lunes, 18 de octubre de 2010

Crisis Económica y Fondos de Pensiones al 30 de septiembre de 2010.

Ha pasado un largo tiempo sin que haya hecho una actualización de mi visión sobre como va desenvolviéndose la crisis económica que se inició en Octubre del 2007.
Mis últimos comentarios son del 5 de febrero de 2010, donde mencionaba que el panorama en ese momento no era necesariamente negro, pero tenía tintes grises y que si se debía tomar alguna decisión de índole económica, la cautela y la prudencia parecían ser buenas compañeras.
Estando ya bastante adentrado octubre y conociéndose los datos oficiales de septiembre, me centraré en dos aspectos relativos al tema:
COMPORTAMIENTO DE LAS BOLSAS MUNDIALES, que son un buen reflejo de la sanidad de las economías y sobretodo de las expectativas futuras de inversionistas que se supone se manejan con bastante soltura en el ámbito financiero, y
COMPORTAMIENTO DE LOS FONDOS DE PENSIONES CHILENOS, absolutamente ligados a la economía y finanzas tanto nacional como mundial.

BOLSAS MUNDIALES

El análisis lo haré focalizado en la variación que han tenido distintas bolsas desde fines del 2007 hasta el 30 de septiembre de 2010, para ver el monto de recuperación que han tenido hasta la fecha. Y lo mejor es partir presentando los datos en forma gráfica.




Partamos de peor a mejor:
Japón: No ha podido levantar cabeza. Pobrísima recuperación, pues aún está a niveles de 40% por debajo del valor que tenía antes de la crisis. Es cierto que los bienes que producen, de alto valor agregado, son los que más se vieron afectados por la crisis (la gente prescindió de comprar bienes durables, cambiar los autos, y adquirir bienes de alta tecnología). También es cierto que la devaluación del dólar los ha afectado seriamente, haciéndoles perder competitividad. Pero deben haber otros factores que desconozco que expliquen su pobre comportamiento frente a otras economías mundiales.
Europa: Está más que complicada: aún le falta recuperar un 25% del valor que tenían las acciones previo a la crisis. El grave problema de Europa es la rigidez de su sistema laboral y de beneficios sociales para ajustarse a condiciones desfavorables.
Su sistema de beneficios sociales, muy atractivo para quienes lo reciben, resulta económicamente insostenible (seguro de cesantía, pensiones de vejez, salud….); sobretodo en países en que cada vez hay más personas de edad avanzada que atender, y menor fuerza laboral joven que en definitiva es la que debe solventar los gastos de los mayores. Hay reacciones gubernamentales, pero la oposición de la ciudadanía es masiva. ¡Claro, a nadie le gusta que le metan la mano en el bolsillo! Hoy Francia está parada porque el gobierno pretende aumentar la edad mínima de jubilación de los 60 a los 62 años, y de 65 a 67 años para recibir la pensión completa. Y eso a los franceses les ha hecho muy poca gracia.
Ha habido además poco pragmatismo para manejar las finanzas públicas, gastando más de lo que razonablemente es aconsejable, y eso, tarde o temprano, tiene que explotar.
Grecia vivió una situación de colapso inminente. La Comunidad Europea salió en su ayuda, pero claro, puso sus condiciones de recortar los gastos en forma drástica, lo que produjo una conmoción social similar a la que hoy vive Francia.
Por muy mal camino han transitado otras economías europeas, como España, Irlanda, Portugal e Italia. Hasta aquí han logrado seguir navegando pero en mares muy turbulentos.
En su momento, la creación de la Comunidad Europea, la moneda única, el libre tránsito y libertad de trabajo en los países comunitarios, me pareció uno de los grandes hitos del siglo XX. Pero la crisis puso de relieve varios bemoles que a futuro tendrán que resolver.
En buenas cuentas, Europa parece estar en un punto muerto, con un futuro difícil de precisar. Y si a esto le agregamos el proceso de islamización de Europa (ver mis artículos sobre el tema bajo la etiqueta de "Visiones del futuro"), el panorama se hace aún más confuso.
Estados Unidos: No nos olvidemos que el origen de la crisis se centró básicamente en ésta que es la primera economía mundial. El gobierno tomó acciones para evitar quiebras estrepitosas, desempleo masivo y para reactivar la economía. Tuvo sus efectos, pero ahora que los incentivos se han acabado, la máquina volvió a operar a medio vapor. Algunos expertos creen que retomar la velocidad de crucero será más lento de lo que muchos desearían.
China: Sigue siendo un factor clave para la economía mundial, aunque los niveles de sus bolsas aún les falta mucho por recuperar. Me atrevo a pensar que previo a la crisis había una euforia (o burbuja) respecto a la economía china, que la crisis se encargó de apaciguar. Pero no cabe duda que China sigue con un crecimiento espectacular.
Países asiáticos excluido Japón: Bastante bien diría yo; a septiembre han recuperado lo perdido durante la crisis y “aquí no ha pasado nada”.
América Latina excluido Chile: Notable, y así lo reconocen la mayoría de los economistas. Las bolsas hoy tienen un valor 15% por sobre el que tenían a fines del 2007. Después de haber vivido por decenios en manejos irresponsables de sus economías, hoy son un ejemplo de cómo deben hacerse las cosas y estar bien preparados para períodos de vacas flacas, que siempre los ha habido y seguirán habiendo a futuro.
En la cifra que entrego, sólo he considerado las bolsas de Brasil, México y Argentina que son las que he seguido, pero debo destacar que países como Perú, Colombia y Uruguay, por mencionar los más cercanos, también han manejado ejemplarmente sus economías.
Chile: Así como me cuesta entender el pobre desempeño de Japón, se me presenta el mismo dilema para justificar el espectacular desempeño de la bolsa chilena. Chile es un país estable, creíble, confiable, con reglas suficientemente claras, y con gobiernos que por décadas han manejado la economía del país de una forma que no puedo menos que admirar. Pragmatismo es la palabra más apropiada.
Y algo de lo que estoy convencido (sin que por ello deba ser necesariamente cierto): las durísimas enseñanzas que nos dejó nuestra propia crisis interna a principio de los 80, es una lección aprendida que perdura hasta el presente.
Todo lo dicho es definitivamente un plus que más que justifica un buen desempeño de la economía chilena. Pero de ahí a entender que la bolsa hoy tenga un valor 57% por sobre el que tenía antes de la crisis es algo que escapa a mi ámbito de entendimiento. Sobretodo si lo comparamos con la evolución de otras bolsas del Mundo.
Hay un factor en Chile que no existe en otras economías: los Fondos de Pensiones, que manejan muchos millones en inversiones y que por ley están obligados a invertir una parte en Chile. Algunos indican que esto ejerce presión para que las acciones aumenten su precio. Me temo que dicho juicio tiene buenos fundamentos, aunque no para justificar un “desacople” tan significativo respecto a las otras bolsas mundiales.
Yo hago el siguiente razonamiento: el valor de las acciones deben tener relación con las expectativas de rentabilidad futura de las mismas, que se refleja (en parte) en los dividendos que distribuyen las sociedades anónimas anualmente. Tomé 9 años, una cantidad “X” de acciones y vi los dividendos que distribuyeron es ese período. Y corresponden anualmente al 7% del valor de dichas acciones en la bolsa (o sea, 7% de interés o rentabilidad anual). Y ese es un valor que considero normal y razonable, por lo concluyo que si bien puede haber una sobrevaloración de las acciones chilenas, ésta no es tan importante como algunos indican.

FONDOS DE PENSIONES

Todos sabemos que si la economía y las finanzas andan bien, los Fondos de Pensiones también y viceversa.
Me voy a centrar en los Fondos A (el de mayor riesgo), el C (intermedio) y el E (el más conservador). Y partamos nuevamente con el gráfico que muestra su evolución desde noviembre de 2007 a septiembre de 2010. Los valores están actualizados, por lo que las variaciones están expresadas en moneda del mismo valor.


Los resultados son concordantes con lo indicado para las bolsas. No podía ser de otra forma. Veamos (los valores que menciono son de orden de magnitud):

Fondo A. En cifras redondas, un 59% de renta variable extranjera, un 19% de renta variable nacional y sólo un 22% de renta fija. Y como en la mayoría de los países aún no ha habido una recuperación de la crisis, es de esperar que dicho fondo tampoco lo haya hecho. Y como se observa, los valores de dicho fondo aún están entre 12 y 15% por debajo de los que tenía antes de la crisis.

Fondo C. Con un 23% de renta variable extranjera, 17% variable nacional y 60% de renta fija, no sólo se ha recuperado de la crisis, sino que tiene valores entre 4 y 7% superiores a los que tenía al iniciarse la crisis. Eso porque tiene una mayor ponderación la renta variable chilena, de extraordinario desempeño, y la renta fija.

Fondo E. Es casi 100% renta fija, que soportó bastante bien el mal período. Tiene un aumento entre 10 y 15% en estos casi 3 años transcurridos, lo que equivale a una rentabilidad anual entre 3 y 5%, lo que para ese fondo está bastante bien.

Algunos dirán: entonces el mejor fondo es el E. En períodos de crisis, sí, pero en tiempos normales, debería ser el de menor rentabilidad.

En los primeros 9 meses de este año 2010, el Fondo A lleva acumulada una rentabilidad de 6,59%, el C, 6,36% (influenciado por la bolsa chilena), y el E, 3,47%.

Y AHORA ¿QUÉ?

Pues nada, una cosa es plantear lo que ha ocurrido, lo que es demostrable, y otra muy diferente es predecir lo que ocurrirá. No creo que Nostradamus haya dado alguna pista sobre este tema. Y de algo estoy convencido: ni los economistas más avezados, son capaces de vaticinar el futuro. Hay muchas predicciones. Algunas en el pasado, fueron acertadas, pero con tantos pronósticos, probabilísticamente alguno tendrá que dar en el blanco. Pero por azar, creo yo.
Si uno se ve enfrentado a una decisión de inversión, debe estar informado. Es un buen punto de partida. Pero luego, la intuición es la que asume el rol principal al momento de “tirarse a la piscina”, acción que tiene las características de apuesta.
Y yo estoy jugando la mía.

Fondos de pensiones: Una nueva recesión, parece ser de probabilidad baja (nunca nula). Y las economías, deberían levantar cabeza, lentamente pero sustentadas en fundamentos más sólidos, más regulados y controlados y menos especulativos. Y como quienes deben hacerlo son las economías que tienen mayor peso en el Fondo A, miro con especial simpatía dicho fondo.
Bienes raíces: Creo no son descartables. Las propiedades en Chile aún tienen un valor razonable si se expresan en dólares y las tasas de interés son especialmente atractivas.
Acciones en Chile: Tengo mis dudas, dado que su valor ha subido demasiado, según lo ya dicho.
Fondos Mutuos: puede haber varios interesantes, dado que están ligados a indicadores bursátiles y éstos, se supone, deberían subir para recuperase del efecto crisis.
Iniciar un nuevo emprendimiento: si se tiene “buen ojo”, capital (propio o prestado), y voluntad, suele ser la mejor inversión. Pero ahí hay que aportar una buena dosis de trabajo.

¿Qué seguridad tengo de lo que estoy diciendo? ABSOLUTAMENTE NINGUNA.

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