De los capítulos anteriores publicados, se deduce que mi opinión sobre nuestro sistema previsional es, hasta ahí, más que positiva. Tanto en su concepto, como en sus resultados. Pero el análisis y casos mostrados corresponden a la situación de los hombres. EL CASO DE LAS DAMAS REQUIERE UN ANÁLISIS ESPECIAL.
Hay dos factores que hacen que, para las mujeres, el sistema resulte altamente insatisfactorio:
1. Su diseño considera que se pensionen a los 60 años, 5 años antes que los hombres (65). Cotizan 5 años menos (con un capital menor) y deben financiar su pensión 5 años más que los varones.
2. Y sobre esto, tienen una expectativa de vida mayor (¡bien por ellas!), por lo que, en la proyección de la pensión, deben considerar esos años adicionales, que son del orden de 3.
Por lo tanto, con un capital cotizado bastante menor que el hombre, deben financiar 8 años más de pensión. Y eso produce una diferencia abismante.
CRÍTICAS AL MONTO DE LAS PENSIONES FEMENINAS
En este capítulo, no pondré ejemplo de críticas, como lo hice en los anteriores. Sólo diré que normalmente, el tema se toca como en segundo plano, o simplemente no se menciona. Lo que no deja de sorprenderme, pues, como veremos, es el punto débil del sistema previsional.
MI ANÁLISIS
Para dimensionar la situación en base a números (soy ingeniero y caigo irremediablemente en eso), usaré los mismos 3 casos utilizados con anterioridad, aplicados tanto a damas como a varones.
Salvo que se indique lo contrario, sus características son:
Caso 60 constante: Cotiza desde los 25 años por un sueldo imponible constante de 60 UF y se pensiona a la edad establecida en la ley. La rentabilidad del fondo en que cotiza es la real desde julio de 1981 a septiembre de 2011 (Cuprum, Fondo C), y la proyección a contar de esa fecha, supone una rentabilidad de 4,7%, que es la que sugiere la Superintendencia de Pensiones para el Fondo E (el más conservador).
Caso 20+5%: Como el caso anterior, pero inicia la vida laboral con un sueldo de 20 UF con incrementos anuales de 5%. Llega al antiguo tope de 60 UF (hoy es 66), a la edad de 48 años.
Caso 20+2%: Como caso anterior, iniciando la cotización por el sueldo de 20 UF, con incrementos anuales del 2%. Al momento de pensionarse su sueldo alcanza a 44,1 UF en los hombres y 39,9 UF las mujeres.
Todos los casos suponen que no tienen cónyuge; son solteros(as) o viudos(as).
En los artículos anteriores, las pensiones que se usaron en los ejemplos correspondían a la pensión del primer año en retiros programados. En adelante, las pensiones se mostrarán como rentas vitalicias simples, por la comodidad que se expresan como una pensión constante y de por vida.
Como para tener presente: Para las damas, la pensión el primer año en retiros programados es del orden de 10% mayor que la renta vitalicia, y en los varones, 9% (los valores difieren según las características de cada pensionado. Sólo indico valores referenciales).
HOMBRES Y MUJERES EN IGUALDAD DE COTIZACIONES
Un caso cualquiera: ambos se pensionan a los 60 años y tienen el mismo capital para pensionarse. Sus pensiones serán:
Este es el efecto de la mayor expectativa de vida para la mujer. Por ese solo hecho, su pensión ya es un 12% menor que la del hombre.
HOMBRES Y MUJERES JUBILANDO A LA EDAD ESTABLECIDA
Comparación del monto de las pensiones
Ellas, pensionándose a los 60 años y nosotros, a los 65.
Para los 3 escenarios (casos) descritos, tenemos la siguiente situación:
La diferencia no puede dejar de sorprender a quienes se enfrentan por primera vez a este tipo de comparaciones. El efecto es debido a las dos causas ya indicadas: ellas cotizan 5 años menos y viven más. La pensión de las damas es del orden del 58% de la que reciben los varones, cotizando exactamente igual hasta los 60 años.
El sueldo de 60 UF, algunos dirán, “¿para qué usarlo si son pocos los chilenos que llegan a él? La proporción es constante; si quieren el valor para una renta constante de 20 UF, las pensiones mostradas simplemente hay que dividirlas por 3.
Estos mismos casos, expresémoslos como pensión en relación al sueldo imponible de los 10 últimos años, que es un indicador frecuentemente utilizado.
Género masculino: pasa la prueba de la blancura, al dar pensiones por sobre el 70% del promedio de sueldo imponible de los 10 últimos años, que era la expectativa que se tuvo al diseñar el sistema. Pero el género femenino no sólo no la pasa sino que, para sueldos crecientes en el tiempo, está lejos de acercarse a esa cifra. ¡MUY MAL!, hay que decirlo.
Para comprobar mis cifras, en el gráfico anterior agrego lo ocurrido a una amiga que se pensionó el año 2010, a los 60 años, y que identifico como NN3. No fue posible rehacer totalmente su secuencia de cotizaciones, pero en los primeros años fueron menores al tope, al que llegó más adelante. Y el valor real de su SCOMP para renta vitalicia, fue de un 40% del promedio de sueldo de los 10 años anteriores a su jubilación, valor casi idéntico al del caso 20UF+5%, que es la situación que más se le asemeja. ¡BINGO!
Condiciones para llegar a pensión del 70% del sueldo imponible de los últimos 10 años.
Rentabilidad requerida del Fondo de Pensión:
¿Con qué rentabilidad se puede llegar a esa pensión (70%)? Aquí las tenemos:
Con este ejercicio pretendía determinar si, con una rentabilidad futura esperada realista, se podía llegar a la meta del 70%. Caso hombres: razonablemente alcanzable. Caso mujeres, con sueldo crecientes en el tiempo, definitivamente, no. Suponer que el sistema pudiera mostrar rentabilidades de 8 o 9% promedio anuales durante 40 años, no puede catalogarse de optimista, sino de abiertamente quimérica.
Cotización requerida para una pensión equivalente al 70% del sueldo imponible de los últimos 10 años (Damas)
¿A qué monto habría que subir las cotizaciones (% del sueldo imponible), para lograr la meta? A los siguientes:
Sería una manera de compensar los 5 años menos de cotizaciones y para cubrir la mayor esperanza de vida. ¿Posible? Difícil. Habría que subir a tipo 18% el monto de cotización para las damas, diciendo: “Ahora y hasta que cumplan los 60 años, van a tener un sueldo líquido menor, para luego tener una mejor pensión”. Puesto en números: una dama que gane $500.000 mensuales, en vez de cotizar $50.000 en la AFP, tendría que hacerlo por $90.000. $40.000 menos disponible por mes.
Digamos que lo que se cotizaba en el antiguo sistema de reparto, era del orden del 20%, cifra bastante parecida a las mostradas en el gráfico anterior. Pero ese es el tema de la Parte 6.
POSIBLES ALTERNATIVAS PARA CORREGIR LA SITUACIÓN QUE AFECTA A LAS DAMAS
• Alternativa 1: Si mantenemos el principio que cada trabajador debe cotizar en forma personal para financiar su futura pensión (principio que considero sano), para similitud de condiciones en su monto debe darse igualdad en el período de cotizaciones. Dicho de otra forma: ellas deberían pensionarse a los 65 años, como los hombres. Postura “políticamente” no sólo incorrecta, sino inconveniente para quienes deban aprobar y hacerse responsables por tal decisión.
• Alternativa 2: Diferenciar el monto a ser cotizado según el género. Mantener el 10% para los hombres y para las mujeres, establecer una cotización mayor, que como vimos, debería ser del orden del 18%. Tampoco parece una opción que pueda tener una buena acogida, pues significaría aceptar rentas líquidas menores durante toda su vida laboral.
• Alternativa 3: Dejar abiertas las 2 anteriores, a elección de cada mujer. Cotizar 10% y poder pensionarse a los 65 años, o 18% definiendo la edad para pensionarse a los 60 años.
• Alternativa 4: Si el Estado quiere beneficiar a las mujeres por su condición de tal, definir una pensión complementaria para equiparar su jubilación a la que tendría un hombre a los 65 años, con una secuencia de cotizaciones como la que tuvo la mujer. El costo debería ser 100% del Estado. Habría que ver de que montos anuales estamos hablando y si el erario nacional estaría en condiciones de asumir ese compromiso. La Reforma Previsional del año 2008, dio algunos pasos en ese sentido, como el bono por hijo nacido vivo. Es un avance, pero insuficiente y que no resuelve el problema.
• Alternativa 5: Que los varones se hagan cargo de compensar la diferencia de pensione. Algo así como que parte de lo que ellos coticen, vaya a un fondo solidario para las pensiones de las damas. Escenarios posibles:
Del 10% que cotizan ellos, 8% sea para financiar su pensión y 2% para el fondo de las damas. Las pensiones serían similares para ambos géneros, pero los hombres verían reducidas sus pensiones en un 20%.
Subir la cotización del 10% al 12%. Para varones: el 10% va a su cuenta de capitalización (con lo cual sus pensiones seguirían exactamente igual a como están ahora) y el otro 2% al fondo para las damas. Nuevamente se obtendrían pensiones similares.
Digamos que esta posibilidad sería bienvenida por las chilenas, pero los chilenos miraríamos con malos ojos a los responsables de tal modificación.
• Alternativa 6: Que el Estado derogue el sistema de pensiones vigente, se apropie de los fondos de cada cotizante que en la actualidad es propiedad de cada trabajador (como lo hizo Argentina), y se responsabilice por el pago de las pensiones, tanto actuales como futuras, en base a normas a definir. Es el punto que trataré en la Parte 6, por lo que no corresponde hacer comentarios en este momento.
Nota: A cada alternativa mostrada, el lector podrá catalogarla según su propio juicio: absurda, inaplicable o de viabilidad remota.
Lo claro: no hay una solución obvia para corregir la gran diferencia que se produce en nuestro sistema de pensiones en el monto de las jubilaciones, según el género. Pero no podemos por ello, pretender que el problema no existe, aplicando la política del avestruz.
MIS CONCLUSIONES
• La diferencia que se produce entre hombres y mujeres en el diseño del sistema previsional chileno, ES SU TALÓN DE AQUILES.
• Las voces que abogan por la abolición del actual sistema, son muchas. Sus argumentos suelen parecer lapidarios y fundados. Yo creo que sus análisis están mal enfocados; argumentan mucho respecto a las rentabilidades futuras, a las altas utilidades de las AFPs y las altas comisiones que cobran, aspectos que he tratado de rebatir en esta serie de artículos. Y no enfocan sus críticas principalmente a la situación en que se encuentran las mujeres, punto que, según mi juicio, resulta irrebatible.
• Por lo expuesto en esta serie de artículos, y por considerar que, en general, el sistema previsional chileno es apropiado, se requiere con urgencia introducir reformas a la legislación vigente, para equiparar los beneficios de las damas con los de los varones.
Sobre Educación
Hace 13 años
Un comentario típico concertacionista: el sistema es bueno, lo que pasa es que requiere algunas reformitas y después de ellas va a quedar tiqui taca...
ResponderEliminarLe recuerdo que incluso en EEUU, uno de los países más desregulados del mundo y el paradigma del libre mercado, existe un SISTEMA DE REPARTO administrado por el Estado.
El sistema de AFP es un robo, y además fue diseñado durante una dictadura militar sin la menor legitimidad democratica.
Claro, Ud. cree que con un par de reformitas (retrasar unos años la edad de jubilacion de la mujer, establecer ciertos incentivos, etc, etc) se va a corregir el problema. Resulta que llevamos 20 años "corrigiendo" el problema y la cosa sigue igual, mientras que la diferencia entre el monto que reciben los jubilados del IPS (ex INP) y de las AFP es abismante.
Con la educación ha pasado lo mismo. El 20056 todos levantaron las manos, proclamaron un gran acuerdo nacional, aprobaron la subvencion preferencial y después todo siguió igual, porque el problema es ESTRUCTURAL.
No creo que le interse mi opinión. Ud. es jubilado de COdelco y su pension debe ser mas que jugosa. Asi que me imagino no tiene ningún interés en volver a un sistema de reparto. En fin.
Mi comentario a anónimo.
ResponderEliminarYa ve que está equivicado.Me interesan todas las opiniones que recibo,y trato de responderlas todas.
Le recomiendo vea lo que publicaré entre hoy y mañana, Parte 6, comparando sitema vigente con el antiguo de reparto.Y verá que que no basta decir que el sistema antiguo está dando pensiones mucho mejores que el actual (lo que es cierto),sino que hay que analizarlo con mucha más profundidad, para ver lo que hay detrás de las cifras.
Todos mis artículos contienen bastante información respecto a casos reales y proyecciones, para sustentar mis juicios.Esto debe aburrir a algunos,pero prefiero hacerlo para no aparecer con posiciones sin respaldo o pre-juicios.
Creo que mi juicio sobre el caso de las damas es bastante lapidario e indico que se requiere una revisión profunda.No se trata de cosmética.
El hecho que haya trabajado en Codelco, no tiene nada que ver con la pensión que pueda tener. Lo que sí tiene que ver es la continuidad de las cotizaciones, y es ahí donde el sistema está haciendo agua:Si las lagunas de imposiciones son abultadas,ni éste ni ningún otro sistema razonablemente sostenible,dará buenas pensiones.Lo trato en la Parte 6 de Mitos y realidades...
Gracias por sus comentarios.
Estimado Víctor:
ResponderEliminarEn primer lugar recibe mis afectuosos saludos más la reiteración de las felicitaciones por tu desinteresado trabajo. A propósito, me parece increíble que haya gente que interprete tu análisis en una forma tan extraña. ¡En fin!
julio B.