miércoles, 4 de agosto de 2010

La Tierra parece estar loca.

En el último mes hemos sabido de serias inundaciones en México y Brasil.
Hoy estamos presenciando unas inundaciones mayúsculas en China, Afganistán y sobretodo en Pakistán: Más de 1.500 muertos contabilizados hasta el momento, más de 1 millón de afectados y 45 puentes destruidos, cifras sólo para tener una idea de la magnitud de la tragedia.
Mencionemos también la ola de calor que está afectando a buena parte del hemisferio norte: India (con muertos), Japón, USA, Rusia, Israel (hasta 50º C), Kuwait…por nombrar algunos.

Y la contraparte: ola de frío en el cono sur de América. Aquí en San Pedro llegamos a 12 grados bajo cero….a ver si nos llega algo del calentamiento global.
Chile no quedó fuera de este escenario caótico, con el terremoto del 27 de febrero pasado. Y Haití, a principios de año.

Reflexión 1: Tengo mis serias dudas que estos fenómenos puedan ser atribuidos, por lo menos 100%, a las alteraciones producidas en la atmósfera por las actividades humanas. Parece que estos fenómenos han ocurrido siempre, pero ahora, con los medios de información que disponemos, estamos infinitamente mejor informados en oportunidad y calidad de la información, pudiendo dimensionarla en toda su magnitud.
El hombre está afectando el medio ambiente, que duda cabe. Pero por el momento creo que las causas principales aún pertenecen al ámbito exógeno. Sin entrar en detalle, mencionaré sólo el efecto de la actividad solar y su impacto en lo que se llama “termósfera”, que se expande o contrae a causa de ella. Y ese efecto tiene una importancia enorme.
Reflexión 2: Algunos dirán: “es un anticipo de lo que se nos viene encima el año 2012”. Ya escribiré sobre el tema, pero debo estar muy bien documentado para hacerlo.
Reflexión 3: La Tierra es un elemento “vivo”. Está en pleno proceso de evolución (siempre lo ha estado y gracias a ello, existimos. Y lo seguirá estando). El hombre debería considerar esa realidad para decidir en que zonas es recomendable vivir, para minimizar los riesgos. Pero normalmente ésta no es una variable que se considere. Obviamente, es muy difícil tomarla en cuenta pues hay otras más inmediatas: donde nací y me quedé, donde el destino me llevó, donde encontré trabajo (consideración para nada menor), donde hay más posibilidades de desarrollo profesional o laboral. Y los con más años, a) Razones económicas (dónde me resulta más barato vivir: un para de casos: zonas de Arizona, USA, donde se llenaron de jubilados o alemanes que se trasladan a Mallorca), b) Donde se dispone de mejor atención médica, factor sin importancia para los jóvenes pero que va tomando relevancia a medida que transcurren los años y c) Donde haya un clima benigno, pues a los más ancianos, eso del frío no va con ellos. Pero el factor riesgo, casi sin excepción, está ausente. Y hay algunos casos, que parecen evidentes; sólo algunos ejemplos: No se debería vivir:
1. A orillas del mar, de ríos y lagos. Se podría ir de vacaciones, pero con un sistema de “huída” ante la posibilidad de algún evento anormal.
2. En zonas de alta sismicidad (para ser consecuente, debería irme de Chile, lo que no pienso hacer).
3. Cerca de volcanes activos o que pudieran entrar en actividad. Soy un mal ejemplo: por ahora vivo a 40 Km del volcán Laskar cuyas fumarolas las puedo ver desde casa.
4. En lugares en que los huracanes y ciclones (son casi lo mismo) son eventos de todos los años.
5. En los cursos naturales de aguas en caso de lluvias torrenciales o desbordamientos de lagos o ríos.
6. Y los riesgos producto de las actividades humanas: aguas abajo de centrales hidroeléctricas o en zonas donde se hayan instalado centrales nucleares.

Una tesis de titulación interesante sería determinar las áreas que ofrecen mayor seguridad, si es que hay alguna.
Digamos que se puede tomar otra actitud: “vivo donde me plazca y cuando me toque, es simplemente porque me llegó la hora”.

Reflexión 4 y última: Es casi anecdótico: USA ayudará por las inundaciones en Pakistán, con una suma de 10 millones de dólares. Dicen que es un aporte “inicial”. Me imagino que así será, pues la cifra es ridícula. Hoy, estando en la habitación contigua donde mi esposa estaba viendo tele, escuché que un matrimonio de algún adinerado iba a costar 3 millones de dólares. Lo digo para tener una referencia de lo que estamos hablando.
Nota: He escuchado que China y la Unión Europea harán aportes de magnitudes similares. En fin……

1 comentario:

  1. Un par de aportes...el matrimonio de la hija de Clinton costó 10 millones de dólares...Habrá ido Mónica con vestido y puros????
    Desde hoy y hasta tres años comenzarán a llegar a la tierra les repercusiones de lo que llaman tormentas solares...al menos el 2012 parece un año interesante...
    Un abrazo grande...al parecer al menos estaremos en familia....jejejeje.

    ResponderEliminar