martes, 25 de octubre de 2011

SISTEMA PREVISIONAL CHILENO. MITOS Y REALIDADES. Parte 4: LA JUBILACIÓN ANTICIPADA

     En la secuencia de análisis sobre mitos y realidades del sistema previsional chileno, esta Parte 4 no estaba en el diseño original. Ha sido producto de un programa de televisión que acabo de ver en TVN (lunes 24 de octubre), cuyo nombre es ¡ESTO NO TIENE NOMBRE! Presentan casos de abuso, y se trataba justamente del tema.

     Por el título de la serie, era claro que el sistema iba a quedar mal parado. Y así fue.
     Y como se presentaron tanto mitos como realidades, se hizo merecedor a mis comentarios.

EL SISTEMA ANTIGUO DE REPARTO

     El antiguo sistema, que muchos creen es la solución a los problemas de los pensionados, lo trataré en la Parte 6. Pero debo adelantar algunos aspectos que son pertinentes al caso.
     En el sistema de reparto, vigente hasta 1981, llegaron a ser 35 cajas encargadas de las pensiones, con alrededor de 200 regímenes previsionales distintos. Todas a cargo del Estado.
     En esa oportunidad, se fusionaron en el INP, hoy IPS.
     Me referiré a EMPART (Caja de Empleados Particulares), que entiendo es la única vigente, pudiendo cotizar en ella las asesoras del hogar.

Requisitos de edad para pensionarse de EMPART

Por jubilación:
1. Hombres: 65 años.
2. Mujeres: 65 años, con un año menos por cada 5 años de servicio, con una deducción máxima de 5 años. O sea, podían pensionarse, en el mejor de los casos, a los 60 años.

Por antigüedad:

1. Hombres: 35 años de servicio.
2. Mujeres: 30 años de servicio (se supone, no continuos) con 25 trabajados o 55 años de edad con 20 trabajados(cotizados)

Al fusionarse las cajas el año 1981, se fijó en forma única la edad para pensionarse en 65 años para los hombres y 60 para las mujeres. La posibilidad de jubilar anticipadamente dejó de existir.

Expectativas con el nuevo sistema previsional

     Cuando se inició el sistema, se puso como requisito para jubilar en forma anticipada, tener un capital que permitiera financiar una pensión de al menos un 50% del sueldo imponible promedio de los últimos 10 años.
     Los cotizantes internalizamos (me incluyo) que íbamos a poder jubilar antes de la edad establecida (65 años los varones y 60 las damas).
     Además, como lo cotizado y los intereses eran parte del patrimonio de cada cotizante, sentíamos los recursos como propios (y lo son). No como antes, que se sabía que lo que se cotizaba, era para pagar las pensiones de los que ya estaban pensionados, y cuando nos tocara, otros tendrían que cotizar para pagarnos la jubilación.

     Estos dos puntos son muy importantes: los fondos son del cotizante y la posibilidad de pensionarse antes de la edad establecida, estaba abierta.

Lo que ocurrió

     Cuando empezaron a pensionarse las personas con el nuevo sistema, llegó a un 60% los que lo hicieron en forma anticipada. Y eso significaba pensiones menores, como es de esperar.

     Un ejemplo ilustrativo: si un hombre se pensionaba 9 años antes, a los 56 años (esa es la media que dan algunos artículos), cotizaba 9 años menos, y debía financiar su pensión 9 años más. A los 56 años, aún se está activo laboralmente, y sacaban cuentas que entre la pensión, aunque bastante disminuida, más otros trabajos que podía ejecutar, tenían el presente resuelto. Pero al pasar los años, se va a quedar sólo con la pensión, cuando por razones de salud, los gastos suelen aumentar. Y sobrevendría la precariedad y la pobreza.

Acciones que se tomaron

     Para resolver el problema descrito, el Gobierno a través de la Superintendencia de pensiones (SP) tomó acciones:

• El año 2004, aumentó el requisito para jubilar anticipadamente, del 50% al 70% del sueldo de los últimos 10 años (se excluyen quienes tenían 55 años el año 2004) .
• A partir del año 2009, se define anualmente la forma de calcular los retiros programados. Y la política de la SP ha sido aplicar metodologías que ha hecho que las pensiones de los primeros años sean menores, para favorecer las pensiones en edades avanzadas.

Su objetivo: evitar una caída de las jubilaciones demasiado importante cuando las personas tengan más edad y estén más desamparadas.

     En este blog, he escrito por lo menos 3 artículos sobre esta situación.

     Digamos que en este tema, las AFPs han tenido cero responsabilidad. Ellas deben limitarse a aplicar la normativa vigente.

Efectos causados

     Independientemente que la intención haya sido sensata, ha causado efectos que tienen a muchos asumidos en la angustia.
     Los siguientes casos se repiten frecuentemente (y era el foco del programa mencionado):

Un cotizante X tenía planes para jubilar a los 60 años. Programa su vida sobre esa base. El año 2011 va a su AFP para ultimar los detalles de su retiro ¡Y SE ENCUENTRA CON UNA NOTICIA DEMOLEDORA! Por el cambio de norma, no sólo le dicen que no puede pensionarse, sino que le faltan 30 millones para poder hacerlo.

     He tenido varias consultas de lectores desconocidos de este blog; muchos se resisten a creer lo que están viviendo y suponen que se trata de un error de la AFP. Les respondo, no sin pasar por un estado de pesar, pues puedo explicarles el porque, pero no darles una luz de esperanza.

• Una persona, digamos de 55 años, tiene problemas para encontrar trabajo; ya sea porque la salud no le acompaña o porque, en Chile, pasar de cierta edad es un impedimento para encontrar un trabajo. Sobretodo en condiciones similares a las que tenía cuando estaba en el mejor período de su actividad laboral.
     Siempre tuvo la esperanza que la jubilación anticipada estaba a su alcance, y ante su situación actual, piensa que esa opción es su solución. Y al tratar de hacerlo ¡se le viene el mundo abajo, por lo dicho en el caso anterior!

     Estos fueron los dos casos del programa ¡Esto no tiene nombre! Un señor de Valdivia y una señora de 55 años, con una hija enferma, que indicó tener 40 millones y le faltaban otros tantos para poder pensionarse. Vive prácticamente de la caridad pública. Y su racionamiento: “¡Tengo 40 millones, que son míos, y estoy prácticamente en la indigencia!

Realmente son situaciones angustiantes. Pero digamos que con el antiguo sistema de reparto, probablemente tampoco habrían podido jubilar anticipadamente.

     Los cambios de norma de la SP, iban enfocados a que la jubilación anticipada era pan para hoy y hambre para mañana. Y por lo visto, en muchos casos, se ha trasformado en hambre para hoy y pan para mañana.

POSIBILIDADES DE PENSIONARSE EN FORMA ANTICIPADA

     PRÁCTICAMENTE, NINGUNA. Salvo casos muy especiales.

     He corrido muchos escenarios proyectados para escribir esta serie de artículos, y puedo aseverar lo siguiente:

• Podrían acceder a pensionarse antes, los varones, con sueldos crecientes en el tiempo, siempre que coticen una cantidad cercana a los 40 años y la rentabilidad de los fondos sea del orden de 6% anual. Y las damas, cerca de 35 años y una rentabilidad cercana al 8%. Y prácticamente, en ambos casos, sin lagunas en sus cotizaciones.
• Si los ingresos en los últimos años fueran significativamente menores que en los anteriores, se abre alguna posibilidad de jubilar anticipadamente.
• Un caso extremo y planificado: digamos que 5 años antes de querer pensionarse, la persona deja de trabajar (o de imponer, lo que es difícil pues la cotización es obligatoria). Baja el promedio de sueldos de los últimos 10 años y nuevamente la posibilidad se abre. Pero ¿cuántos pueden decir: “de aquí en adelante no trabajo más, hasta que jubile”?
• Por lo tanto, si está en sus planes pensionarse anticipadamente, a menos que haya sacado cuentas muy precisas, mi consejo es: ¡olvídese!

     Algo más: la Reforma Previsional del año 2008, introdujo mejoras. Insuficientes a mi juicio, pero mejoras.. Quiero referirme a una que tiene que ver con la jubilación anticipada: el reajuste del tope de sueldo imponible, según la variación real de los sueldos. Antes eran 60 UF y hoy, 66.
     Para quienes ganan menos que el tope, que lo suban no les va ni les viene; seguirán cotizando exactamente lo mismo. Pero para quienes ganan más, eso significará mejores pensiones. Creo que hasta aquí llega el entendimiento de la mayoría de las personas.

     ¿Quieren ver otro efecto, mucho menos simpático? Si están sobre el tope los últimos 10 años, el promedio del sueldo imponible será más alto ¡Y LES SERA AÚN MÁS DIFÍCIL PENSIONARSE ANTICIPADAMENTE!

La responsabilidad de las AFPs

     En el tema de la anticipación de la edad de jubilación, las AFPs no han tenido participación alguna. Pero han tenido que dar la cara y ser portadoras de las “malas nuevas”.
    Entonces, ¿es injustificada la indignación de las personas frente a ellas? Sí y no.

     La integración vertical de muchas empresas, en no pocos casos, es algo que va en contra de mis principios y de la libre competencia, que cada vez más, por desgracia, tiene menos de libre y de competencia.

     Cuando una “gran tienda”, además de venderme los productos que necesito, me ofrece cuentas bancarias, tarjetas de crédito, seguros de autos, viajes, ventas a crédito y productos de su propia marca, veo claramente que hay algo que no está funcionando. Para mi, las mermeladas siempre deberán ser Watts, Malloa o similares. Jamás marca de la tienda. Simplemente no las compro, aunque sean más baratas.

     Volviendo a las AFPs: si fueran empresas “puras”, que se dedicaran exclusivamente a los suyo (pastelero a tus pasteles), no tendría reparos. Pero hay un pero, que le está causando un severo daño “al sistema”. La concentración.

    Casi me da pudor plantearlo, pues no soy “antisistema”, pero sí “anti-abuso”.

     Resulta que grandes entidades, grupos, conglomerados o como quiera llamárselas, que tienen el control mayoritario de las AFPs, tienen además el control (no siempre, pero en muchos casos) de bancos (y compañías de seguros). Lo dijo uno de los hermanos Parisi en el programa y es así.

Las     AFPs le prestan a los bancos dinero, con un interés (eso dijo), del 6% anual. Aceptable interés para los afiliados. Luego ese mismo afiliado, necesita dinero, y va al banco ¡y se lo prestan a intereses que pueden llegar al 50% anual! ¡Y es su propio dinero! La sensación de estar siendo timado, no es sólo razonable, sino plenamente justificable.

     Digamos que esos intereses se refieren a los llamados “créditos de consumo”. Yo tengo un crédito hipotecario, a una tasa de interés anual del 3,4%, la que me parece muy conveniente. Pero el banco tiene como garantía la hipoteca del departamento. Si pidiera un crédito de consumo, me cobrarían un interés del orden del 20%. Y para personas que estiman son de mayor riesgo, el interés puede llegar al mencionado 50%.

     Reitero: lo indicado no tiene su origen en las AFPs o el sistema previsional. Va más allá de lo que es su específico ámbito de acción.

¡HAY QUE PERFECCIONAR EL SISTEMA!

     No es posible cerrar los ojos y seguir como estamos. Los problemas que hoy están en la mesa de debate, existen y hay que resolverlos. En lo político, social y económico.

     No es primera vez que lo planteo: debe llegarse a un sabio equilibrio entre desarrollo y equidad. Y una complementación virtuosa entre la moral de las personas y el rol regulador y controlador que necesariamente debe asumir el Estado. Ambas están fallando.

      No tengo la receta. Debe darse un amplio debate de todas las fuerzas de la sociedad, para salir del atolladero y poder transitar por caminos tranquilos, en que todos nos sintamos parte integrante e importante de la sociedad.

Algo más sobre el programa de TVN

• El programa tuvo uno de los defectos que critico a los detractores del sistema de pensiones: sin mentir, mostrar la cara fea de la moneda.

• Uno de los entrevistados, de CENDA Chile, mencionó exactamente a lo que me referí y analicé en la Parte 3: que las AFPs se apropiaban de 1 de cada 3 pesos que cotizábamos.

• Llama la atención el absoluto desconocimiento de las personas respecto a su previsión, y lo que les podría esperar en el futuro. En las AFPs, las oficinas están llenas de folletos explicativos; la información en Internet, tanto de las AFPs como de la SP, es completísima. Pero a la mayoría, el tema parece importarle poco; hasta que llega el momento y ya es demasiado tarde.

• Al final, entrevistaron a la Superintendente de Pensiones. Dijo lo que tenía que decir, pero el énfasis me dejó con gusto a poco. Que “estamos concientes de los problemas”, que “estamos analizando la situación”….Creo que no dejó tranquilo a nadie.

• La conductora indicó que habían invitado a la Asociación de AFPs a dar su visión, y que habían declinado. ¡CRASO ERROR! La única interpretación que se me ocurre, y usando un chilenismo, es que le sacaron el poto a la jeringa. Y así no se defienden principios y posiciones. Si me hubieran invitado a mí, hubiera ido encantado, reconocido los problemas, abierto el escenario de análisis y, quizás, hasta haber sugerido alguna línea de acción.

domingo, 23 de octubre de 2011

SISTEMA PREVISIONAL CHILENO. MITOS Y REALIDADES. PARTE 3: LAS COMISIONES Y UTILIDADES DE LAS AFPS

     En esta tercera parte, y vistos ya los temas de la rentabilidad y el monto de las pensiones del sistema previsional vigente, analizaré los dos puntos definidos en el título.

     Usemos nuevamente algunos artículos contrarios al sistema, en su parte pertinente, para entender el alcance de las críticas.

CRÍTICAS A LAS COMISIONES Y UTILIDADES DE LAS AFPs

AFP: 30 Años de mentiras. Parte 3.
Por Ricardo Hormazábal Abogado, Profesor Universidad de Chile.

     Mientras a los trabajadores les ha ido mal, cotizan en promedio la mitad de su vida laboral, las AFP se llevan un 25% de lo que se paga para previsión, las remuneraciones son bajas y las pensiones son y serán entre el 25% y el 40% de su última remuneración.

La Otra Cara De Un Paradigma Previsional: La Crisis De Los Fondos De Pensiones En Chile
Claudio Lara y Cristián Candia
Centro de Investigación y Asesoría Laboral –CILAS-Chile

     En términos individuales un trabajador cancela una comisión del orden del 18% de su aporte previsional a la AFP, lo cual comparado con cualquier otro instrumento de inversión del mercado de capitales resulta escandalosamente onerosa. A modo de ejemplo, una comisión típica de un fondo mutuo es del orden de 0,6% de los dineros depositados, es decir 30 veces de diferencia con la comisión que cobra una AFP.
     La situación descrita reviste caracteres alarmantes, sin duda, al punto de revelar una crisis del sistema previsional privado impuesto autoritariamente por la dictadura de Pinochet. Resulta evidente para todos los afiliados que un sistema que ha venido generando en los últimos años un tan alto grado de exclusión, que registra pérdidas o rentabilidades mínimas a sus cotizantes y que exige el pago de altas comisiones por ello; se encuentra en una profunda crisis.

AFPs: ¿quién ha ganado en estos 27 años?
Manuel Riesco CENDA Chile

     Los trabajadores exigen saber que ha pasado con el dinero que les han descontado. Al enterarse, quedan atónitos. ¡Los administradores del sistema se han embolsado uno de cada tres pesos cotizados! Los otros dos pesos se los han prestado a sus compinches, grandes grupos financieros que los han invertido en negocios riesgosos. Con la crisis han perdido la mayor parte de las supuestas ganancias que venían reportando con tanto bombo.
     Es importante comprender el mecanismo de rentas vitalicias, puesto que es la forma principal en que las AFP y compañías de seguros relacionadas con la previsión se apropian de los recursos de los afiliados.

MI ANÁLISIS

     Utilizaré tres casos usados en Parte 2 para realizar el análisis, que se definen como:
60 UF-40 años: Persona que cotiza por el máximo de 60 UF. Inicia su vida laboral a los 25 años, exactamente desde la entrada en vigencia del actual sistema: julio de 1981. Jubila al cumplir 65 años (cotiza 40 años). La rentabilidad utilizada es la real del Fondo C, desde esa fecha hasta septiembre de 2011, y en adelante, se supone una rentabilidad anual de 4,7% (sugerida por la Superintendencia de Pensiones para el Fondo E).

20 UF+2% anual-40 años. Igual al caso anterior, pero su primer sueldo imponible es de 20 UF, el que se incrementa anualmente en 2%.

NN1: Caso de la vida real descrito en Parte 1, que se pensionó a los 59 años, habiendo cotizado solamente 25 años en el sistema vigente.

     En todos los casos se considera la comisión sobre el sueldo imponible (1,9%) vigente hasta el año 2009. Hoy es menor.
     En las situaciones que se proyectan hasta la etapa de jubilación, ésta se calcula hasta la edad de 90 años.
     Para simplificar la identificación, para los dos primeros casos los identificaré en el texto como 60 UF y 20 UF.

Importante: En las partes 2 y 3, los montos de pensiones que se mencionan, corresponden a la pensión del primer año, en el caso de retiros programados. Y se refieren al caso de hombres.

Evolución de las comisiones en el tiempo.

     Parto por ahí, para entrar en materia.
     El monto de las comisiones no está normado. Lo fija cada AFP, y normalmente es variable entre una y otra.

Comisiones sobre cotizaciones obligatorias.

     Cuprum tuvo una comisión del 1,9% sobre el sueldo imponible, hasta Junio de 2009.
     Recuerden esta distinción: como la cotización obligatoria es un 10% del sueldo imponible, la comisión del 1,9% se transforma en un 19% de lo cotizado, monto que produce escozor a no pocos.

     Con la Reforma Previsional (año 2008), se pretendió generar una mayor competencia entre las AFPs, y logró su objetivo. Apareció una nueva AFP, Modelo, que ofreció comisiones más bajas y ganó la licitación para la captación de todos los nuevos cotizante por un período de dos años. Y las otras AFPs, bajaron sus comisiones, siendo la situación a octubre de 2011, la siguiente:


     La mayoría de los cálculos fueron hechos con la comisión de 1,9%, pero analizaré también el efecto de la reducción mencionada.

Duda: ¿Cuál será la estrategia de negocios de Planvital?

Comisión sobre el monto de pensión (caso de retiros programados)
    Todas cobran un 1,25%, excepto Modelo, cuya tasa es de 1,20%.

Comisión en cuentas de ahorro previsional voluntario (APV)

     Aquí la forma de calcular “la comisión” da un vuelco radical: no se cobra una comisión por lo depositado, sino un porcentaje referido a una tasa anual sobre el saldo que tiene la cuenta, y que se descuenta todos los meses. Es el mismo sistema que se aplica a los fondos mutuos.
     No me referiré mucho al APV, pero el concepto de cómo se calcula su comisión (y la de los fondos mutuos), dará lugar a un interesante análisis.

Comisiones cobradas respecto al monto cotizado en la cuenta de capitalización individual.

    El punto es determinar si lo que se cobraba de comisión hasta el año 2009 (1,9% sobre la renta imponible), puede considerarse normal, elevada o abusiva.

Unos hablan que por cada 3 pesos cotizados, 1 se lo lleva la AFP. Y el primer articulista menciona un 25%, cifra ligeramente menor. De ser cierto, la primera reacción es que se trata de un abuso sin nombre.

¡Y RESULTA QUE LA CIFRA ES CIERTA!

     Pero hay que hacer algunas consideraciones. Vista la situación de los dos casos proyectados (60 y 20 UF), mis cálculos están reflejados en el siguiente gráfico:


    Si consideramos sólo el período de cotizaciones, el 1,9% de comisión significa el 15,97% de lo cotizado, pero si la persona luego sigue en la AFP (retiros programados), por el monto de la pensión le cobrarán una comisión de 1,25%, lo cual llevará que la suma total de comisiones cobradas alcanzará al 23,19% de lo cotizado.

     Si nos quedamos con este análisis, que es en lo que se focalizan los detractores del sistema, es como para levantarse, rasgar vestiduras y sumarse incondicionalmente al grupo de los indignados.

     Pero yo prefiero ser un poco más analítico antes de indignarme (que a veces lo hago).

     Antes de seguir, quiero advertir que las matemáticas, siendo una ciencia exacta, permite presentar una misma situación de formas tan diferentes, que podrían parecer dos realidades absolutamente distintas. Y se refieren a lo mismo. Ahora, si entramos al campo de las estadísticas, ¡ni hablar!

     Analicemos la situación desde otros ángulos.

     Si en vez de mirar el monto de las comisiones respecto a lo cotizado, vemos las comisiones respecto al haber en la cuenta de capitalización individual al momento de pensionarse, tenemos esta situación:


    Aquí aprovecho de mostrar uno de los efectos de la baja de tasas desde el 2009.
    En este análisis, las cifras aparecen bastante menos escandalosas que la cifra de casi 16% del caso anterior (se refiere sólo al período de cotizaciones).

NN1 sólo muestra la tasa de 1,9%, que es la que realmente le cobraron.

     Lleguemos un poco más lejos para los casos 60 y 20 UF. Aquí hay que hacer una proyección supuesta, pues no hay casos reales de personas que estando en el nuevo sistema, hayan vivido hasta los 90 años. Las rentabilidades son las ya indicadas: reales hasta septiembre de 2011 y 4,7% a partir de esa fecha.

     Comparemos lo que realmente habrían cotizado los dos casos (total “desembolsado”, incluyendo las comisiones, que salieron de su bolsillo), y lo que realmente obtendrían como pensión neta (sin considerar las comisiones, pues éstas no llegan a su bolsillo).

     Resultado:


     Así como al comparar cotizaciones versus comisiones, el resultado es sorprendente e “indignante”, en este análisis lo que se obtiene es igualmente sorprendente y permite decir que “el sistema es fantástico”. Y estamos hablando de la misma situación.
     Me inclino más por fijar mi atención en estas últimas cifras, pues independiente de lo que hayan podido ganar las AFPs, es en definitiva lo que va a recibir el pensionado lo que importa.

     Los detractores del sistema dirán que este análisis no es realista, que no se repetirán las rentabilidades que se han dado los últimos 30 años sino que serán mínimas y las pensiones, paupérrimas.
     Que cada cual se quede con lo que le dicte su mejor juicio. Yo lo único que he pretendido, es mostrar lo que realmente ha ocurrido hasta la fecha, proyectando a partir de octubre de 2011 haciendo algunos supuestos, por no tener otra alternativa.

Comparación de las comisiones de las AFPs respecto a otros referentes del mercado.

     Para calificar la razonabilidad de las comisiones, hay que hacer un pequeño ejercicio de “benchmarking”.

     Mi comentario introductorio sobre la comparación del 1,9% de comisión (1,8% que indica uno de los artículos a que me referí), con las comisiones de los fondos mutuos:

• Se trata de comparar ya no peras con manzanas, sino peras con elefantes.
• No he encontrado algún fondo mutuo con una comisión del 0,6% anual (que en este caso se llama “remuneración”, pero que se trata de lo mismo). Daré cifras.
Decir que las comisiones de las AFPs es 30 veces las que cobran los fondos mutuos (dividen 18/0,6), no sólo es carente de toda lógica, sino que cae en el terreno del absurdo.

     Ya indiqué la diferencia entre cobrar un porcentaje de lo que se deposita (que se cobra una sola vez), y cobrar un porcentaje todos los meses sobre el saldo que tenga la cuenta. Una es la pera y el otro, el elefante.

     En el caso de la comisión cobrada al depositar en la cuenta obligatoria, digamos que el primer mes de cotización, la AFP cobraba un 19% de lo destinado a la cuenta de capitalización individual (1,9% del sueldo imponible), y administraba ese dinero durante 40 años o más sin cobrar un peso adicional. Claro, el último mes de cotización, cargaba el mismo porcentaje y sólo administraba el dinero durante 1 mes.

     Durante la capitalización, la comisión va dirigida a lo depositado; la AFP no se hace parte de la rentabilidad. Pero al estar pensionado (retiros programados), sí, pues cobrará un 1,25% de la pensión, que incluye tanto el capital como los intereses ganados.

¿Podemos comparar las comisiones del sistema de pensiones con los fondos mutuos? Claro que sí, llevándolos ambos a una misma base.
     Es un ejercicio interesante, pero no es necesario ser un Einstein para lograrlo.

La metodología, durante el período de cotizaciones. Se sabe, ya sea en una proyección o en un caso real, el capital disponible al momento de jubilar. Es cosa de calcular, considerando lo que va a la cuenta individua más comisiones, qué tasa (comisión) aplicada mes a mes, daría exactamente el mismo saldo al momento de pensionarse. Luego se lleva a valor anual.

El resultado es muy interesante, como se ve en el gráfico:


     Muestro los resultados tanto con la comisión anterior (1,9%), como con la actualmente vigente de 1,48%.
NN1 solo muestra la de 1,9%, que fue la que realmente tuvo que pagar. Al haber cotizado sólo 25 años, su tasa se desvía respecto a los otros casos, que cotizaron por 40 años.

Período de pensionado: Aplicable sólo en el caso de retiros programados. La tasa anual equivalente, es de 1,55% (puede variar caso a caso, pero el valor es constante si se proyecta la pensión hasta los 90 años).

Ahorro previsional voluntario (APV): Como ya dije, ese ahorro sí se calcula con una comisión respecto al saldo de la cuenta. Como los Fondos Mutuos.
     Su valor (Cuprum) es de 0,7% anual. Las otras AFPs oscilan alrededor del 0,5%.
     Y eso, ¿qué nos dice?

     Por el momento, que la tasas de las comisiones distan bastante de los valores astronómicos que algunos presentan.

Comparemos las comisiones anuales de las AFPs y los Fondos Mutuos.

     Partamos diciendo que hay Fondos Mutuos de alto riesgo, que tienen una “expectativa” de rentabilidad a largo plazo alta (que puede darse, o no).

Expongo algunos valores:

• Banchile acciones Serie A: 6,26% anual.
• BCI América Latina serie alfa: 5,75% anual
• BCI Selección bursátil: 3,00% anual
• Santander acciones chilenas, serie inversionista: 4,20% anual.

     Estos Fondos, hasta donde tengo entendido, no son elegibles para APV.

Comentario: Yo considero, en una inversión, que una rentabilidad anual del 10% es realmente buena. Pero con estas comisiones, en el caso mencionado, la administradora del fondo se estaría llevando del orden del 50% de las utilidades, y el inversionista, que es quien corre los riesgos de una mala rentabilidad, la otra mitad.
     Porque aquí, como en las AFPs, las comisiones son independientes si el fondo gana o pierde plata.

     Hay otros Fondos Mutuos, de riesgo más controlado, que están diseñados y autorizados para captar ahorro previsional voluntario. Y con ellos debemos compararnos para definir cuan altas son las comisiones en las AFPs.
     El siguiente gráfico es ilustrativo:


     La conclusión parece obvia: las AFPs tienen comisiones más bajas que otros instrumentos de inversión comparables disponibles en el mercado.

     Entonces: ¿las comisiones de las AFPs son bajas? No he dicho eso. Sí digo que refuto categóricamente, las opiniones que catalogan las comisiones de las AFPs como “expropiatorias”, “inmorales” y calificativos similares.

Efecto de las comisiones cobradas en el monto de pensión

     Muchos tienden a pensar que, bajando el monto de comisiones, el panorama pudiera cambiar del cielo a la tierra.

Tomemos el caso de NN1 (vida real). Veamos que pasa si hubiera impuesto por el mismo 11,9% del sueldo base (cuenta capitalización más comisiones), pero las comisiones bajan, y la diferencia va a la cuenta de capitalización. Esto último es importante, pues si bajan las comisiones pero mantienen el 10% de cotización para la jubilación, la persona tendría una mayor disponibilidad de plata para sus gastos mensuales, pero el efecto en su pensión sería nulo.

Las pensiones tendrían el siguiente cambio:


     No es menor. NN1 tendría hoy 1,55 UF más de pensión al aplicar la comisión hoy vigente (1,48%). Y si le hubieran administrado sus fondos “gratis”, la diferencia es muy importante. Pero resulta ilusorio pretender que alguien se dé el trabajo de manejar los fondos de pensiones y tratar de obtener una buena rentabilidad, por bolitas de dulce.
     Aquí tampoco estoy diciendo que las comisiones sean bajas. Pero algo tienen que cobrar.

Las utilidades de las AFPs

     Como esta parte ya está bastante larga, diré que el tema lo analicé en el artículo “Modelo económico: ¿lo sepultamos?”, del 29 de septiembre pasado, en el acápite “Las AFPs”.
     Pueden verlo en:

http://victorramio.blogspot.com/2011/09/el-modelo-economico-lo-sepultamos.html

     Considerando los resultados financieros históricos de las AFPs, en lo principal, mi conclusión fue que existía un margen importante para que bajaran las comisiones.
     Y no sería mala idea, no sólo para beneficio de los pensionados; también para limpiar la imagen de ser instituciones que “lucran exageradamente” de los pensionados (opinión que, como se habrán dado cuenta, no comparto).

MIS CONCLUSIONES

1. Las comisiones que cobran las AFPs no son exageradas, como las presentan varios de los detractores del sistema.
2. De hecho, ellas son significativamente inferiores respecto a otros instrumentos de inversión similares existentes en el mercado.
3. Mi juicio es que quienes critican el sistema, en todos sus aspectos (no sólo respecto a las comisiones), tienden a ser parciales, mostrar sólo una cara de la moneda (sin mentir, puede no decirse toda la verdad). En algunos casos, o cometen un grave error o caen el terreno de lo absurdo.
4. La Reforma Previsional del año 2008, logró uno de sus objetivos: generar una mayor competencia, con lo que las comisiones en la etapa de cotizaciones bajaron apreciablemente.
5. Las utilidades de las AFPs (algunas, no todas), son importantes. Hay un importante margen para que disminuyan sus comisiones, en beneficio de los afiliados y de su propia imagen.
6. A pesar de haberme encontrado con sorpresas, los cálculos realizados durante el desarrollo de esta Parte 3, no han hecho cambiar mi apreciación que el sistema previsional chileno, es un buen sistema (para el caso de los hombres; ya hablaremos de las damas en la Parte 4).

miércoles, 19 de octubre de 2011

SISTEMA PREVISIONAL CHILENO. MITOS Y REALIDADES. Parte 2: El Monto de las Pensiones

     Visto lo relativo a la rentabilidad de los fondos de pensiones (Parte 1), entremos al monto de las pensiones.

     En esta serie de 4 publicaciones, mi intención es analizar las críticas que se hacen al sistema previsional chileno, muchas de ellas lapidarias.
     Como lo indiqué en la Parte 1, considero dos casos reales de personas, cuya trayectoria de cotizaciones se describió en Parte 1.
     Por si alguien no la hubiera leído, un breve resumen.

NN1: Cotizó entre 1972 a 2006 por una renta imponible promedio mensual de 53,33 UF. Jubila el año 2006, a los 59 años.

NN2: Período laboral entre 1971 al 2011. Cotizó sólo el 45,9% del total de los meses, con renta imponible promedio (en los 40 años) de 27,98 UF. Jubila el año 2011, a los 65 años.

CRÍTICAS AL MONTO DE LAS PENSIONES

     Como en la primera parte, usaré algunas publicaciones de detractores del sistema (en la parte pertinente), para focalizar las críticas.

AFP: 30 Años de mentiras. Parte 3.
Por Ricardo Hormazábal Abogado, Profesor Universidad de Chile.


     Han pasado 30 años y la promesa de José Piñera de alcanzar una pensión equivalente al 70% del valor de la última remuneración en actividad no había sido cumplida afectando a los casi 900 mil pensionados de este sistema.
     Mientras a los trabajadores les ha ido mal, cotizan en promedio la mitad de su vida laboral, las AFP se llevan un 25% de lo que se paga para previsión, las remuneraciones son bajas y las pensiones son y serán entre el 25% y el 40% de su última remuneración.

Nota del autor: ¿Por qué habrían de cotizar la mitad de su vida laboral? De ser así, no es de extrañar que las pensiones sean muy bajas. El Sr. Piñera, supongo nunca pensó que ese sería el escenario.

LA ANEF Y LA REFORMA AL SISTEMA PREVISIONAL CHILENO.
Santiago de Chile, Abril de 2006.


     Del mismo modo ocurre con el sistema previsional. La abusiva apropiación de los fondos aportados forzosamente por los trabajadores a los propietarios de la AFP, se efectúa en tales condiciones, que su producto son ínfimas pensiones, incompatibles con el justo derecho a una vejez digna y decente, al cabo de un tiempo en que los aportes previsionales sirvieron a los dueños de las AFP para incrementar de un modo inmoral sus grandes riquezas y privilegios.

¿Por qué condenar a los trabajadores a pensiones miserables?
Por Álvaro Lagos F. (Chile)
Jueves, 15 de Diciembre de 2005


     En el actual sistema previsional, es decir, el de las AFPs más de la mitad no alcanzará una pensión mínima ( la pensión mínima es $ 76.000.-) y de la otra mitad, un 80% no tendrá una jubilación digna y tampoco se cumplirá con lo prometido por las Vendedoras de ilusiones, como nuestra organización bautizó a la AFPs, es decir, lograr una pensión del 70% de la última remuneración, y para respaldar estas afirmaciones tenemos lo señalado por uno de los expositores en Casapiedra, el Sr. Hernán Cheyre (socio de Econsult) quien dentro de su exposición señaló: para que un trabajador logre una pensión del 70% de su últimas remuneración, es necesario que comience a cotizar a los 18 años, esto significa, que la persona saliendo de la enseñanza media debería empezar a cotizar y por otro lado un trabajador que comience a cotizar a los 30 años sólo podrá acceder a una pensión del 40% de su últimas remuneración.

MI ANÁLISIS

     Debo mencionar que la medición de “sueldo promedio de los últimos 10 años”, en muchos casos, lleva a errores mayúsculos. Es válido para alguien que ha cotizado regularmente y se pensiona a la edad establecida (65 años los varones y 60 las damas).
Miren lo que puede pasar:

• Si alguien, en los últimos años, hubiera cotizado por rentas menores que en los años anteriores, su pensión en relación al sueldo imponible de los 10 últimos años, podría llegar a valores elevadísimos. Hasta llegar al absurdo que, si no cotizara entre los 55 y 64 años, esa relación sería infinita.

• Por otro lado, un trabajador que durante los primeros 20 años haya tenido bajos ingresos, con muchas lagunas de cotizaciones, y en los últimos 10 sueldos altos con cotización constante, la relación necesariamente será baja.

     Por lo indicado, prefiero referirme al “promedio de cotizaciones durante toda la vida laboral”, aunque usaré el otro concepto cuando sea pertinente.

La historia real:

     Veamos los casos comprobables y demostrables de NN1 y NN2.


     En el caso de NN1, al jubilar a los 59 años, la relación se ve afectada desfavorablemente.

     Alguien dirá: ¿y por qué no muestra la relación respecto al sueldo imponible de los 10 últimos años? Lo haré, para demostrar lo engañoso que puede ser ese indicador.


     Ya ven: dos casos de la vida real, y el indicador de los 10 años distorsiona cualquier análisis. Pero reitero, para cotizaciones constantes, sin lagunas importantes, es uno de los tantos referentes que se pueden considerar.
     Hasta aquí lo que es historia y realidad. Y verán que, dentro de las singularidades de los dos cotizantes considerados, las pensiones han resultado bastante aceptables (esto es un juicio, lo tengo claro).

Si NN1 invierte la secuencia de sus cotizaciones

     Me refiero: en vez de haber cotizado los últimos 67 meses por 21 UF y anteriormente por 60, estos 67 meses hubieran sido los primeros, la situación sería la siguiente:

Situación real: Pensión de 42,95 UF (80,54% del sueldo imponible promedio).
Situación invertida: Pensión de 33,44 UF (62,70% del sueldo imponible promedio).

     No, no hay ningún error.
     En ambos casos: se cotizó exactamente por el mismo número de meses, por un total de imposiciones idéntico, y se jubiló en el mismo momento. ¡Y la diferencia es abismante!
     Digamos que la situación invertida es irreal: el sistema no hubiera permitido a NN1 jubilar a los 59 años, pues no obtenía las 42 UF mínimas requeridas (70% del sueldo imponible de los últimos 10 años). Hubiera tenido que seguir trabajando y cotizando hasta cumplir el requisito.

    El efecto de los primeros años de cotización es enorme, sobretodo como se dieron las cosas, en que los primeros años la rentabilidad fue especialmente alta.
     Por otro lado, las cotizaciones de los últimos años, tienen un efecto muy discreto.
     Esto hace importante considerar los casos de sueldos crecientes en el tiempo, que es la situación que se da en una alta proporción de los casos. Me ocuparé del punto.

Si NN1 se hubiera pensionado a los 64 años

     Ahora podemos, basándonos en las rentabilidades reales hasta el presente (1981-2011), estimar cual sería la situación si NN1 hubiera jubilado en mayo de 2011 (en vez del 2006), y hubiera mantenido una cotización constante por 60 UF, sin lagunas.

     En este caso, y con las normas vigentes actualmente, hubiera obtenido una pensión de 68,78 UF, que equivale a un 115% del sueldo imponible (tanto de todo el período de cotizaciones como de los últimos 10 años, dado que éste se supuso constante en 60UF).
     Digamos que, para las rentabilidades indicadas, éste sería el escenario más favorable posible: cotización constante por el máximo, sin lagunas y jubilando a la edad establecida por la ley.

Otras situaciones proyectadas

     Ahora entraré a un terreno más teórico y especulativo, para mostrar situaciones de trabajadores que hubieran empezado su vida laboral justo en julio de 1981, cuando entró en vigencia el sistema y por lo tanto, todas sus cotizaciones las efectuara en el nuevo sistema.

     Empieza a trabajar a los 25 años (no a los 18 como dice uno de los comentarios detractores), y jubila a los 65 (año 2021).

     La rentabilidad considerada hasta septiembre de 2011, es la real del Fondo C (Cuprum). De ahí para adelante hay que suponer una rentabilidad: tomé la más conservadora sugerida por la Superintendencia de Pensiones: Fondo E y rentabilidad de 4,7%.

     Hay que mencionar que el monto de la pensión depende de la situación familiar al momento de pensionarse. Se toma el caso de NN1 (casado, sin otras cargas familiares dependientes).

Situaciones consideradas:

1. Cotización constante de 60 UF, sin períodos de lagunas en las imposiciones. Ahora el tope es de 66 UF, pero nos quedaremos con el valor de 60, para tener una misma base de comparación con los casos reales ya analizados.

2. Cotización inicial de 20 UF, con incrementos anuales del 5%. Llega al tope de 60 UF el año 2004 (a los 48 años). Cotiza todos los meses.

3. Como caso 2, pero con una cesantía del 8,83% distribuída en forma uniforme. Ese valor debería estar cercano a una cesantía promedio.

4. Cotización inicial de 20 UF, con incrementos de 2% anual. Al mes antes de jubilar, llega a una renta imponible de 44,1 UF. Sin lagunas de imposiciones.

     Veamos cuales serían los montos de pensiones esperadas:


     Y si esas pensiones se expresan como porcentaje del sueldo imponible, tanto durante toda la vida laboral como promedio de los últimos 10 años, tenemos el siguiente resultado:



     He omitido el caso de lagunas en las imposiciones, pues si éstas se distribuyen uniformemente durante los 40 años que se cotiza, las relaciones no cambian significativamente.

Un caso extremo: El mismo caso de aumento de sueldo de 5% anual, sueldo inicial de 20 UF, pero que en los 30 primeros años cotiza sólo la mitad de los meses, y en los últimos 10, por el máximo de 60 UF y sin lagunas de imposiciones. Es una suposición sin mucha lógica, sólo para ver los resultados del caso. Éstos serían:

Pensión de 24,79 UF, que corresponden al 80,51% del sueldo promedio de todo el período (40 años), y 41,32% del sueldo imponible de los últimos 10 años.

     Convengamos que considerar esta situación absolutamente anormal y desfavorable para la lógica del sistema, es llegar un poco lejos.

Dos casos hipotéticos. Tomemos el caso del trabajador cuyo sueldo inicial era 20 UF, con aumentos anuales de 2%, sin lagunas de imposiciones, pero supongamos que la rentabilidad de las cuotas, en vez de ser las reales entre 1981 a 2011, fuera de 4,7% anual, valor sugerido por la Superintendencia de Pensiones para el Fondo E.

Pensión de 22,64 UF, que corresponde al 74,35% del sueldo promedio imponible de todo el período (40 años) y 56,66% del sueldo imponible de los últimos 10 años.

      Y si tomamos la rentabilidad que vaticinan algunas voces de apenas un 2% anual, la pensión sería de apenas 12,86 UF, correspondiente al 32,12% del sueldo imponible de los últimos 10 años.

     Digamos, pues, que quienes critican al sistema por sus bajas pensiones, presentan cifras parecidas a las que he considerado como situaciones extremas. Suponen no sólo que las rentabilidades históricas (30 años) no se repetirán a futuro, sino que ellas serán drásticamente menores. Y frente a esa postura, no tengo nada que argumentar. Cada cual puede visualizar el futuro de acuerdo a su mejor entendimiento.

MIS CONCLUSIONES

1. Es imposible hablar del monto de pensión o su porcentaje respecto al sueldo, sin entrar en los detalles, mes a mes, de sus cotizaciones. Cada caso es particular y específico. La generalización conduce a muchos errores.

2. En los distintos escenarios analizados, 2 de la vida real y los otros con supuestos que considero bastante aterrizados, en los 30 años de existencia el sistema, habría dado resultados aún mejores que los considerados en su diseño.

3. El calificativo de pensiones “paupérrimas”, “indignas”, “expropiatorias” y que “las pensiones son y serán entre un 25% y un 40% de la última remuneración”, lo aquí analizado me indica que son escenarios de baja probabilidad de ocurrencia. En condiciones normales, y en los 30 años de historia, las pensiones, reales y proyectadas, resultan por encima del 70% considerado en el proyecto.

4. Este último juicio lo aplico únicamente al caso de los hombres. La situación de las mujeres requiere otro análisis, que tocaré en la Parte 4.

5. Reitero lo dicho en la Parte 1: La historia es historia. Lo que pueda ocurrir a futuro, entra en un terreno especulativo.

6. No sé porque hablan de 70% de la última remuneración. Hasta donde tengo entendido, esa cifra se refería al promedio de los 10 últimos años.

7. No objeto que las pensiones, en muchos casos, sean decepcionantes. ¡Pero el problema está en la precariedad del sistema de remuneraciones chileno y las malas prácticas en el pago de las imposiciones. No en las AFPs como dicen muchos detractores.

8. Digo lo anterior por lo siguiente: a) Los sueldos son, en general, bajos. b) Muchos trabajos son sin contrato y por lo tanto, no imponen. Muchos dicen: “prefiero me paguen directamente el monto de las imposiciones; la plata la necesito hoy. c) O cuando imponen, lo hacen por el mínimo, con la anuencia del trabajador, para recibir un mayor sueldo líquido (a menudo se distribuye el “beneficio” entre empleado y empleador). d) Las lagunas en las imposiciones son, en muchos casos, la norma. e) Quienes trabajan en forma independiente, normalmente no imponen (con la Reforma Previsional, ahora deben hacerlo. f) Simplemente, se le dobla la mano al sistema, tanto en la letra como en su espíritu. Y g) Al momento de jubilar, sobreviene la desazón.

9. Por todo lo dicho, no puedo menos que declarar mi discrepancia con respecto a las críticas relativas al monto de las pensiones (hombres), basados en los antecedentes históricos. Si las pensiones resultan bajas, las causas están en otro lado y no en el diseño del sistema previsional.

10. Ahora, si se cumpliera el vaticinio que las rentabilidades futuras serán un desastre, ¡Que el diablo nos pille confesados!

lunes, 17 de octubre de 2011

SISTEMA PREVISIONAL CHILENO. MITOS Y REALIDADES.Parte 1: Las rentabilidades.

     Quienes me conocen, saben que éste es uno de mis temas preferidos. Y que, en general, mi juicio sobre él es bastante positivo.

     Para tener una opinión sobre algún tema, es importante conocer y analizar tanto las posiciones de sus defensores como la de sus detractores.

En esta publicación, mi intención es analizar las críticas que se hacen al sistema previsional chileno, muchas de ellas lapidarias. No con el prejuicio de rebatirlas, sino para llegar a una conclusión respecto a qué críticas tienen asidero y cuales, no.

BASES DEL ANÁLISIS

     Las proyecciones de nuestro sistema previsional, se basan en ciertos supuestos sobre situaciones que se espera se den a futuro. Básicamente la rentabilidad de los fondos de pensiones. Y tratándose de supuestos, éstos son a gusto del consumidor. No es un buen punto de partida para mi propósito.
     Por lo tanto, en lo principal, me basaré en dos situaciones reales, que son parte de la historia. Con datos comprobables y demostrables. Sin suposiciones ni extrapolaciones.
     El análisis fue hecho considerando los datos reales mes a mes. Para ilustrar ciertas situaciones, me veré obligado a proyectar más allá de septiembre de 2011, en cuyo caso sí tendré que hacer supuestos, que espero sean razonables.

Se trata de dos varones, casados, ambos ya pensionados y cotizantes de AFP CUPRUM (todo mi análisis se basará en esa AFP). Sus trayectorias en el sistema previsional e identificación son las siguientes:

NN1: Inicia su vida laboral en 1972, a los 25 años. Hasta el años 1981, que se crea el nuevo sistema, impone en la Caja de Empleados Particulares (o sea, tuvo derecho a bono de reconocimiento). A partir de esa fecha y hasta septiembre de 2000 (54 años), cotiza por el máximo (60 UF). Luego impone en forma voluntaria hasta abril de 2006, por un sueldo de 21 UF. Impuso por un sueldo imponible promedio mensual (1972 a 2006) de 53,33 UF.
     Decide jubilar en forma anticipada el año 2006, a los 59 años, con la opción de retiros programados. Siempre se mantuvo en el Fondo C.

NN2: Su vida laboral se inicia en 1971. Hasta el año 1983, por trabajos en el extranjero y otras razones, no tiene cotizaciones reconocidas en Chile (sin derecho a bono de reconocimiento). Ese año, y hasta abril de 2001, cotiza por el máximo imponible de 60 UF. Deja de cotizar en esa fecha y vuelve a hacerlo entre Julio de 2003 y 2004 por 59 UF. A partir de esta última fecha, no vuelve a cotizar. En noviembre 2002 se cambia del Fondo C a E.
     Por lo expuesto, durante todo el período (1971 a 2011), cotiza un 45,9% de los meses, por un sueldo imponible promedio mensual de 27,98 UF.
     Jubila en octubre de 2011, al cumplir 65 años. Opta por retiros programados.

Nótese que ambos NN, fueron cotizantes que se alejan de lo que se podría considerar como normal.

CRÍTICAS A LA RENTABILIDAD

     Usaré publicaciones (las partes ilustrativas) que se encuentran en Internet para focalizar las críticas sobre este punto.

     Debo destacar que los juicios de los detractores del sistema, que son muchos, suelen ser taxativas y lapidarias. Hubiera deseado que se dijera, “esto está bien y esto, mal”. Normalmente el objetivo pareciera ser que hay que demoler y abolir el sistema.

Veamos:

A 30 años del mayor desfalco en la historia de Chile
Francisco Herreros, Red Digital

     Y encima, por ganar dinero con los recursos de los trabajadores, el sistema privado de pensiones les cobra comisiones abusivas y expropiatorias, progresivamente más gravosas mientras menor es el ingreso del trabajador.
     Pero por lo mismo, la tasa interna de retorno (TIR) de los depósitos se reduce a alrededor de la mitad de la rentabilidad promedio oficial alcanzada por el fondo de pensiones.

AFP: Subiendo la apuesta
Manuel Riesco CENDA Chile

    En efecto, la crisis ha demostrado que en el largo plazo los mercados financieros mundiales han estado a pérdida la mayor parte del tiempo y sus rendimientos promedio son inferiores al 1,6 por ciento anual real, lo cual no permite sostener un régimen de capitalización individual como el chileno, que se diseñó suponiendo un 4 por ciento de retorno real anual promedio.

El cumpleaños del Willy
Manuel Riesco CENDA Chile

     Lo más probable es que estos rendimientos más realistas se extiendan por varios años más. Hasta que el rendimiento de largo plazo de los fondos AFP - el tan cacareado 9 por ciento del Willy - se acomode a los rendimientos de largo plazo de los mercados financieros, que como se ha mencionado es inferior al 2 por ciento real anual.

AFPs: ¿quién ha ganado en estos 27 años?
Manuel Riesco CENDA Chile

     Considerando los aportes netos realizados a lo largo de 27 años y el fondo inicial y final, la tasa interna de retorno (TIR, ver Nº 2) resulta apenas 2,2 por ciento al año, bastante por debajo del 8,5 de rentabilidad promedio que exhibe el fondo de pensiones en el mismo período.

MI ANÁLISIS

La tasa interna de retorno (TIR)

     En muchos artículos, se menciona que la rentabilidad real de la inversión debe ser medida por la TIR y no por la rentabilidad medida por la variación del valor de las cuotas, que es la cifra que se maneja normalmente.

Esto es una verdad del porte de un buque.

     Razón: lo que invierte un trabajador para su pensión, no es sólo lo que va a su cuenta de capitalización, sino además la comisión cobrada por la AFP. En el período analizado, ésta era de 1,9% (bajó a 1,48% en julio 2009; ya hablaré de ello).
     Por lo tanto, por cada $1.000 que van a la cuenta de capitalización, lo que el cotizante tuvo que pagar fueron $1.190, Ésa es su inversión real (dejo de lado los seguros, pues no tienen nada que ver con la jubilación y la AFP opera como mero recaudador).
     La “rentabilidad de las cuotas” considera sólo los $1.000, pero el retorno (TIR) para el trabajador debe considerar los $1.190.

     Veamos las cifras para el caso de nuestro personaje NN1, desde que empezó a operar el nuevo sistema hasta que se pensionó. (Para ampliar el gráfico, haz “click” sobre él.


     Queda de manifiesto que al usar el concepto de TIR, la rentabilidad disminuye significativamente.

     Por lo tanto, concuerdo con el punto, en cuanto a concepto.

Rentabilidad real de del sistema vigente

     Veamos cuales fueron las rentabilidades reales para nuestros dos personajes, desde que se creó el sistema (1981), hasta la fecha (2011). Son 30 años de historia, lo que es un período no menor.

     Partamos por NN1, separado por período de cotización, de jubilación y total.



     Durante su cotización (1981 a 2006), su TIR fue de 7,96%, datos que ya vimos en gráfico anterior.
     Desde que jubiló (2006) hasta el presente año (2011), la TIR bajó a 3,59%, producto de la gran crisis financiera del 2008.
     Y en todo el período (1981 a 2011), la TIR ha sido de 6,65%.

Comparemos ahora NN1 y NN2.


     La TIR depende de varios factores: rentabilidad de las cuotas, tipo de fondo elegido y monto asociado a la oportunidad (mes) de la cotización. La diferencia entre ambos casos se justifica por lo dicho.

     Con estos dos casos de la vida real, que cubre un período de 30 años, no puede menos que sorprenderme que se hable de rentabilidades reales de 1,6% o 2%. La historia demuestra que no ha sido así.

MIS CONCLUSIONES

1. Para conocer la rentabilidad real de lo invertido para la jubilación, hay que usar el concepto de TIR, y no la rentabilidad de las cuotas.

2. Cuando las AFPs hablan de rentabilidades del 9%, se refieren a las cuotas. Como se demostró, la TIR, que es lo que importa, resulta menor.

3. En los dos casos analizados, la TIR ha resultado mejor que lo proyectado al diseñar el sistema previsional (4%).

4. Las críticas de los detractores, en lo que se refiere a rentabilidad de la inversión, resultan injustificadas, en lo que va corrido de vigencia del sistema (30 años).

5. Esa diferencia en las conclusiones, me resultan inexplicables, y me resisto a creer que sea debida a meros errores involuntarios de apreciación.

6. ¿Se mantendrán estas TIR en el futuro? Nadie puede decirlo. Yo creo que es poco probable, tan poco como que caigan a los valores mencionados en los artículos mostrados.
     El futuro siempre es incierto y, como dije, se pueden suponer escenarios futuros a gusto del consumidor.

sábado, 15 de octubre de 2011

EL MUNDO NO SABE HACIA DONDE MARCHAR

Este artículo no pretende entrar en un análisis riguroso. Simplemente plantear un par de situaciones que dan para meditar. Se quiere (y requiere) cambios, pero el rumbo es errático. Dos ejemplos:


EDUCACIÓN

Chile: Todos sabemos de qué va. Demanda: “Educación pública y gratuita para todos”.

Chile

España y Colombia: Gobiernos socialista y de centro-derecha respectivamente.
Ambos con planes de reducir el aporte fiscal y aumentar los aportes de los estudiantes.
Demanda: “Defensa de la educación pública”.

España


Colombia
Lo concreto:
Los estudiantes aspiran a la gratuidad: o a lograrla o a mantenerla. Entendible desde su punto de vista.
Los gobiernos: el país no tiene los recursos para ello.

Resultado: Todos protestan y marchan.

Y el equilibrio (compatibilidad) entre aspiración y realidad, ¿dónde?

DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

Chile: sabemos que nuestra realidad dista mucho de ser medianamente aceptable.

Se puede ver desde dos ángulos: El moral: todos deberían tener la oportunidad de vivir dignamente y desarrollarse, y el valor de respetar los derechos de los demás como seres humanos y erradicar el abuso y la posición primero yo, segundo yo y tercero también. Y el práctico: con sentimientos de exclusión y de ser abusados de importantes sectores, difícilmente puede pretenderse una sociedad con estabilidad. Es estar sentado sobre un barril de pólvora.
En nuestro país, muchos movimientos sociales, aunque tengan otros nombres, la desigualdad parece ser un factor bastante común. Marchas y protestas.

USA: Un sorprendente contrapunto: el país de las oportunidades y del sueño americano, hoy está marchando y protestando por lo mismo.

El Mundo: Con diferentes intensidades y matices, el tema se repite. Creo debería excluir a los países nórdicos.

Familia acomodada

Casa digna

La dureza de la pobreza

REFLEXIÓN: Al parecer, muchos (no todos), conocemos los problemas y lo que no deseamos. Tenemos alguna idea a donde nos gustaría llegar. Pero el cómo (rumbo), por lo menos para mí, permanece oculto bajo un gran signo de interrogación.

jueves, 6 de octubre de 2011

COMO PROSTITUIR UNA BUENA CAUSA ¡YA BASTA!

Le he dedicado varios artículos al movimiento estudiantil. Con sus pros y sus contras. He tratado de mirarlo en la forma más fría posible.


Una preocupación por un tema importante, se está transformando en una sensación de hastío e impotencia.

Acciones típicas de una sociedad que pareciera estar en plena barbarie.
No imperan la razón, la prudencia ni el sentido común.

Un lado: o gratuidad total, o nada. El otro: en eso no vamos a transar.

Para un diálogo (o negociación), ambas partes deben estar dispuestos a llegar a un punto intermedio entre sus posiciones para llegar a un acuerdo. Y como esto no se está viendo, la conclusión pareciera ser que el problema no tiene solución. Un callejón sin salida. Y deberá imponerse la fuerza (como dice el escudo nacional, frase con la cual nunca he estado de acuerdo). No sé cual será el bando ganador.

Por un lado: El todo o nada.
Algunas veces, pedimos permiso para marchar. Otras, no (como ocurrió hoy). Se sabe que las marchas terminan en desórdenes, destrozos y saqueos. Pero la posición pareciera ser: “Tenemos derecho a marchar; lo que ocurre después, no es problema nuestro”.

Por el otro: Incapacidad para manejar la situación. Planteamientos poco claros y hasta contradictorios. Dándole palos al gato. Con gestos que sólo logran avivar la furia de los contrarios (“Vamos a hablar, pero antes igual mandaremos leyes al parlamento”; o tiran una ley en contra de las tomas violentas, que afectan a varios involucrados en el movimiento). No digo que ambas cosas no deban hacerse, pero hay que buscar el momento oportuno, que no es ahora. Los fuegos, con bencina, no se apagan.

Ambos: Ceguera, sordera, intransigencia o incompetencia para conducir un proceso como éste.

Y en el medio: Un grupo que ha tomado palco, que antes pudo haber hecho mucho para evitar esta situación. Y que últimamente está sacando la voz, para ponerse del lado de la mayoría. Una oda a la inconsecuencia y al oportunismo.

En su reciente visita a Chile, el presidente Santos de Colombia, decía: “Cuiden a Chile”. Se dio cuenta que íbamos por mal camino. A punto de destruir algo que tanto esfuerzo ha costado. No digo que sea perfecto. De hecho dista mucho de serlo. Pero es mucho más fácil construir algo sobre una base, que echarlo todo abajo para levantar algo que nadie parece saber exactamente de que se trata.

O quizás, algunos lo sepan, pero son intenciones que no pueden decir abiertamente. Intereses ocultos e inconfesables (ambos lados).

La gente quiere vivir en paz; que el país prospere y se desarrolle. Que no hayan excluidos. Que se vayan superando los múltiples problemas que tenemos por resolver.
Hoy el ambiente y los estados de ánimos, están lejos de permitir avanzar hacia este objetivo.

Estoy hastiado. Creo no volveré a escribir sobre el tema.

¡YA BASTA!

miércoles, 5 de octubre de 2011

LLAMADO A PLEBISCITO POR LA EDUCACIÓN

Este fin de semana (viernes 7 y sábado 8 de octubre), se ha hecho un llamado a plebiscito por el tema educación (y otro que nada tiene que ver con ella).


Para quienes estén interesados, el llamado, bases y formas de votación los pueden encontrar en:

http://www.votociudadano.cl/

Se podrá votar por Internet o en los locales que se están dando a conocer.

El proceso está siendo liderado por el movimiento estudiantil y el Colegio de Profesores, y se les han unido otras organizaciones como la CUT y la ANEF.

Dado que el tema ha dado mucho que hablar (lo seguirá dando por mucho tiempo), y que el sistema educacional chileno está fuertemente cuestionado, no sin razón, el impulso a hacer algunas consideraciones, me ha resultado imperativo.

El tema de los plebiscitos vinculantes

No estoy a favor ni en contra de ellos, sino todo lo contrario (planteamiento absurdo que suelo utilizar a menudo, cuando la disyuntiva es del todo confusa).

El hecho de consultar a la ciudadanía sobre temas importantes, pareciera ser el ejercicio de la democracia en todo su esplendor. Teóricamente impecable.

Pero en la práctica, tiene muchos bemoles. Veamos algunos.

• Materias complejas son difíciles de dilucidar con un sí o un no. Hay muchas derivadas y considerandos que no pueden ponerse en una simple pregunta.

• La confección de las preguntas, aún que impere la mejor intención, suelen tener más de una consideración. Si estoy de acuerdo con una y no con otra, ¿qué respondo?

• Riesgo: que quienes no entiendan bien el problema o se sientan lejanos a él, opten por no participar. Y en consecuencia, el resultado sea poco representativo, pero de consecuencias, por ser vinculante.

• Las preguntas pueden ser orientadas en forma tal, que favorezcan el resultado deseado por quienes las elaboran.

• Y sabemos de plebiscitos que se hacen para doblar la mano a una institucionalidad vigente, saltándose los pasos definidos por las leyes, aprovechando la existencia de mayorías circunstanciales. Sólo mencionaré el caso de Venezuela: en un plebiscito, Chávez sale derrotado. Hacen un segundo plebiscito, sobre el mismo tema, pero cambiando la forma y oportunidad, y en ese caso, el gobierno venezolano logra su objetivo. Sí, ya sé que Venezuela es un mal ejemplo de democracia, pero son casos que pueden darse.

• Los resultados de una consulta pública pueden estar fuertemente influidos por estados de ánimo que no tengan directa relación con el tema. Por ejemplo, castigar a un gobierno, a los empresarios o algo similar.

• El uso reiterado de plebiscitos puede llevar a un país a la ingobernabilidad. Razón: es difícil imaginar que los votantes, en su mayoría, puedan evaluar las consecuencias de un mandato plebiscitario en toda su profundidad. Y me incluyo entre ellos. ¿Cómo se financia su costo? ¿Cómo puede afectar el desarrollo y competitividad del país? ¿Qué implicancias internacionales pueden haber? ¿Cuáles serán las consecuencias en el largo plazo?

Dejémoslo ahí.

Los temas importantes, que son los que podrían ameritar una consulta popular, requieren un profundo análisis. Y para ello la sociedad establece el estamento que debe hacerse cargo de ellos: los políticos. Pero me temo que muchos piensen: “Como los políticos están desacreditados, resolvamos los problemas vía plebiscito”. De ser así, el problema al que estamos enfrentados sería aún más gordo que el mismo tema educacional.

La voz del pueblo tiene que ser escuchada: sus problemas, sus aspiraciones, sus propuestas. Pero hay otros mecanismos. Por ejemplo, reuniéndose con las organizaciones sociales o con las encuestas. Las que se han hecho sobre el tema de la educación, ya nos han hecho saber qué piensa la gente.

¿Qué de nuevo se va a obtener con este plebiscito? Quizás la intención sea decirle a la autoridad: “Como Ud. no quiere hacer plebiscito, entonces lo haremos nosotros”.

Voy a copiar las preguntas del plebiscito mencionado, con algunas reflexiones mías:

1. ¿Está usted de acuerdo en que exista una Educación Pública gratuita y de calidad en todos sus niveles, garantizada por el Estado?

Varias de mis dudas se reflejan en esta pregunta.

a) ¿Se refiere sólo a la existencia de una pública, (entiendo no se objeta otra privada 100% sin aporte estatal), o podría coexistir con una tercera mixta con aportes del estado? Porque quizás el Estado no tenga los recursos para hacerse cargo del 100% de la educación.

b) ¿Y si estoy de acuerdo con algunos “niveles” y no con otros?

c) Garantizada por el Estado: ¿significa que garantiza la calidad o solventar enteramente su costo y asumir íntegramente la responsabilidad?

No sabría qué responder.

2. ¿Está usted de acuerdo con que las escuelas y liceos sean desmunicipalizados, volviendo a depender del Ministerio de Educación de forma descentralizada, participativa y autónoma?

¿Si estuviera de acuerdo, pero no con que fuera en forma autónoma? Además, tengo mis serias dudas sobre qué se quiere decir con “participativa” y “autónoma.

3. Está usted de acuerdo que el lucro con fondos públicos deba ser prohibido en todos los niveles de la educación chilena?

De nuevo: ¿si creo que sí, por ejemplo, en la pre-escolar, básica y media, pero no en la profesional y universitaria? Me quedo sin respuesta.

4. ¿Está usted de acuerdo con la necesidad de incorporar el Plebiscito vinculante, convocado por los ciudadanos, para resolver los problemas fundamentales de carácter nacional?

a) Esto es poner un tema que nada tiene que ver con la consulta principal. Pero como fue uno de los temas que son caros por los convocantes (como lo fue en su momento, la nacionalización del cobre o la reforma tributaria), deben haber pensado: “Hagamos la pregunta para mantener el tema en primera plana”.

b) ¿Cómo van a convocar los ciudadanos el plebiscito? ¿Con 100.000 firmas? ¿Con 2 millones?

c) ¿Cómo y quién definirá cuales son los problemas fundamentales de carácter nacional?

Demasiadas dudas para adoptar una posición responsable, sin correr el riesgo que la historia, luego, me demuestre que he cometido un grave error.

Palabras finales

Me llamó la atención que en la televisión, uno de los voceros (que no conozco), haya solicitado que no votaran más de una vez. ¿Quién me asegura que quienes están fuertemente comprometidos en las movilizaciones y desean un resultado favorable (y votarán en forma masiva), no lo vayan a hacer (algunos, obviamente no todos). Ese riesgo pone en duda la representatividad de los resultados.

Definitivamente, les creo más a las encuestas elaboradas en forma técnicamente correcta.

¿Desean un pronóstico? Cerca (si no más) del 90% de quienes participen en la consulta, responderán afirmativamente a las preguntas.