eólica, requiere grandes campos de paneles solares la primera y aerogeneradores la segunda.

     He escuchado que en los próximos años, Chile proyecta cubrir sus requerimientos energéticos con energías renovables no convencionales del actual 3% al 10%. Es un avance, pero está lejos de resolver el problema.

     Si fuera posible (que no lo es), de la noche a la mañana, cambiar masivamente a energías renovables no convencionales: ¿estarían la mayoría de los detractores de éste y otros proyectos dispuestos a pagar cuentas de luz de $90.000 o $120.000, cuando hoy pagan $30.000?

     Digamos, como algo adicional, que la contaminación vehicular, al utilizar combustibles fósiles, es un tema en extremo preocupante. Se ve como solución (que comparto), los autos eléctricos, de los que ya están saliendo los primeros modelos. ¡PERO PARA ESTO SE REQUIERE MÁS GENERACIÓN ELÉCTRICA PARA PODER CARGARLOS!

     Los argumentos en contra de éste y otros proyectos, los entiendo, pero no veo propuestas alternativas realistas para resolver el problema.

     Aunque no es algo que se me haya ocurrido a mí, tengo que plantearlo: en lo que respecta al impacto en el paisaje, tanto las represas o las plantas, son un tema menor. La energía, además de producirla, hay que llevarla a los consumidores. Y eso significa líneas de transmisión, que son feísimas y una verdadera agresión hacia quien desea extasiarse frente a un hermoso paraje. Y en ese aspecto, las energías renovables, no renovables, convencionales y las que no lo son, tiene el mismo impacto negativo.

Miren estos paisajes tan poco atractivos:





Algo importante: hay que respetar el derecho de los ciudadanos a expresar su rechazo (o aprobación) en forma pública, en pacíficamente, ante situaciones que les afectan o puedan afectarlos a futuro. Es parte de la democracia. Pero la violencia, venga de donde venga, debe ser categóricamente rechazada.


     La solución que resuelve todos los problemas parece evidente: que cada ciudadano se haga cargo de generar la electricidad que requiere para su diario vivir. Instalar paneles solares o torres eólicas en sus casas o edificios. Sistemas de calentamiento de agua solar en los techos para el agua caliente y calefacción. Costear la inversión y su operación y mantenimiento. Que las empresas hagan lo mismo. Y que el Estado se encargue de suministrar el alumbrado público, para lo cual, con la capacidad instalada existente, es más que suficiente.

     No más represas, ni plantas, ni torres de transmisión.

      Pero me temo que la medida no sería popular entre quienes tengan la capacidad económica de absorber dichos costos. Y para los que no la tengan ¿quién se hace cargo de resolverles el problema?

8 comentarios:

  1. Carlos Valdés:
    Estimado Victor:
    Te felicito la forma de abordar el tema, curiosamente ayer estaba en una reunión social donde había una defensora(a ultranzas) de mantener la patagonia libre de contaminación. Desafortunadamente sin argumentos serios y con escasos conocimientos de la realidad. Yo la llevé por la senda de las consecuencias de mantener la matriz energética actual y un aumento de requerimientos de energía. No pudo presentar alternativas de solución que no tuviera impactos en la población, entre otros en la repercusión en los ingresos familiares y los efectos en la economía.
    No se puede comer huevos sin romper la cáscara.
    La gente, en general, sin tener antecedentes serios, opina dejando una sensación de abanderarse por una postura porque si, pecando hasta de cándidos.

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  2. Comentario de MAAB
    Felicitaciones por el interesante artículo. Comparto tu postura en cuanto a que cada forma de generar energía tiene su costo y si no se quiere detener el progreso del país debe elegirse la que racionalmente presente menos desventajas en base a nuestras propias circunstancias ambientales, geopolíticas, económicas, sociales y culturales.
    Un fraterno abrazo.

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  3. Aporte de S.Demetrio
    Amigos, para que estén más informados antes de opinar o apoyar (o no) a los que se oponen, que creo [1] o no saben, [2] o son viscerales [3] o buscan impulsar sus alternativas aunque no sean las mejores (los que quieren poner ERNC a trocha y mocha, aunque sean caras)
    Es una pena que estemos en una pelea tonta e impidiendo algo que va en pro del bien común.

    Fundamentos a continuación:
    1. HidroAysén es, actualmente, la mejor opción país para tener electricidad disponible para desarrollarnos (limpia, menor costo, y es un apoyo al desarrollo de Aysén). El problema es que es 100% para dejarla en Stgo, lo que no es bueno, pero igual vale la pena hacer HidroAysén para el país...

    2. Todas las otras energías son más caras (una proporción aproximada de los precios c/r a electricidad de embalse, y lo indico a continuación: Hidro de embalse=1 (HidroAysén será mayor por la transmisión ... quizá 3 ó 4); Hidro de pasada= 1,5; Geotérmica= 2 a 3 (pero hay que 'pillarla'... ojalá no se opongan como en el Tatio); Carbón= 6 (y da pega a los mineros del carbón); Nuclear= 5,5 (y Chile puede lograr Uranio como subproducto en las mineras); Gas Natural= 4 a 10 (4 si es GN o 10 si es GNL traído en barcos... antes llegó como a 2 con gas barato); Petróleo Pesado (bunkerC o Enap6, importado)= 8; eólica= 13 (pero debe haber respaldo, que pueden ser los embalses y creo aguantan un 5 a 10% de la matriz SIC); petróleo diesel (importado)=20; solar fotovoltaica= 40 (el gasto de inversión y la limpieza de los paneles no es barata). Se supone que en 20 años se pueden abaratar, la Eólica para quedar entre 7 y 10; la solar llegar a 20 a 25 (lo mejor es usar la solar para calentar agua, y allí si es alcanzable); la nuclear actual a 3 a 4...

    3. Es bueno la aprobación de las centrales en Aysén primero (5 de HidroAysén y 2 de Xstrata), y discutir la transmisión después, pues se da la posibilidad que se retrase harto, pero igual en el intertanto se gana, e incluso sin trasladar dicha electricidad a Santiago, ejemplo venderla a Argentina que son menos km (y nos devuelvan gas en el resto del país... aunque los Argentinos no sean muy confiables... 'guerra fría', tú me quitas, yo te quito), o usarla para procesos industriales muy intensivos en electricidad, como refinerías para Cu, Zn, Al... etc.

    4. Creo que Aysén se beneficiará pues habrá más infraestructura y es probable aumente tb la parte turística 'para ver o gozar' los beneficios de las represas (deportes náuticos, centros turísticos, etc.), y la industrial con kWh más barato...

    5. Voto que si a HidroAysén, y creo que un tribunal técnico también lo aprobaría... No hay que olvidar que el bien Común se sobrepone al bien individual...

    6. Toda la jarana en contra de HidroAysén lo único que logra es alargar el precio alto por la electricidad "por falta de oferta" (ya pasó en Ralco, con las Quintramán, que si bien ganaron algo, la que más ganó fue ENDESA pues inhibió toda oferta nueva y la escasez obligó a mayores precios y eso dio mayores ganancias a las eléctricas), y no quiero que eso vuelva a pasar...

    Es mi punto de vista, que estimo fundado y no 'visceral'

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  4. Gracias Víctor, estoy de acuerdo con tu análisis, creo que es la fuente menos invasiva disponible.
    en todo caso es interesante investigar unas pilas voltaicas de bajísimo costo y cuyo desarrollo aparentemente ha sido abortado. Saludos, Juan I.

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  5. Gabriel A. dijo:
    Interesante el tema.
    En tu ultimo punto, el tema esta en quien le coloca el cascabel al gato!
    "Pero me temo que la medida no sería popular entre quienes tengan la capacidad económica de absorber dichos costos. Y para los que no la tengan ¿quién se hace cargo de resolverles el problema?"
    Me inclino por las hidroelectricas - aunque el transporte de la energia no da el mejor aspecto al medio ambiente - pero es la mas limpia!
    Ademas debemos ser realistas ....... todo tiene un costo!
    Plantas nucleares - por cierto y los ultimos hechos -tragedia - en Japon asi lo indican - son un peligro para Chile - pasarian a ser bombas de tiempo!
    En todo caso si se da este proyecto Hidroaysen ojala sea con recursos nacionales 100% - sino lee el libro: Confession of an Economic Hit Man - John Perkins
    Da una buena idea de "como nos quieren ayudar externamente".
    Un abrazo,

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  6. Tano dijo:
    Te felicito y te agradezco por la luminosidad de tu exposición. Toda la odiosidad política y la violencia de la ignorancia deben subordinarse al bien común.
    Saludos

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  7. Hola Victor:
    La verdad pienso es un tema que hemos estirado demasiado, ya se puede poner peligroso.
    Si tu mencionas que no conoces la Patagonia, tu crees que los manifestantes la conocen ? que alternativas ofrecen? quienes son estos ambientalistas pa' la TV mayoritariamente juventud, muchos de ellos encapuchados, buenos para tirar piedras, que si se les consultara pienso no tienen idea de en que están participando. También vi algunas damas bastante histéricas.
    Creo hay una batería de temas medio-ambientales que deben solucionarse, comenzando por el aseo en las ciudades, carreteras, playas, plagas de canes vagos, alto nivel de ruidos, etc.
    No encuentro la razón de esta movilización ...... a no ser que sea por protestar ....por protestar, ........ es cómo el aniversario del joven combatiente.
    Esta es nuestra nueva idiosincrasia protestar por todo y cada cual ofrece la "ninguna solución".
    Habrá real conciencia entre los seudo ambientalistas de nuestras necesidades de energía, que permitan seguir con el desarrollo del país ?
    Cordiales saludos,

    Mariano.

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  8. Me consta que hay personas que está hasta más arriba de la coronilla con el tema energético, particularmente con quienes no quieren ni termoeléctricas, ni embalses, ni centrales nucleares. Si lo que quieren es solo energías renovables no convencionales, pareciera que desconocen el costo de su producción, porque con ella nuestros costos de producción se elevarían haciendo perdernos competitividad en el concierto mundial, y al igual que nuestros costos de consumo de energía con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de nuestros ingresos.

    La energía proveniente de nuestras aguas es una de las más amigables con la naturaleza y sin necesidad de ser experto en el tema, el solo sentido común nos dice que nuestro país reúne condiciones particularmente favorables por el declive natural que nos da la majestuosa cordillera que tenemos. Pocos países se pueden dar el lujo de tener lo que tenemos. Ese aprovechamiento lo podemos hacer armoniosamente, en sintonía con nuestros suelos mediante cadenas de embalses que no nos agredan, que no nos violenten.

    Falta previsión. Es el modelito no previsor, incapaz de internalizar en los precios actuales su costo real. Los empresarios hacen los suyo. Donde ven el negocio, ponen el ojo, y hacen todo lo que pueden por incrementar el negocio. Es lo suyo, velar por su bien particular. El de los políticos es el de velar por el bien común. Y cuando los políticos alternan con los empresarios, el resultado es el que tenemos. En la presidencia tenemos a un empresario-político con un gabinete tecnócrata-empresarial. Y en el Congreso Nacional los trabajadores a lo más los podemos contar con los dedos de una mano. Y ciudadanos de a pie, menos aún.

    Eso es lo que esconde Hidroaysen, y por eso la gente está cabreada. Cabreada que la pistoleen. Por otro lado también se crítica a los políticos que no habiendo estado en desacuerdo con el proyecto, algunos incluso aprobándolo, al ver la avalancha popular contraria, acuerdan bailar al ritmo de los votantes. Y hay quienes estiman penoso este espectáculo, sin creer que puedan estar “mirando por el bien del país”. Lo hacen igual que los otros, o ¿acaso los dueños de Hidroaysen “lo hacen por el bien del país” y no por “el bien de sus respectivos bolsillos”? Basta ver quiénes son los dueños de Hidroaysen para darse cuenta que nos quieren hacer pasar gatos por liebres. La gente percibe que la aprobación del proyecto tuvo una trayectoria de un oscurantismo tan grotesco que parece haberla colmado.

    De otra manera cuesta explicarse la reacción ciudadana, la reacción de una población cuya mayoría no debe conocer la Patagonia. Es una reacción por intuición. De rechazo a lo burdo, a la captura de un Estado por parte de un grupo de privilegiados.

    Viendo tan solo los árboles, sin ver el bosque, lo afirmado en el párrafo anterior es cierto. Por no ver el bosque nos sumergimos más y más en las tinieblas. No se trata de criticar por criticar. Se trata de levantar la mirada, hacer un alto, mirar más allá de lo inmediato. Percatarnos que no podemos seguir por esta senda, una senda insaciable, donde la energía que produzcamos siempre se nos va a hacer escasa si seguimos por este camino de desarrollo insaciable en su consumo energético, de tierras cultivables, de apropiación de derechos de agua, de degradación ambiental.

    Mirando el árbol, Víctor tiene razón; mirando el bosque, creo que no la tiene.

    Perdonenme lo extenso de estas lineas!

    Rodolfo

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